Una mujer de 80 años y de aspecto frágil acudió por presentar disnea e insuficiencia respiratoria aguda como consecuencia de una crisis asmática y requirió intubación orotraqueal de urgencia. La paciente desarrolló un enfisema subcutáneo cervicofacial, que se extendía hacia la pared anterior del tórax. La radiología torácica puso de manifiesto un neumotórax y un extenso enfisema subcutáneo (fig. 1A).
Una semana más tarde, debido a la lenta mejoría del enfisema, se practicó una tomografía axial computarizada en la unidad de cuidados intensivos, que reveló un defecto en la porción inferior de la tráquea (fig. 1B, flecha negra). La broncoscopia confirmó una rotura de la pared traqueal posteroinferior, en la que se observó un defecto vertical de 2cm de longitud (fig. 1C, flecha blanca) situada 1cm por encima de la carina. Posteriormente se conectó a la paciente a una pieza en T para facilitar la respiración espontánea, y el enfisema subcutáneo se resolvió de manera gradual. La paciente fue trasladada a otro hospital.
Las lesiones traqueales yatrogénicas debidas a una intubación son infrecuentes, siendo su incidencia de uno por cada 20.000 casos1. Se han comunicado muchos factores de riesgo de este tipo de lesión, tales como la edad avanzada, el sexo femenino o la presencia de lesiones traqueales de tipo inflamatorio. En el caso que describimos se detectaron todos estos factores. Las manifestaciones clínicas de la rotura traqueal incluyen disnea, hemoptisis, enfisema mediastínico, enfisema subcutáneo y neumotórax1. Es necesario practicar una broncoscopia de urgencia para determinar el alcance de la lesión2.
Las lesiones traqueales causadas por las maniobras de intubación son infrecuentes, con frecuencia mortales, y difíciles de reconocer. El diagnóstico precoz es crucial para prevenir sus complicaciones y mortalidad2.