Nos es grato comprobar como nuestro artículo ha despertado el interés del autor/a/es1. Apreciamos mucho el deseo, compartido, de que las publicaciones de Archivos de Bronconeumología tengan la excelencia debida.
Quizá lo que confunde al autor/a/es de esta carta sea el título. Lo que se ha llevado a cabo en este trabajo es una validación intercultural, y no el desarrollo y validación de un nuevo cuestionario, donde sí sería necesario llevar a cabo un análisis estadístico como el que propone el autor/a/es para identificar ítems que conllevan la misma información y eliminar los superfluos, consiguiendo así un cuestionario más parsimonioso. El propósito de las validaciones transculturales no es tanto determinar la validez psicométrica de la herramienta, sino establecer que el constructo intelectual existe, y se puede medir con el mismo instrumento en las 2 culturas. Para ello hay que determinar la equivalencia semántica (significado de las palabras), idiomático (se han de encontrar expresiones equivalentes, aunque no sean literales) del cuestionario y conceptual (p. ej., ¿es el constructo explorado válido en la cultura destino?)2,3. Es común en estos estudios hacer además, una evaluación psicométrica en muestra de pacientes utilizada en la validación transcultural en la idea de que si en poblaciones similares la validez interna del cuestionario y su fiabilidad son similares representará el mismo constructo para las 2 culturas. Nuestro estudio consigue sus objetivos principales con la metodología empleada; siendo uno de sus puntos fuertes la traducción. En ella, participa un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales sanitarios y pacientes, además de profesionales de la traducción e interpretación. En cuanto al tamaño maestral, en la literatura hay tamaños muestrales que oscilan de 10 a más de 50 individuos para este tipo de validaciones4. Por último, tal y como apuntan los autores de la carta, en el artículo original5 en el que se crea el cuestionario Disnea-12 se realizan 2 estudios: uno con 358 pacientes para la creación del cuestionario, y otro de validación del mismo en el que incluyen 53 pacientes, y cuya metodología es similar a la utilizada en nuestro artículo y en otros artículos utilizados para la traducción y validación a otros idiomas (árabe, coreano o portugués) y otras enfermedades (hipertensión pulmonar, bronquiectasias, secuelas de tuberculosis o fibrosis pulmonar), incluyéndose en algunos de estos estudios un tamaño muestral similar al del nuestro6.