Hemos leído con gran interés el artículo recientemente publicado por Crespo-Lessmann y Torrego-Fernández, en el que se presentaba un paciente afecto de seudomembrana traqueal inflamatoria obstructiva (en forma de tabique traqueal) secundaria a episodios de intubación endotraqueal repetidos. En dicho artículo, los autores nos describen la total resolución del proceso mediante fisioterapia respiratoria y administración de antiinflamatorios (glucocorticoides)1.
La seudomembrana fibrosa obstructiva es un proceso raro, pero probablemente más frecuente de lo que se reporta en la literatura. Su origen radica en una isquemia de la mucosa traqueal, habitualmente de origen iatrogénico, que induce la producción de factores de crecimiento y una regeneración anómala2. El resultado es la formación de una membrana de consistencia fibrosa que oblitera parcialmente la luz traqueal, y que puede llegar incluso a ocuparla en su totalidad3. Tal y como afirman los autores estas lesiones adquiridas de tipo inflamatorio pueden resolverse de manera espontánea tras cierto periodo de tiempo. Sin embargo, es frecuente que se comprometa la vía aérea central, en cuyo caso se hace imprescindible aplicar medidas endoscópicas intervencionistas con rapidez.
Exponemos nuestra experiencia con un paciente varón de 69 años no fumador intervenido quirúrgicamente de hernia discal lumbar precisando para dicho procedimiento anestesia general e intubación orotraqueal. El procedimiento se realizó con el paciente en decúbito prono lo que favoreció el aumento de presión del manguito endotraqueal. Durante el postoperatorio inmediato el paciente sufrió una parada respiratoria y fue reintubado. Se llevó a cabo una broncoscopia flexible donde se evidenció una seudomembrana fibrinada en rodete, parcialmente desprendida, que estenosaba la luz traqueal en todo su tercio superior (fig. 1 A). En la misma exploración se retiró con pinzas de biopsia un fragmento de aproximadamente 2cm que provocaba efecto válvula, lo cual podría haber provocado la parada respiratoria del paciente. Para obtener un mejor control de la vía aérea al extraer la seudomembrana se decidió realizar una broncoscopia rígida donde se extrajo en bloque la lesión traqueal mediante el bisel del traqueoscopio (EFER-DUMON® calibre 14mm) (fig. 1 B). Tras ello, el paciente evolucionó favorablemente pudiendo extubarse a las pocas horas (fig. 1 C). En el caso presentado por Crespo-Lessmann y Torrego-Fernández1, el tabique traqueal podría corresponder en su origen a un fragmento de una seudomembrana circunferencial. En ese caso el carácter evolucionado del cuadro en su presentación pudo haber permitido un tratamiento conservador.
Por tanto, el diagnóstico endoscópico de seudomembrana traqueal obstructiva debe realizarse lo más precozmente posible tras la sospecha clínica. Sería aconsejable un seguimiento endoscópico en aquellos pacientes que hayan requerido intubaciones endotraqueales prolongadas o reiteradas. Las complicaciones respiratorias graves son frecuentes por lo que la terapéutica endoscópica es requerida en la mayoría de los casos reportados en la literatura4,5. Tan solo en pacientes muy seleccionados puede optarse por una actitud conservadora, pero la monitorización del paciente debe ser estrecha (fig. 1).