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Vol. 9. Issue 4.
Pages 351-355 (July 1972)
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Timomas
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Ti momas

Doctor G. V idal López

Vamos a exponer la experiencia que

hemos adquirido desde 1960 sobre timomas,

y sacar de ella nuestras conclusiones.

De los 16 tumores, 14 han sido intervenidos

y 2 sometidos a cobaltoterapia.

CONCLUSIONES

1 .• Los timomas se encuentran o se

buscan:

a) Encontrado el 70 por 1 OO.

b) Buscado: Tos seca más disnea discreta

más dolor más compresión venosa. 11

por 100.

Enfermedades sistémicas. 19 por 1 OO. .

2 .• Radiología:

Todos nuestros tumores han sido de

mediastino anterior a no importa qué nivel:

altos, medios, yuxtacardiacos, cupradiafragmáticos,

pero siempre con el denominador

común de localización anterior. Ninguna

forma intrapulmonar ni cervical.

3 .• Asociaciones:

En tres ocasiones el síndrome tumoral se

ha presentado en miasténicos comprobados

electromiógráficamen te: dos con clínica

muy objetiva y otra con discretos trastornos

que requerían medicación. De ellos.

dos correspondían a formas encapsuladas y

otro a una forma infiltrante. De los tres,dos

fueron intervenidos y el tercero, al rehusar,

se sometió a cobalto. La forma infiltrante.

que fue irresecable y que con anterioridad

se sometió· a cobalto, mejoró su síndrome

neuromuscular discretamente. El otro resacado

de forma definitiva. La sometida a

cobalto, transitoriamente desaparecieron

todas sus molestias, pero reaparecieron a

los seis meses.

Del re sto de las asociaciones descritas,

no hemos encontrado ningún caso de eritroblastopenias,

ni agammaglobulinemias, ni

trastornos endocrinometabólicos descritos.

Hemos tenido ocasión de vivir tres casos

de agammaglobulinemias idiopáticas: dos

del adulto, y una, un síndrome de Bruton:

dos de ellos con importantísimos trastornos

bronquiectásicos unilaterales. En ninguno

se comprobó altera ción tímica.

4.ª Correlaciones clinica-histopatológicas:

No la hemos ehcontrado. Idénticas imágenes

histopatológicas han correspondido a

formas encapsuladas que no han recidivado,

que lo han hecho a formas infiltrantes

de rápida evolución o lenta (tres años). En

todas ellas, el dictamen anatomopatológico

era el de timoma linfoepitelial, en una sola

ocasión, asociado a miastenia, y en otra

tumoración encapsulada, que metastatizó al

año, existía un franco predominio epitelial.

Todos nuestros tumores, salvo un lipotimoma,

correspondían a formas linfoepitelial

con o sin corpúsculos de Hassal. No hemos

encontrado timomas quísticos, ni quistes

congénitos simples, ni timomas con folículos

linfoides o centros germinativos.

Salvo las formas infiltrantes, todos han sido

tumores bien encapsulados, con pesos que

oscilaban entre· 150 a 1.300 gramos.

Con un criterio pragmático, y en vista de

nuestra experiencia, no acéptamos un criterio

histológico de clasificación a ti tu lo

meramente descriptivo, el timoma linfoepitelial

puede presentar, según el predominio

y la morfología celular, formas epiteliales,

fusiformes. histiocitarias seudoseminoma-

351

tosas, linfocitarias, granulomatosas o seudohodgkinianas.

Y sólo por sus especiales

características de benignidad y su asociación

a entermedades autoinmunes aceptamos

los lipotimomas y timomas con metaplasia

folicular (folfculos linfoides y centros

germinativos).

La ocasión de haber seguido durante

once años un caso que se diagnosticó en

la primera interven ción de timoma hodgkinianos,

con recidiva a los dos años y confirmación

anatomopatológica, y cuya evolu-

352

Luis B. : Diez años. Despistaje

1961. Incremento masa

1966. Laboratorio N. Toracotomia

media transversal con

esternotomia ídem . Timoma

linfoepitelial con corpúsculos

Hassal de 680 gramos.

Francisca M.: Treinta años.

Despistaje. Toracotomía posterolateral.

Timoma linfoepitelial

540 miligramos.

Figura 1

Figura 1

ción ulterior confirmó la existencia de un

Hodgkin puro, nos hace ser muy cautos en

aceptar esta torma de timoma. Si creemos

en el inicio de la enfermedad de Hodgkin

por el timo, no olvidemos q·ue también es

una glándula linfática y como forma monotópica

localizada en estadio 1. De igual

forma que un linfosarcoma, retículo, leucemia,

etcétera.

5.ª Salvo un caso de dudoso diagnóstico

con metástasis supraclaviculares. todos

nues'tros casos malignos han tenido metéstasis

siempre intratorácicas, nunca a distancia.

6.ª De las 16 intervenciones que hemos

realizado en los 14 enfermos, nueve, toracotomías

posterolaterales. Dos toracotomías

media con esternotoÍnía transversa

{en la misma enferma). Cinco esternotomías

medias.

7 .• Re su Ita dos: La supervivencia de

tumores invasores es muy mala. De las

F igura 2 . hgura 3 .

Figura 2 . Figura 3 .

formas infiltrantes. tres fallecieron antes del

año, uno al mes de intervenido por una

complica ción palúdica postransfusional y

dos antes del año. Del tercero. que fue interven

ido en otro servicio, ignoramos su

supervivencia.

De las formas encapsuladas, ocho no

han presentado ninguna recidiva y están

perfectam ente; dos recid ivaron: uno " in

loco" se intervino, y está bien a los tres

años. y otro. al año, ha hecho una metástasis

pleural.

353

354

Juan H. : Cuarenta y dos

años. Despistaje. Toracotomia

posterolaterlll. Timoma

linfoepitelial .

Montserrat A.: Treinta y un

años : 1960, despi staje. Toracoto

mía transversa con esternotomía

transversal. Timoma

hodgkiniano . Recidiva

1962 in situ . Confirmación

diagnóstica . Adenopatía cervical

1965 Hodgkin.

Figura 1 ..

F •gura 1

Figura 2 .

Figura 2.

Carmen V.: Sesenta y tres

años. Miastenia. Compresión

venosa t imoma infiltrant e .

derrame pleural. Inoperable.

8 .ª Conclusiones:

Figura

1 .ª Aceptamos como timoma sólo al linfoepitelial

con su variedad lipomatosa.

2.ª Son tumores de mediastino anterior a

no importa qué nivel.

3.ª No existe criterio ana tomopatológ ico

de gravedad.

4.ª Se asocia con frecuencia var iable a

afecciones autoinmunes, sin que hasta

Figura 3 .

la fecha se haya podido estab lecer

una relación de causa a efecto.

5.ª Finalmente creemos que ante una

tumora ción anterior de mediastino.

sea cual fuere la asociación, y salvo

causas mayores que lo contraindiquen,

el timoma por sí mismo, independiente

de los resultados que puedan

obtenerse sobre las enfermedades

de acom'pañamiento, justifica en

todos los casos, repito, un tratamiento

quirúrgico.

355

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