Ejecución práctica
de la desensibilización
M . Werner
En la literatura aparecen diferencias en
las cifras de éxito de la desensibilización
específica con extractos acuosos de alergenos
según los informes correspondientes a
14 autores que han publicado sus resultados
con la desensibilización entre 1959 y 1969.
De e llo se desprende que, por ejemplo,
Ferstl, con 1 .551 enfermos. tuvo éxito en el
51.4 por 100, y Caplin, en 487 enfermos, en
·el 91 por 100 de los casos. Aunque estas cifras
tan diferentes como se citan en el cuadro
no permiten ninguna comparación realmente
estadística, según los diferentes autores
- que emplearon todos extractos acuosos
y ningún semi-depot- en los resultados diversos
de éxito global deben existir influencias
dependientes del método o del enfermo
que condicionan esta dive rsidad de re sultados
en el tratamiento.
Como cualquie r resultado terapéutico
(también el de la desensi bilización específica)
está supeditado a multitud de fa ctores.
nos hemos planteado la cuestión , juntamente
con el grupo de colaboradores del
profesor Gronemeyer. qué factores pueden
influir en los resultados de la desensibilización;
esta pregunta sólo puede contestarse
con un número extenso de enfermos heterogéneos,
tratados con las mismas soluciones
de alergenos.
En nuestras investiga ciones - llevadas a
cabo desde 1962 a 1966 en la clínica del
Asma en Bad Lippspringe y en el Departamento
de Alergología de mi clín ica en Pinneberg-
empleamos, por tanto, solamente
extractos acuosos de alergenos. ya que
sólo en éstos se logra una efectividad del
alergeno específico y no una concomitancia
de las sustancias agregadas depot - o
vehícu lo que pueden actuar como adyuvantes
inespecíficos.
Después de finalizar la desensibilización
hecha a 725 enfermos que habían padecido
enfermedades alérgicas de nariz y del
sistema bronquial, o sea, rinopa tía vasomotora,
en su mayoría polínica, y asma bronquial,
los cuales habían sido tratados según
el diagnóstico alergológico p·rogramado con
los alergenos de inhalación patógenos actuales.
se les entregó un cuestionario con
44 pregunta s, en el que se habían señalado
gran número de pecu liaridades con 75
posiciones. Eztas 75 posiciones permitieron
hacer un análisis estadístico de las relacio-
435
nes y f~ctores que pudieran influir sobre el
resultado del tratamiento. De estos resultados
derivados de la estadística· se pudo
hacer una exposición sobre las influencias
tanto positivas como negativas de los factores
dependientes del enfermo y del método
sometidos· a discusión; hecho éste
que !'lasta ahora no se tenía debidamente
en cuenta al tomar las medidas de un tratamiento
de desensibilización. pero que
para el médico responsable tiene un considerable
significado práctico. Al conocer
estos hechos efectivos puede elaborar
combinaciones en su tratamiento, cambiando
los efectos de determinadas medidas
que puedan revelarse como desfavorables
o fallidas.
Del total de nuestros 725 enfermos. 28
no devolvieron el cuestiona no; por ·,"'n
en nuestras consideraciones estadísticas
partimos de una cifra de 697 cuestionarios.
Como base de comparación de nuestras
investigaciones se tendrá en cuenta el re·sultado
global de estos 697 enfermos. Según
el mismo se clasifican como tratados
"con éxito" 557 enfermos. lo que equivale a
un 79,9 por 100, y 140 tratados "sin éxito",
equivalente a 20,1 por 100 de la totalidad,
de donde se desprende u na variación de
± 1,5 en la frecuencia porcentual.
Al contestar las preguntas sobre la influencia
de los métodos de tratamiento
partirnos del hecho de que en nuestros
casos e l tratamiento prescrito se inició
según el método estándar, con dosis crecientes
de alergenos, y después de llegar a
la máxima dosis individual se continuó el
t ratamiento de mantenimiento, que corresponde
a la "desensibilización perenne",
según Walker por lo menos durante dos
años; además. se aplicaron las "inyecciones
de rappel" cada cuatro semanas.
Los resultados muestran, en cuan to a la
duración del tratamiento, que después de un
tratamiento de un año en el 79,3 por 100 ±
1, 78 de los casos se obtuvo éxito. sube esta
cifra al cabo de dos y más años de tratamiento
a más de 80,9 a 84.6 por 1 OO. Igual
que Bruun. debemos recomendar un tratamiento
de más de dos años. partiendo de
estas consideraciones.
Tal como es de esperar. un factor desfavorable
es la interrupción del tratamiento.
Al interrumpirse definitivamente o de modo
436
prematuro la desensibilización. aparecen
estadísticamente sólo 59,7 por 100 ± 4.3
"con éxito", frente al84,2 por 100 ± 1,5, de
un tratamiento plenamente realizado. Una
interrupción temporal, en la que a pesar de
ello se alcanza la dosis máxima individual
-aunque sea con retraso- no tiene ninguna
influencia sobre el éxito del resultado. De
ello hay que deducir que llegar a la dosis final
resulta decisivo.
Resulta no sólo interesante. sino de un
significado muy práctico, conocer los motivos
dados por 113 enfermos para la interrupción
definitiva del tratamiento: 60, o_ sea,
más de la mitad siguieron el consejo de su
médico y 53 interrumpieron ellos mismos la
continuación. Como explicación se da en
más del 70 por 100 los efectos secundarios
o reacciones secundarias relacionados con la
desensibilización. El cupo relativamente elevado
de interrupciones del 17,8 por 100 sólo
puede reducirse mediante la mejor preparación
y correspondientes conocimientos del
médico que hace el tratamiento.
El momento en que se produce la interrupción
del tratamiento en el "41.1 por
100 de los casos, el primer semestre del tratamiento,
o sea, el período en que surgen la
mayoría de los efectos secundarios. Otras
motivaciones se observan a los dieciocho
meses de duración del tratamiento. Como
explicación puede darse: la impaciencia de
los individuos. la falta de comprensión o
también la propia mejoría del cuadro clínico.
De gran significado práctico es también
el atenerse al aumento prescrito de. las
dosis. Cuando se siguen la s prescripciones
de aumento de dosis. los resultados del tratamiento
son considerablemente mejores
que cuando se hace la aplicación en forma
irregular. La cifra de 81,2 por 100 aparece
rrente al 64,5 por 1 OO.
En la lite ratu~a se presta especial atención
a la frec1..encia de los fenómenos secundarios.
que nosotros hemos dividido en
efectos secundarios generales o inespecíficos
y reacciones alérgicas secundarias.
Según nuestras comprobaciones, la frecuencia
de los fenómenos secundarios
depende del número de alergenos que
haya en el extracto o en el grupo de alergenos;
la tasa de reacción por enfermo sube
de 1,02 de un grupo de un alergeno a 1.41
en un grupo de cuatro alergenos. En los extractos
con grupos de cinco alergenos realmente
nó se observó esta tendencia creciente;
sin embargo, la tasa de estos grupos está
por encima del promedio de reacción de
1 .33 por enfermo.
También nos ocupamos de la cuestión
de si los re sultados de la desensibilización
eran diferentes en los enfermos con fenómenos
secundarios de aquellos que no los
tenían; coincidiendo con Frankland. Charpin
y otros. tampoco pudimos nosotros comprobar
ninguna diferencia notable en el tratamiento.
Por consiguiente. las reacciones
secundarias alérgicas y los efectos secundarios
no influyen en el resultado del tratamiento.
Según nuestras observaciones.
parece que las reacciones secundarias alérgicas
surgen más frecuentemente cuando
se inyectan por vía intramuscular los extractos
de alergenos que cuando se hace
por vía intra y subcutánea. Se inyectó a
pocos enfermos por vía intramuscular, alcanzándose,
al parecer, muy buenos resultados
en el tratamiento. Debido al reducido
número de inyecciones intramusculares que
aplicamos en nuestros enfermos de investigación
no se logró ni 1gún significado estadístico.
Creemos en todo caso que hay que
prevenir al médico de la inyección intramuscular
con extractos acuosos de alergenos.
Teniendo en cuenta la naturaleza y la
composición de los extractos terapéuticos
de alergenos hay que añadir que los extractos
que contienen pólenes parecen
arrojar un coeficiente 3 por 100 mayor de
éxito que los que no llevan pólenes. No se
pueden señalar, sin embargo, notables diferencias
en la eficacia entre los extractos de
pólenes. de esporas de hongos. de pelo de
animales, de poivo de madera y polvo- de
plumas de colchón. Por tanto, los resultados
insatisfactorios del tratamiento no
dependen de la clase de alergenos utilizados,
siempre que éstos o sus mezclas se
atengan a las exigencias del diagnóstico.
Las influencias de los factores que dependen
del enfermo deben ser así, pues,
resumidas. Desensibilizamos 282 mujeres y
4~ 5 hombres; no se observó ninguna diferencia
notable en los resultados del tratamiento
entre ambos sexos.
Hasta aquí ha podido demostrarse una
dependencia de los resultados de la desensibilización
con relación a la edad del enfermo.
ya que el mayor porcentaje de "éxitos"
RESUMEN DE LOS RESULTADOS
Resultado del tratamiento
Factores influyentes
Duración de tratamiento
Realización de tratamiento
Aumento de dosis
Clase de alergeno
Forma de aplicación
Edad del enfermo
Duración de enfermedad
Manifestaciones orgánicas
Resultados
Mejor
Tratamiento prolongado.
Por tratamiento continuo, ininterrumpido.
Por escalonamiento regular.
Por extractos que contienen
pólenes.
Por inyección intramuscular (?)
(precaución por reacciones
secundarias).
En 1.• y 2." década de la vida.
Hasta el 7.0 año.
En manifestaciones monosintomáticas.
Peor
Por tratamiento más corto
(<2 años).
Por interrupción de tratamiento.
Por escalonamiento irregular.
Por extractos sin pólenes.
Por inyección intra o subcutánea.
A partir de 3 .• década.
A partir del 8.0 año.
En manifestaciones combinadas.
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-aproximadamente 90 por 100- se observó
en las dos primeras décadas de la vida,
mientras que de treinta años en adelante
pareció verse un retroceso del éxito. En las
siguientes edades oscila el porcentaje entre
75 y 80 por 100, por lo que no se destaca
una gran diferencia. El médico tuvo también
que desensibilizar a enfermos de edad más
avanzada. En cuanto a la leve disminución
del éxito en las edades avanzadas, hay que
considerar factores que son independientes
de la propia edad.
Mediante el cálculo según el cuadro de los
"m-x-n" se ve un coeficiente notablemente
descendente del éxito a partir del octavo año
de enfermedad, siendo los coeficientes de
tipo medio y superiores en los primeros siete
años. Se desprende de estas observaciones
que el éxito del tratamiento de desensibilización
disminuye al derivar las alteraciones
patológicas -en el curso de una larga enfermedad-,
que al principio eran solamente
funcionales, o alteraciones estructura les y
morfológicas de los órganos.
La interpretación estadística de los resultados
de la desensibilización según las en-
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fermedades y las combinaciones de enfermedades
proporciona en la rinopatía alérgica
aislada, así como en el asma bronquial
exógeno-alérgica aislada, o sea, en las
manifestaciones monosintomáticas, resultados
considerablemente mejores que en la
combinación de ambas enfermedades, igual
que en la incorporación de manifestaciones
alérgicas a otros sistemas orgánicos o en
los trastornos ulteriores broncopu lmonares.
La calificación de enfermos "sin éxito" oscila
en estos casos entre 27,0 y 59,0 por
1 OO. En las manifestaciones combinadas
rinobroncopulmonares, con un coeficiente
de éxito entre 70 y 7 5 por 100, no se dispone,
sin embargo, de ningún cálculo que
permita rechazar el tratamiento de desensibilización
por su escaso resultado.' Estas
observaciones han sido confirmadas a través
de numerosos informes clínicos.
Nuestras investigaciones y observaciones
sobre la influencia de los factores dependientes
del enfermo y del método en los
resultados de la desensibilización se simplifican
mediante el siguiente resumen, reflejado
en cuadro (ver página anterior).