La punción-aspiración mediante aguja fina guiada por ecobroncoscopia (EBUS-TBNA) está ofreciendo su máxima rentabilidad en la obtención de muestras para el diagnóstico o la estadificación del cáncer pulmonar1 y permite, asimismo, el diagnóstico de enfermedades benignas como tuberculosis y sarcoidosis pulmonar. Recientemente se ha comprobado que, además, puede tener una utilidad terapéutica, como es la aspiración de los quistes mediastínicos2,3. A continuación se presenta un caso en el que se efectuó el drenaje de un quiste mediastínico mediante EBUS-TBNA.
Varón de 65 años, fumador de 80 paquetes/año, que consultó por hemiparesia izquierda. En la tomografía axial computarizada (TAC) craneal se identificó una lesión ocupante de espacio parietal derecha indicativa de metástasis cerebral. La radiografía de tórax evidenció una masa pulmonar de bordes bien definidos en el lóbulo superior izquierdo (LSI). En la TAC toracoabdominal con contraste intravenoso se observó la masa pulmonar de 30×24mm en el LSI y adenopatías hiliares izquierdas de 32×18mm. Además, existía una imagen que morfológicamente podría corresponder a adenopatía paratraqueal superior derecha de 23×17mm, pero con densidad media de −7,9 unidades Hounsfield. En la broncoscopia no se observaron lesiones endobronquiales. Las citologías del broncoaspirado y el lavado broncoalveolar del LSI fueron negativas para malignidad. Mediante punción-aspiración transtorácica con aguja fina de la masa del LSI se obtuvo el diagnóstico citológico de adenocarcinoma. Se realizó EBUS-TBNA de la lesión paratraqueal superior derecha mediante ecobroncoscopio de sonda convexa (CP-EBUS) (modelo BF-UC160F; Olympus; Tokio, Japón), y se observó una lesión anecoica de 1,48cm que no presentó flujo con el modo Doppler. Tras la punción se obtuvieron 5cm3 de líquido amarillento y se comprobó la disminución de tamaño de la lesión (fig. 1). En el examen citológico del líquido se observó un frotis de fondo mixoide con células espumosas de hábito macrofágico compatible con quiste broncogénico.
Los quistes mediastínicos son raros y generalmente asintomáticos, aunque pueden provocar compresión e irritación de estructuras adyacentes e infección o malignización en su interior, por lo que requieren una resección completa mediante toracotomía o videotoracoscopia asistida4–6. Con tratamientos menos invasivos es frecuente la recurrencia, aunque tras la aspiración completa de su contenido hasta colapsar el quiste mediante EBUS-TBNA se ha comunicado la ausencia de recidiva con seguimiento de hasta 18 meses2,3.
En la TAC torácica los quistes broncogénicos aparecen como masas redondeadas, bien delimitadas, con una atenuación homogénea de baja densidad, similar a la del agua (0–20unidades Hounsfield) o incluso menor, por lo que es posible diagnosticarlos con fiabilidad4,5. No obstante, en el 50% de los pacientes, los quistes presentan una atenuación mayor propia de las lesiones de partes blandas5. Este aumento de la atenuación puede deberse a la infección del quiste o al elevado nivel de proteínas o de oxalato cálcico en el contenido mucoide de éste5. Cuando la TAC no permite el diagnóstico diferencial, la resonancia magnética es útil para establecer la naturaleza líquida del contenido de la lesión4. En el caso que presentamos, ante una alta sospecha de neoplasia cabría pensar que la lesión paratraqueal superior derecha correspondía a una adenopatía, pero finalmente resultó en el hallazgo incidental de un quiste mediastínico.
El EBUS detecta fácilmente los quistes mediastínicos: los diferencia de las estructuras vasculares por la ausencia de flujo con el modo Doppler y permite, además, el diagnóstico citológico y el tratamiento mediante drenaje.