Con motivo del estudio de once casos de pulmón radioterápico, los autores analizan las complicaciones bronquiales más frecuentemente halladas: bronquiectasias, deforrrúdades bronquiales y desviaciones son las más peculiares. Concluyen que el cuadro clínico-radiológico es muy sugestivo para el diagnóstico clíníco del pulmón irradiado.
originales
Ciudad Sanitaria Virgen del Rocío.
Departamento de Medicina Interna.
(Jefe: Dr. Andreu Kern.) Sevilla.
ALTERACIONES BRONCOGRAFICAS EN
EL PULMON RADIOTERAPICO
J . López Mejías, A. Verano Rodríguez y M. Vidarte Zabala
Introducción
En un trabajo anterior 1 hemos expuesto
nuestra experiencia sobre distintos
aspectos clínicos, radiográficos
y funcionales del pulmón radioterápico,
especialmente en su fase crónica.
En la revisión de la literatura que
efectuamos nos llamó la atención la
escasez de referencias a las alteraciones
de los bronquios y el que éstas se
limitasen a los aspectos encontrados
en las piezas anatómicas. Sólo Baucr
y Schaer2 y Stone y cols.3 citan, según
los datos que hemos encontrado, algunas
de estas alteraciones. Los primeros
creen que cuando la alteración
pulmonar es acentuada se pueden
producir bronquiectasias; los seguudos
encuentran, sólo en un caso de los
cinco que presentan, un tej ido fibroso
alrededor de bronquios y bronquiolos
y descamación del epitelio bronquial
en algunas á reas. Las alteraciones de
los bronquiolos, según estos autores,
eran mucho menos importantes que
las de los alveolos.
En el estudio de nuestros casos
llamaba la atención, por el contrario,
la casi constancia de los trastornos
existentes en la broncografia y la posible
unidad de su patrón broncográfico.
Por ello nos ha parecido conveniente
presentar nuestros casos,
haci endo hincapié en estos aspectos
broncográficos.
Comentaremos también algunas características
radiográficas aunque no
sea más que para revisar el fondo radiográfico
en el que se producen las
alteraciones bronquiales además de
recordar las características radiográflcas
del proceso, que pueden ser
de valor diagnóstico.
Material
Hemos escogido once casos de pulmón
radioterápico producido tras
radioterapia de carcinoma mamario
intervenido. La razón fundamental
de elegir este tipo de enfermos ha sido
la de evitar, dentro de lo posible, que
a Ja patología actínica se añadiese
una patología de otro tipo, fundamentalmente
tumoral. Ha habido un
caso (caso 6) en el que no conseguimos
evitar tal asociación, como lo
demostró la necropsia; sin embargo
en esta era visible claramente la existencia
de una fibrosis radioterápica
en una zona del pulmón, además de
una linfangitis carcinon1atosa di seminada
a todos los campos pulmonares.
Esta limitac ión a un tipo de radioterapia
nos impide generalizar nuestros
hallazgos a todos los tipos de radioterapia
que incida sobre el pulmón. En
casi todos nuestros casos la radioterapia
fue de bajo voltaje aplicada en
tres campos: supraclavicular, torácico
directo o anterior y axilar, cada uno
con 2,400 r lo que viene a proporcionar
unos 2,000 r en el campo pulmonar
anterosuperior en el que se
encuentran, precisamente, la mayor
parte de las alteraciones que hemos
podido demostrar.
Caso l. C.F.B., 45 años. Intervenida de
neoplasia de mama derecha. En febrero J 971
fue irradiada sobre el hemitórax derecho y en
parte sobre hemitórax izquierdo por existir
un nódulo en la mama contralateral. La sintomatologia
pulmonar comenzó a los 8 meses
de Ja radioterapia con tos, expectoración discreta,
disnea de esfuerzo. En la. exploración
se encontraron roncus diseminados.
caso 2. C.G.V., 60 años. Intervenida de
neoplasia de mama izquierda e irradiada posARCHIVOS
DE BRONCONEUMOLOGIA. VOL. 10. NUM. 3, 1974
Fiq. I. Imagen carac1erís1ica de pulmón radiolerápico.
Broncograma aéreo.
terionnente. La primera manifestación estuvo
constituida por esputos hemoptoicos. En la
exploración tenia una respiración soplante en
plano anterior de hemitórax izquierdo.
Caso 3. R.P.L., 49 años. Operada de mama
izquierda e irradiada posteriormente en tres
campos. El comienzo de su sintomatologia se
produce a los 6 meses con tos seca y febrícula
iniciales; luego, a los dos meses, aparece expectoración
mucosa y disnea de esfuerzo. En la
exploración sólo se encuentra una respiración
soplan te.
caso 4. D.J.M., 58 años. Resección de
mama derecha e irradiación posteriormente.
Desde las primeras sesiones aparecen tos seca
y décimas, a Jo que se añade posteriormente
disnea de esfuerzo, adelgazamiento y dolor
en hemitórax derecho. En Ja exploración se
encuentran crepitantes en la base anterior derecha,
con respiración soplante.
Caso 5. A.M.C., 68 años. Intervenida de
mama derecha e irradiada posterion11ente en
tres campos. A los tres meses aparece sensación
febril, tos seca. disnea de esfuerzo y
dolor retroesternal siguiendo luego expectoración
blanquecina y agudizaciones febriles. En
la exploración se encuentran crepitantes y subcrepitantcs
con matidez en hemitórax derecho.
Caso 6. R.D.G., 52 años. Amputación de
mama izquierda e irradiada después en tres
campos. A los 6 meses comienza con febrícula,
tos intensa con expectoración escasa y blanquecina,
dolor en el costado izquierdo que se
acentúa al respirar y disnea de esfuerzo.
Caso 7. T.R.M., 66 años. Intervenida de
mama derecha e irradiada posterionnente.
Dias después del comienzo de Ja radioterapia
aparece tos irritativa, seca, disfagia y disnea
de esfuerzo. Posteriormente aparece fiebre
alta. En la exploración se encuentran crepitantes
en hemitórax derecho y disminución
de murmullo en la base pulmonar derecha.
Caso 8. E. del A.A .. 50 años. Operada de
mama izquierda e irradiada posteriormente. No
conocemos si hay clínica inicial. Cuando consulta
lo hace por esputos hemoptoicos esporádicos
y sobre todo por una inflamación pulmonar
aguda, con derrame paraneumonico.
Caso 9. R.L.A., 60 años. Intervenida de
mama derecha e irradiada posteriormente. A
las p0eas sesiones de radioterapia aparece tos
seca y disnea a Jos esfuerzos. Cuando la vemos,
a Jos siete meses, tiene tos escasa. La exploración
clínica es normal.
Caso 10. R.V.D., 39 años. Resección de
carcinoma de mama derecha e irradiación posterior.
Desde la última sesión comienza con
disnea, tos seca intensa y fiebre. La exploración
clínica muestra crepitantes en hemitórax
derecho.
Caso 11. A.M.R., 35 años: Intervenida de
neoplasia de mama derecha e irradiada posteriormente.
A las quince sesiones nota tos seca
y disnea a los esfuerL:OS.
Discusión
No vamos a comentar más que de
pasada los datos clínicos. Su comienzo
fue muy variable en relación con
la fecha de iniciación de la radiote-
Fig. 3. Dila1aciones bronquiales afectando a
L.S.D. y segmentos adyacentes.
Fig. 2. Caso 2. Imagen caraaerís1ica de p11/111ón
irradiado.
rapia. En cinco casos la enfem1a comenzó
con sintomatología respira toria
(tos seca, o ligeramente productiva,
dolor torácico, sibilancias, o disnea
de esfuerzo) durante el tiempo en
que se estaba dando la radioterapia.
Esta sintomatología se suele interpretar
con frecuencia como debida a
un proceso catarral intercurrente lo
que hace suspender la radioterapia o
cambiar de técnica y lo que es Jo mismo,
permite ignorar la llamada de
atención que significa la sintomatología
existente y desemboca en la
producción de un pulmón actínico.
Después de nuestra revisión inicial'
en la que poníamos este hecho de evidencia
se ha cambiado Ja técnica convencional
por una técnica tangencial
con lo que parece haber disminuido
el número de casos que.llegan a nuestras
manos.
El intervalo de aparición de la sintomatología
es de meses en cuatro
casos (entre 3 y 8 meses) y es desconocido
en dos casos.
La sintomatología con que los
vimos se recoge a continuación:
Tos 9 casos
(!, 3, 4, 5, 6, 7, 9, 10, 11 )
Disnea de esfuerzo 8 casos
(1, 3, 5, 6, 7, 9, 10, 11)
Febrícula 5 casos
(3, 4, 5, 6, JO)
Dolor torácico 3 casos
(4, 5, 6)
Expectoración 4 casos
(1 , 3, 5, 6)
Expectoración hemoptoica 2 casos
(2, 8)
Disfagia i caso
(7)
Adelgazamiento 1 caso
(4)
En todos los casos la simomatología
era poco ruidosa, al menos en el
estadio crónico, que fue en el que los
vimos. Sólo en uno (caso 8) la enferma
acudió por un proceso neumónico
sobreañadido.
Como vemos gran parte de la sintomatología
tiende a señalar la participación
bronquial. Como contraste la
exploración física no muestra habitualmente
la presencia de los signos
fis icos con que suele expresarse dicha
participación bronqu ia 1 (estridor,
roncus, sibilancias, etc.).
la broncoscopia es muy poco demostrativa
aunque sólo la hemos
realizado en tres casos. las pequeñas
alteraciones de engrosamiento de la
mucosa con aspecto poco inflamatorio
y ligero redondeamiento de las
carinas son muy poco demostrativos.
Más interesantes nos parecen los
datos obtenidos en la radiología.
En la fase aguda hemos encontrado
una disminución del volumen pulmonar
en todos los casos menos en uno
de aquéllos en los que hemos podido
sorprender esta fase, con atracción
mediastínica y elevasión del diafragma.
En todos los casos menos uno de
elevación del diafragma, la curva diafragmática
estaba deformada, formado
un ángulo con el vértice hacia
arriba. Aunque no hemos comprobado
este extremo por punción hemos
sospechado la existencia de derrame
pleural en dos casos.
la imagen parenquimatosa mostraba
un velado difuso en todos los
casos junto a una imagen acinoso-no-
Fi_q. 4. A110111a/ía5 per((érira5. /11111.qm rn «¡>ei11r•.
J. LOPEZ MEJIAS Y COLS. - ALTERACIONES BRONCOGRAFICAS EN EL PULMON
RADIOTERAPTCO
dular exudativa que se acumulaba en
la zona perihiliar y anterior. En un
solo caso de los ocho en que pudimos
ver esta fase aguda había trazos de aspecto
fibroso coincidentes . con esta
imagen alveolar. En cambio no encontramos
broncograma aéreo más
que en dos casos aunque esto puede
depender de la calidad de las placas.
En la fase crónica suele desaparecer
el componente exudativo con lo que
se aclaran · 1os campos pulmonares.
Esta desaparición del componente
exudativo puede ser muy acentuada
y el pulmón puede llegar a parecer
normal o casi normal. Es constante la
presencia de reducción de volumen
con elevación del diafragma y atracción
del mediastino, como en la fase
aguda pero que pueden hacerse mucho
más intensas. En muchos de los
casos (7 de 1 O casos) el pulmón
muestra un patrón retículo nodular, a
veces con aréolas, es decir un patrón
fibrótico. Creemos que este patrón
fibrótico junto con el antecedente de
la radioterapia y la reducción unilateral
del volumen pulmonar constituyen
una tríada de valor diagnóstico.
(figs. 1 y 2).
las alteraciones broncográficas son
el objeto fundamental de este trabajo.
Tienen unas part icularidades bien definidas
por los siguientes caracteres:
1. Localización
a) Naturalmente la zona que ha recibido
mayor cantidad de rayos es
donde se encuentra el mayor número
de alteraciones. En nuestros casos
esta zona coincide con la región anterosuperior.
Por lo tanto los territorios
más afectados por las alteraciones
broncográficas serán los correspondientes
al segmento anterior del lóbulo
superior. Sin embargo estas alteraciones
no se limitan a esta zona sino
que pueden extenderse a regiones colindantes
es decir a la rama anterior
del segmento apical o a todo el segmento
apical y a la zona de la língula
o del lóbulo medio. En un caso (fig. 3)
hay una participación del mismo tipo
en el segmento 6, lo que nos ha parecido
dificil de explicar. Creemos
que la distinta sensibilidad de cada
sujeto o pequeñas diferencias en la
técnica o la incidencia de los rayos
podrían explicar esta diversa extensión
de la localización lesiona].
b) Dentro de cada segmento la localización
lesiona! parece ser más intensa
en la periferia que en su parte
proximal (fig. 4). las alteraciones
son más evidentes en los bronquios
Fig. 5. Bro11quiecrt1>ia> quí;ti<"•I> y á/í11drk11;.
Relleno de cavidad L.S. l. (?).
de calibre intermedio (bronquios
memJ:>ranosos) que en los gruesos o
cartilaginosos. Podemos suponer que
esta mayor evidencia no necesita ser
forzosamente una consecuencia de
una mayor intensidad lesiona! del
bronquio ya que el grosor de la pared
es distinto lo que puede conducir a
distintos grados de alteración broncográfica
con la misma cantidad de
lesión. Por otra parte las fuerzas de
tracción pulmonar que, dilatando el
· bronquio, ponen de manifiesto la lesión
broncográfica pueden ser distin-
Fi.q. 6. Rro11quiecrasias 11arico.1as.
ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOGIA. VOL. 10. NUM. 3, 1974
TABLAI
Anomalías broncográficas en el pulmón radioterápico.
Alteraciones aisladas de la pared bronquial
Traquea 1 caso
2 casos
4 casos
3 casos
Bronquio principal
Lobar superior
Lobar medio
Dilataciones
J. Varicosas
Bronquio posterior lob. su11C'rior
Bronquio apical Job. superior izq.
Bronquio apical Job. superior der.
Bronquio superior Job. medio o ling.
Bronquio inferior Job. medio o ling.
Bronquio apical Job. inferior
Bronquio anterior Job. inferior
3 casos (2-5-7)
4 casos (5-7-8-10)
8 casos (1-2-4-5-6-7-8-9)
s casos 0 -5-7-8-9)
4 casos (3-5-7-8)
1 caso (7)
2 casos (3-8)
2. Quísticas
Bronquio apical Job. superior
Bronquio apical Job. inferior
Br. anterior loba] superior
3. Cilíndricas
Lobar superior derecho ( 1 caso).
Estenosis
Bronquio posterior lobar superior
Lobar inferior
Desviaciones
Cavidades periféricas Dos casos ,
tas en cada una de estas zonas, central
y periférica. Tampoco podemos
establecer una correlación entre la intensidad
de las alteraciones parenquimatosas,
según las apreciamos en
la radiografía, y la de las alteraciones
bronquiales. En general parece que a
una mayor intensidad de las alteraciones
parenquimatosas corresponde
una mayor alteración broncográfica,
lo que resultaría lógico, pero aparte
de que no siempre lo hemos compro-
Fi,q. 7. Caso 8. Bronquiectasias varicosas muy
im¡>ortantes.
2 casos (3 -7)
1 caso (4)
1 caso (3)
1 caso
1 caso
bado pueden ponerse dos objecciones:
la primera es que las alteraciones parenquimatosas
son muchas veces difíciles
de cuantificar por su aspecto
radiográfico y la segunda es que dichas
alteraciones pueden ser debidas
no sólo a la radioterapia sino también
a trastornos secundarios, tal vez originados
en la propia alteración bronquial
(inflamaciones, retención de
secreciones, etc. .. ).
En resumen las lesiones son más
Fig. 8. Anomalías parietales características.
LD PD Z.. Ll :>t:.·f\.·[.): .''
'"! 1-x--f··
Fig. 9. Caso 11. Alteraciones parietales dijusas.
evidentes en los bronquios de 4.0 , 5.0
y 6.0 orden aunque pueden extenderse
en cierto número de casos hasta
bronquios más gruesos. Al hacerlo
cambia el patrón broncográfico, de
un tipo de dilatación más o menos
irregular, a una deformidad de la
pared, sin alteraciones (dilataciones)
del calibre bronquial.
En dos casos hemos conseguido
rellenar cavidades muy periféricas de
aspecto quístico que no sabemos si
calificar de bronquiectasias o de quistes
parenquimatosos con comunicación
bronquial amplia (fig. 5 ). La correspondencia
con las radiografías y
planigrafías y su aspecto regular sugieren
que puedan ser esto último.
2. Tipo de alteración
Hemos encontrado tres tipos de alteración
(tabla 1 ).
a) dilataciones más o ·menos acentuadas
con un aspecto que varía entre
el quístico y el varicoso (figs. 6 .y 7).
Constituyen la forma habitual en los
bronquios relativamente finos de 4.0 ,
5.0 y 6.0 orden. Su aspecto recuerda
mucho a las dilataciones que pueden
encontrarse en la tuberculosis con
apariencia de «alga del Japón» (crosne
du Japan) de las que deben diferenciarse
por la localización lesional.
cuando esta es típica y distinta de la
habitual en la tuberculosis y por la
falta de otros datos en favor del origen
tuberculoso. Debemos confesar
que en ocasiones esta diferenciación
puede ser imposible.
b) alteraciones simples de la pared. Se
trata de peque1i as irregularidades de
la pared del bronquio, parecidas a
las que pueden verse en la bronquitis
crónica. Es posible que pueda ser un
carácter diferencial el que sólo en un
caso (flg. 4) hayamos encontrado una
imagen en peine del tipo de las que
dan, en la bronquitis crónica, las dilataciones
de las glándulas bronquiales.
En realidad la alteración de la
pared se encuentra en todas las ramas
afectadas, tanto perifericas como centrales
pero en aquéllas dicha alteración
parietal tiene menos cuantía que
la dilatación mientras que en los bronquios
más proximales constituyen
todo el patrón broncográfico (figs. 8 y 9).
c) Desviaciones de los bronquios situados
fuera de la zona de máxima
intensidad lesiona!. En unos casos
esta desviación corresponde al desplaza
miento impuesto por la retracción
de la zona más afectada. En otros, sin
embargo, revisten un aspecto en ráfaga
o en rama de sauce barridas por
el viento que hacen pensar en la existencia
de engrosamientos pleurales
( figs. 1 o y 11 ) .
Además de estos tipos de alteraciones
hemos encontrado en un caso
unas bronquiectasias cilíndricas de
las ramas situadas lejos de la zona
más lesionada (fig. 12). No sabemos
si atribuir o no el origen de estas alteraciones
a la radioterapia o si considerarlas
como alteraciones asociadas,
sin relación d irecta con ellas.
Finalmente en dos casos hemos
encontrado estenosis bronquiales Ji-
Fig. l O. Desviación de los bronquios segmentarir
s.
J. LOPEZ MEJIAS Y COLS. - ALTERACIONES BRONCOGRAFICAS EN EL PULMON
RADIOTERAPICO
Fig. I l. A11911lació11 y n•1mcció11 bro11q11ial segmenta
ria.
mitadas al arranque de algunos bronquios
segmentarios o subsegmentarios.
En general no se encuentran en
el territorio afecto principalmente
aunque debemos suponer que también
se han producido por la acción
de los haces radioterápicos (fig. 13 ).
Resumen
Basándose en su experiencia sobre
once casos de pulmón radioterápico
producido por irradiación por neoplasia
de mama, tras la intervención, los
autores comentan algunos aspectos
clínicos y radiográficos. Hacen hincapié
en los aspectos broncográficos
del pulmón radioterápico.
Los trastornos broncográ íleos son
típicos:
En su localización, que se produce
con intensidad y frecuencia máximas
en la zona donde se acumulan las radiaciones,
es decir, en la zona ánterosuperior
en los casos estudiados. Dentro
de esta zona las alteraciones broncográficas
tienen su máxima intensidad
en los bronquios de mediano
calibre.
En su forma: se encuentran dilataciones
bronquiales varicosas en casi
todos los casos; quísticas en algunos y
cilíndricas en los menos, alteraciones
de la pared también en la mayor
parte y desviaciones y estenosis localizadas.
Los autores consideran que estas
alteraciones y su localización son de
valor diagnóstico.
Fig. J 2. Dilatacioms perij('ricas co11 escaso componeme
cemral.
Summary
BRONCHOGRAPHIC DISTURBANCES IN
THE RADIOTHERAP!C LUNG
The authors comment sorne of
the clinical and radiograph ic aspects
of radiotherapics lungs. These
comrnents are based on their experience
of eleven such cases where the
condition had been produced by
irradation by neoplasia of the ma-
Fi_q. J J. Caso J. Estenosis bronquiales localizadas.
ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOGIA. VOL. 10. NUM. 3, 1974
mary gland after intervention. They
emphasize the bronchographic aspects
of the radiotherapic lung.
Bronchographic disordes are
typical:
In their localization, which is
produced with maximum intensity
and frequency in zones of accumulated
radiation, that is, on our
cases under study, in the anteriosuperior
zone. In this zone bronchographic
disturbances were of maximum
intensity in the bronchioles of
medium calibre. In appearance, nearly
all cases present varicose bronchial
dilatations, cylindrical in few
cases and sorne with cysts, the majority
also present wall alterations,
deviations and localised stenosis.
The authors believe these alterations
and their localisation to be of
diagnostic value. ·
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