Hemos tenido la oportunidad de emplear un nuevo instrumento1 para la resección mecánica endoscópica traqueal, en un paciente con características especiales, y creemos interesante la experiencia y descripción de este procedimiento.Varón de 77 años, con hipertensión arterial y diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatía severa, fibrilación auricular y marcapasos. Bilobectomía (resección quirúrgica de 2 lóbulos pulmonares) media e inferior derecha en 2006 por carcinoma broncogénico. En 2011 nuevo carcinoma epidermoide en tráquea, que tratamos endoscópicamente con láser y stent metálico (Ultraflex®) de 18×40mm. Posterior quimioterapia y radioterapia. En marzo de 2014 fue necesario someterlo a intervencionismo broncoscópico para resecar granulomas del extremo distal de la prótesis, que ocluían más del 75% de su luz. Procedimos a la resección mecánica de los mismos con el Straightshot® M4 Microdebrider (37cm de longitud por 4mm de diámetro, con punta de 15° de angulación), a través de un traqueoscopio rígido de Efer-Dumon® de 13,20mm de diámetro. La intervención duró 35min, y el postoperatorio fue satisfactorio. Hasta el momento actual, agosto-2015, continúa revisiones sin recidivas (fig. 1).
Este instrumental, muy conocido en otorrinolaringología y en cirugía de la base del cráneo, apenas ha sido empleado en vía aérea inferior. Básicamente consiste en una punta giratoria conectada a una consola de control. Entre sus ventajas, permite una disección muy rápida del tejido; al tiempo que reseca aspira, manteniendo limpio el campo quirúrgico la mayor parte del tiempo; el anestesista puede aportar toda la fracción inspiratoria de oxígeno (FiO2) que necesite el paciente. Están comercializados diversos terminales, que permiten resecciones de menor o mayor envergadura según el tamaño de la lesión, la precisión necesarias y el modo corte Skimmer®Blade, e incluye también una punta rotatoria en dientes de sierra TriCut®Blade de 2,9 o 4mm de diámetro.
La velocidad de rotación es controlada manualmente o por pedal (1.500 a 5.000rpm). Como inconvenientes, su longitud (37cm) limita su campo de acción a tráquea y bronquios principales. Al ser un instrumento rígido, no es posible usarlo con broncoscopia flexible. Ha sido usado tanto en lesiones malignas como benignas2,3. La bibliografía encontrada al respecto es toda extranjera, y no tenemos noticia de que haya sido utilizada en la vía aérea inferior, en nuestro país.
El motivo principal que nos decantó por el microdebridador fue que el paciente sufría una alteración espirométrica con patrón mixto severo, y necesitaba de altos requerimientos de oxigenoterapia para mantener saturaciones de oxígeno seguras. Como sabemos, los procedimientos endoscópicos de termoablación (láser, electrocauterio, argón-plasma), exigen FiO2 bajas, por el peligro de ignición. Además, la resección mecánica resulta más rápida, con lo que el tiempo anestésico se acorta bastante, dato a tener en cuenta en enfermos con baja reserva cardio-respiratoria. Nuestro paciente portaba un marcapasos permanente, lo cual impide el uso de electrocauterio bronquial. La alternativa hubiera sido la crioterapia, de la que no disponemos en nuestro centro.
En resumen, pensamos que la debridación mecánica con este dispositivo abre nuevas posibilidades a las ya tradicionales de ablación térmica, cuando estas no están disponibles o su empleo no resulta seguro.