Desde que en 1972 Rick Demont perdiera su medalla de oro en Munich por tomar una medicación no permitida, la legislación antidopaje en el ámbito del asma y el deporte se ha ido adecuando cada temporada para ser más concisa y facilitar la vida del deportista con asma y como no, la del médico que prescribe la medicación. Desde enero del 2013 se puede tratar el asma sin grandes limitaciones y sin necesidad de elevar una solicitud a organismos deportivos oficiales1,2. Pero, hay que leer la normativa, porque la permisividad se fundamenta en una terapia adecuada. En ese sentido, el apartado S3 sobre la normativa reza lo siguiente3: «Se prohíben todos los beta-2 agonistas selectivos y no selectivos, incluidos todos sus isómeros ópticos. Incluidos, entre otros: fenoterol; formoterol; higenamina; indacaterol; olodaterol; procaterol; reproterol; salbutamol; salmeterol; terbatulina; vilanterol. Excepto: salbutamol inhalado: cantidad máxima 1.600 mcg en 24 h, sin superar los 800 mcg cada 12 h. Formoterol inhalado: dosis máxima administrada 54 mcg en 24 h. Salmeterol inhalado: cantidad máxima 200 mcg en 24 h. Que se corresponde a unos rangos de dosis superiores a las terapéuticas de los tres. Se presumirá que la presencia en la orina de una concentración de salbutamol superior a 1.000 nanogramos por mililitro o de formoterol superior a 40 nanogramos por mililitro no corresponde a un uso terapéutico intencionado de la sustancia y se considerará un resultado analítico adverso (AAF), a menos que el deportista demuestre mediante un estudio farmacocinético controlado que este resultado adverso fue consecuencia del uso de la dosis terapéutica (por inhalación) que alcanzaba la dosis máxima indicada supra». Es decir, se permite salbutamol, salmeterol y/o formoterol asociado o no a cualquiera de los corticoides inhalados del mercado farmacéutico a dosis terapéuticas. En esos casos no hay que enviar ninguna solicitud, solo dedicarse al paciente. Si se considera que precisa un broncodilatador de los que no están permitidos por razones terapéuticas propias de la idiosincrasia personal, de evolución con terapias previas, adherencia, sensaciones o comodidad de uso, etc. se deberá justificar la razón de esa decisión y aportar la documentación que demuestre que el sujeto es asmático y que padece una labilidad bronquial real, mediante una solicitud de autorización terapéutica (AUT). En ella se deberá demostrar primero, mediante informes precisos y pruebas clínicas avaladas la enfermedad que se padece4; segundo, que la sustancia prohibida o método en cuestión es necesario para tratar un problema médico agudo o crónico de tal naturaleza que la salud experimentaría un deterioro significativo si no fuera tratado; tercero, que no existe una alternativa terapéutica razonable al uso de la sustancia prohibida y cuarto, que es muy improbable que el tratamiento pueda producir una mejora de su rendimiento superior a la que podría preverse al regresar a su estado de salud normal5. La razón de que algunos agonistas beta2 no estén permitidos no es un capricho o una maniobra económica de grupos de presión, se basa en el cuarto punto de las condiciones para solicitar una AUT y es porque estas sustancias a dosis terapéuticas sí tratan el asma, pero en concentraciones elevadas, además, ofrecen un efecto ergogénico diverso6,7 que es utilizado con fines antiéticos por algunos individuos.
La eficiencia de nuestro trabajo como médicos se traslada a la de todos aquellos a quien alcanza, al paciente, a su familia, los organismos deportivos, los compañeros que nos ayudan a hacer las pruebas complementarias, o los que valoran las solicitudes. Una AUT no es un trámite. No basta con rellenar un formulario de solicitud. Es una solicitud oficial, seria, para permitir tomar una medicación y debe ser completa y bien argumentada. En ella, será necesario adjuntar pruebas complementarias que afectan a diversos profesionales, en las que los resultados no siempre son los deseados8, hay justificar los puntos expuestos que condicionan la solicitud y cumplimentar un documento oficial. En definitiva, hay que dedicar calidad en el trabajo y tiempo. Es también perentorio matizar que una AUT no es un documento para presentar «por si acaso» y tramitarlo porque se ha oído que «estas medicaciones pueden dar dopaje». Las medicaciones para el asma y para otras patologías o son dopaje o no lo son, o pueden devenir un control de resultado adverso en unas condiciones determinadas. Cualquier solicitud la evalúa cada uno de los miembros de la Comisión de Autorizaciones Terapéuticas de la Agencia Española Antidopaje y Protección de la Salud del Deportista (CAUT) y genera dedicación de diversas personas a la vez que ciertos trámites administrativos. La CAUT no juzga los tratamientos per se, juzga si la solicitud de ese tratamiento, que está refrendado por un médico especialista, cumple los requisitos adecuados para permitir al deportista utilizar una sustancia prohibida que, si bien facilitará entrenar y competir en condiciones de salud similares a sus compañeros en una competición limpia, también puede beneficiarle en su rendimiento9. Este nivel comentado de calidad no siempre se observa. Como se ve en la tabla adjunta (tabla 1), de un total de 465 solicitudes realizadas durante el año 2015, 131(28,2%) eran de agonistas beta, y de estas 61(46,6%) no procedía hacerlas. Por otra parte, en una de cada cuatro de las 69 correspondientes a terbutalina, se solicitó la subsanación pidiendo un informe más completo, o razonando sobre todo los puntos 2.° y 3.° antes indicados. Abundo en este aspecto pues el tercer punto es el que hay que justificar más, pues existe tratamiento alternativo a la misma, y el cuarto es el que impide que algunos broncodilatadores no estén permitidos y precisen AUT10,11. Con respecto al total de las solicitudes de uso de corticoides en relación con el asma, cerca del 100% no son procedentes dado que son tratamientos y vías de administración permitidas. En resumen, de 202 solicitudes relacionadas con el tratamiento del asma formalizadas por neumólogos, alergólogos, pediatras, médicos de familia, médicos generalistas y médicos del deporte, 132(65%) no eran necesarias y 21(10%) hubo que repetirlas. Seguro que lo sabemos hacer mejor.
Características de las resoluciones de las autorizaciones terapéuticas valoradas por la Comisión de Autorizaciones Terapéuticas de la AEPSAD durante el año 2015
Autorizaciones terapéuticas resueltas año 2015 -n: 465- | |||||
---|---|---|---|---|---|
Beta2 agonistas | Solicitudes | No procede | Subsanación | Concedida | No concedida o desestimada |
Formoterol | 23 | 23 | |||
Salbutamol | 31 | 31 | |||
Salmeterol | 7 | 7 | |||
Terbutalina | 69 (52,6%) | 17 (24,6%) | 39 (56,5%) | 13 (18,8%) | |
Vilanterol | 1 | 1 (100%) | |||
Total | 131 | 61 (46,6%) | 17 (13%) | 40 (30,5%) | 13 (9,9%) |
Corticoesteroides | Solicitudes | No procede | Subsanación | Concedida | No concedida o desestimada |
---|---|---|---|---|---|
Prednisona | 36 | 2 | 31 | 5 | |
Budesonida | 27 | 24 (88,9%) | 1 | 3 | |
Fluticasona | 27 | 26 (96,3%) | 1 | 1 | |
Metilprednisolona | 25 | 1 | 23 | 2 | |
Dexametasona | 23 | 2 | 21 | 2 | |
Betametasona | 15 | 10 (66,7%) | 2 | 4 | 1 |
Deflazacort | 15 | 15 | |||
Triamcinolona | 9 | 6 | 2 | 3 | |
Beclometasona | 8 | 7 (87,5%) | 1 | ||
Mometasona | 3 | 3 (100%) | |||
Ciclesonida | 1 | 1 (100%) | |||
Metilprednisona | 1 | 1 | |||
Otros | 2 | 2 | |||
Total | 192 | 77 (40,1%) | 11 (5,7%) | 103 (53,6%) | 12 (6,3%) |
Se indican los porcentajes de las más importantes. Las relativas a betametasona y budesonida no son solo para el asma y pertenecen también a terapias antiinflamatorias de otros sistemas. De las correspondientes a asma no se denegó ninguna.