El empiema posneumonectomía (EPN) es una entidad grave asociada generalmente a altas tasas de morbimortalidad postoperatorias. La etiología más frecuente es la contaminación bacteriana secundaria a una fístula broncopleural. La infección secundaria a otras etiologías intratorácicas como mediastinitis, neumonía y la relacionada a diseminación hematógena de causas extratorácicas, son menos frecuentes.
Se presenta el caso de un paciente neumonectomizado quien presentó un empiema en la cavidad torácica residual en el contexto de una bacteriemia posterior a una videocolonoscopia. Según nuestro conocimiento, hasta el presente, no existen reportes en la literatura de casos de empiema pleural como complicación de una colonoscopia.
Paciente de sexo masculino, de 63 años de edad, con antecedente quirúrgico de neumonectomía derecha por videotoracoscopia desde hace 2 años debido a un carcinoma escamoso de pulmón, sin evidencia de recidivas hasta la actualidad.
Después de una videocolonoscopia, el paciente presentó un episodio de fiebre y bacteriemia, asociado a dolor y tumefacción en hemitórax homolateral a la neumonectomía. Se realizó una toracocentesis de líquido pleural y hemocultivos, los cuales fueron compatibles con empiema y bacteriemia por Escherichia coli, respectivamente.
Al ingreso en el servicio de urgencias de nuestra institución, el paciente se encontraba febril, con disnea, hipotensión arterial, taquicardia y taquipnea, leucocitosis en análisis de sangre, y en la tomografía multipista de tórax un absceso en toda la cavidad pleural remanente con compromiso de la pared torácica suprayacente (fig. 1). Se realizó su estabilización hemodinámica y posteriormente toilette pleural por videotoracoscopia. El paciente evolucionó favorablemente, otorgándose el alta hospitalaria al 10.° día del postoperatorio.
Los principales factores asociados con EPN están relacionados a complicaciones postoperatorias1 como la fistula broncopleural, o a eventos intra-operatorios como la contaminación de la cavidad pleural, presentándose generalmente en las primeras semanas poscirugía. Su presentación después de un año posneumonectomía fue descrita como EPN tardíos, y son extremadamente infrecuentes2. En esta entidad se evidencia infección de la cavidad torácica residual debido a diseminación bacteriana por vía hematógena de algún foco séptico a distancia. Nuestro paciente presentó un cuadro clínico de empiema de la cavidad residual secundario a un episodio de septicemia tras la realización de una videocolonoscopia. Las principales complicaciones de las endoscopias del tubo digestivo son diversas, siendo las más frecuentes, el dolor poscolonoscopia, la perforación intestinal y la hemorragia digestiva3. Si bien están descritas complicaciones sépticas tras el pasaje de gérmenes del tubo digestivo hacia el torrente sanguíneo4, estas son infrecuentes.