Hemos leído con interés una carta firmada por los doctores Entrenas-Costa y Entrenas-Castillo1 en la cual señalan que se debería «corregir» la clasificación de la dosis de 100μg de furoato de fluticasona (FF) una vez al día (OD) que figura en la guía GEMA como dosis media2 y sustituirla por la clasificación que hace la guía GINA como dosis baja1.
GEMA es una guía de práctica clínica en la que participan expertos independientes de 15 sociedades científicas diferentes2. La clasificación de 100μg de FF OD como dosis media está basada en la evidencia y es consistente con la ficha técnica autorizada de FF3 y con la clasificación incluida en otras guías relevantes internacionales, como las de Reino Unido (SIGN 158) y Australia (Australian Asthma Handbook). Debido a las pocas comparaciones directas disponibles con FF y otros glucocorticoides inhalados, particularmente a dosis bajas, es difícil establecer la dosis equipotente (equivalente en eficacia y seguridad) exacta de FF. De acuerdo a su ficha técnica en asma, una dosis diaria de 100μg de FF es aproximadamente equivalente a 250μg de propionato de fluticasona (PF) 2veces al día (BID, dosis media), mientras que 200μg de FF una OD es aproximadamente equivalente a 500μg de PF BID (dosis alta)3. No se dispone de una dosis baja de FF autorizada en asma. La evidencia de eficacia y seguridad con 50μg de FF OD en asma leve-moderada es escasa e inconsistente, aunque al menos uno de los estudios publicados indica una eficacia superior a placebo y aproximadamente similar a la de la dosis baja de PF (100μg BID) en asma leve4.
Con respecto a la seguridad, los autores comentan que la dosis de 100μg de FF no suprime el cortisol, basándose en un modelo farmacocinético/farmacodinámico y en datos limitados de un estudio a 6 semanas1. No obstante, en un estudio de 52 semanas de duración en 503 adultos y adolescentes con asma específicamente diseñado para evaluar seguridad, la excreción urinaria de cortisol en 24 h con la dosis media de 100μg de FF OD fue similar a la obtenida con la dosis alta de 500μg de PF 2 BID al año de tratamiento, y alrededor de un 10% de los pacientes tratados con 100μg de FF presentaron niveles persistentemente bajos de cortisol urinario (<40 nmol/24h) durante el tratamiento5. Todos los glucocorticoides inhalados presentan riesgo de efectos adversos sistémicos (por ejemplo, neumonía, supresión del eje córtico-adrenal, osteoporosis, glaucoma, etc.) y locales (candidiasis, etc.), todos ellos dosis-dependientes.
Por todo lo expuesto, mientras no se disponga de nuevos datos, consideramos que la clasificación de la dosis de 100μg de FF como dosis media es la opción más correcta y prudente. El tratamiento de mantenimiento del asma debe realizarse con la dosis mínima necesaria para mantener el control de la enfermedad2 para minimizar así el riesgo de efectos adversos.