Varón de 56 años que consultó por la aparición de una masa en el orificio de una toracostomía abierta permanente secundaria a un empiema tuberculoso desde hacía 15 años. El paciente presentaba un síndrome general muy marcado y una caquexia importante. En la exploración física se apreciaba dicha masa en el orificio de la toracostomía (fig. 1). En la TAC torácica se objetivó una gran tumoración heterogénea extrapulmonar de 13×7×6cm. La biopsia con aguja gruesa confirmó que se trataba de un carcinoma escamoso infiltrante bien diferenciado.
El tumor presentó un crecimiento muy rápido y agresivo ocupando todo el orificio de la toracostomía en apenas unos días. El paciente presentó graves complicaciones y un dolor difícil de controlar que le condujeron a un mayor deterioro clínico, precisando cada vez más medidas paliativas hasta que finalmente falleció.
Los tumores de pared torácica sobre una toracostomía son extremadamente infrecuentes. Apenas hay descritos casos en la literatura1,2. En todos habían transcurrido años desde la cirugía hasta la aparición de la lesión1,2, de ahí la importancia del seguimiento a los pacientes portadores de toracostomías. Suelen ser de estirpe escamosa1,2 y difícilmente tratables por el inusual escenario en el que se desarrollan.