La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neuromuscular caracterizada por una degeneración progresiva de las neuronas motoras. Debido al mal pronóstico de la enfermedad, un manejo integral del paciente se ha demostrado como factor fundamental, junto al inicio precoz de la ventilación mecánica no invasiva (VMNI), para prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida1.
Hemos leído con interés el artículo original de Sanjuán-López P, et al.2, que refleja la importancia de una asistencia neumológica integral y que permite detectar las posible carencias existentes. Sin embargo, creemos que deberían tenerse en consideración algunos aspectos reflejados en el estudio:
- 1.
La no inclusión en el estudio de pacientes manejados de manera ambulatoria limita la extrapolación de los resultados de evolución y supervivencia, puesto que al incluir solo a pacientes que han precisado ingreso hospitalario se está seleccionando a un subgrupo de pacientes que probablemente presenten una situación clínica más grave que los manejados en el domicilio. Por este motivo, hubiera sido interesante haber incluido al subgrupo de pacientes que tuvieron un manejo ambulatorio, indicando los criterios utilizados para el inicio de la VMNI y la evolución de estos pacientes.
- 2.
Según describen los autores, el inicio de la VMNI de los pacientes incluidos en el estudio se realizó en base a criterios de insuficiencia respiratoria, no teniendo en cuenta que la indicación de la VMNI actual en pacientes con ELA se establece en base a criterios clínicos y estudios de función pulmonar3. En este sentido, cabe destacar que solo 30 de los 43 pacientes en los que se inició la VMNI durante el ingreso presentaban estudios de función pulmonar previa, lo que apoya la idea de que en muchos de los casos el inicio de la VMNI se realizó de manera tardía, pudiendo repercutir en los datos de evolución y supervivencia descritos en el artículo. Este aspecto es importante puesto que la ventaja de iniciar la VMNI mediante una evaluación neumológica precoz radica, por un lado, en la mayor probabilidad de poder manejar a los pacientes desde consultas, manteniendo una relación estrecha entre domicilio y atención hospitalaria4 y, por otro lado, en una mejoría en la calidad de vida y supervivencia. De esta forma, el ingreso hospitalario quedaría limitado a situaciones más complejas como pueden ser la desadaptación a la VMNI o complicaciones derivadas de la evolución de la enfermedad.
Consideramos que en este sentido se debe destacar el papel del neumólogo y la existencia de una unidad multidisciplinar como herramienta esencial, de tal manera que nos permita realizar una valoración integral del paciente y una evaluación neumológica precoz que nos permita un adecuado manejo del paciente, lo cual se traduce en una mejor calidad de vida y supervivencia5.