La elección de especialidad por los egresados de las facultades de medicina está condicionada por los resultados obtenidos en el examen MIR (Médico Interno Residente) y se ha convertido en un índice tanto de la calidad de la formación universitaria como del prestigio de las distintas especialidades. Aunque existen numerosos factores que determinan la elección de especialidad, y los resultados del examen son fundamentales, la formación recibida en el grado es uno de los factores determinantes, muy difícil de valorar por la gran disparidad del proceso formativo en las distintas universidades1, lo que impide conocer el peso concreto de la formación recibida en la elección de especialidad.

La Neumología es una especialidad mucho menos conocida de lo que debería, por la prevalencia de las enfermedades respiratorias y por su nivel de desarrollo2. El objetivo de nuestro estudio ha sido valorar el impacto de la formación práctica de Neumología en el conocimiento y las preferencias de los alumnos por la especialidad, una vez cursada la asignatura Aparato Respiratorio y Tórax.

El estudio incluye una encuesta anónima realizada antes y después de la rotación de 3 semanas por el Servicio de Neumología, con 2 ítems destinados a valorar el conocimiento y la preferencia global por la especialidad antes y después de la rotación, en una escala numérica de 1 a 10 puntos. Los datos se codificaron en una hoja Excel y se exportaron al programa SPSS 22.0, aplicando los test pertinentes en función de las variables. Contestaron la encuesta 232 alumnos de un total de 240 que realizaron la rotación en el Servicio de Neumología durante los cursos 2015 a 2017. Se trataba de 139 mujeres y 93 varones, con una edad media de 21±1,6 años.

La tabla 1 recoge el conocimiento y la preferencia antes y después de rotar por el servicio. El conocimiento previo es de 6,61 y el final, de 8,27. Se observa un incremento medio del conocimiento de 1,66 puntos, estadísticamente significativo (p<0,01). La diferencia es positiva en todos los cursos, sin diferencias en función del curso de la rotación (cuarto, quinto o sexto). Por lo que respecta a la preferencia, la inicial es de 5,18 (IC 95% 4,8-5,5), con diferencias significativas entre los cursos, siendo esta mayor en los alumnos de cuarto y menor en los de sexto. Al finalizar la rotación la preferencia es de 5,86, observándose un incremento de 0,68 puntos (p<0,01). Esta variación de la preferencia fue positiva en todos los cursos, sin diferencias significativas entre ellos.

Para valorar la influencia del conocimiento previo sobre la preferencia por la especialidad se establecieron 2 puntos de corte del conocimiento inicial en 6 y 8 puntos. En ambos casos se observó un mayor aumento de la preferencia (p<0,01) entre los alumnos con un conocimiento inicial menor de la especialidad.

La enseñanza teórica es fundamental para el conocimiento de la especialidad por parte de los alumnos, pero la formación clínica práctica es «la piedra angular de la enseñanza de la medicina»3 y está condicionada por las características de los servicios por los que rote cada alumno4,5, que están organizados en función de las necesidades asistenciales y no de las docentes, lo que provoca distorsiones importantes y, aunque tanto la formación teórica como la práctica no sean factores absolutamente determinantes a la hora de elegir la especialidad6, sí que condicionan dicha elección, por lo que la docencia de grado es una oportunidad para mejorar el posicionamiento de la Neumología.

En nuestro estudio se puede observar como a pesar de haber cursado la asignatura Aparato Respiratorio y Tórax el conocimiento de la especialidad por parte de los alumnos es limitado (6,6 puntos) y la preferencia lo es aún más (5,18 puntos). Sin embargo, la rotación por Neumología ofrece la posibilidad de mejorar el conocimiento de la especialidad y la preferencia por la misma, y ello sucede tanto en alumnos que aún no han rotado por otros servicios/especialidades (alumnos de cuarto curso) como en los que ya han realizado dichas rotaciones (alumnos de quinto y sexto curso).

Como ya hemos señalado al describir los resultados, las variaciones en el conocimiento y la preferencia de la especialidad son mayores en aquellos alumnos con un conocimiento previo menor de esta, es decir, que aquellos alumnos que puntuaban inicialmente su preferencia por la Neumología con un valor más bajo presentan un mayor aumento de la preferencia por esta especialidad al aumentar su conocimiento de la misma, y lo mismo sucede en sentido inverso, aquellos con una menor preferencia inicial aumentan significativamente su conocimiento y su preferencia.

Aun asumiendo que la formación durante el grado no es el factor determinante a la hora de elegir una especialidad y que existen numerosos factores de tipo personal, académico, profesional, geográfico, etc., que influyen en dicha decisión, no cabe duda de que es uno de los factores, sino el único, sobre el que podemos influir. Por eso, en nuestra opinión, la mejora de la formación teórica y, especialmente, de la formación práctica debe constituir un objetivo de todos los miembros de SEPAR implicados en la formación de grado.

Lamentablemente el número de neumólogos implicados en la formación teórica es reducido, pero, en cambio, el número implicado en la formación práctica, que tiene lugar en los hospitales, es mucho más amplio, lo que ofrece una posibilidad de mejorar no solo la formación clínica, sino también la percepción de la especialidad. Presentando las prácticas clínicas, en palabras de los alumnos7, mucho margen de mejora, constituyen una oportunidad de oro para mostrar al alumno la integralidad de nuestra especialidad. Resulta, pues, necesario continuar reflexionando acerca de las mejoras que es necesario implementar en la formación práctica de los alumnos de grado, no solo para mejorar su formación en competencias, sino también para ser capaces de mostrar el atractivo de nuestra especialidad de cara a mejorar su posicionamiento frente a otras especialidades.