Clínica Tisiológica de la Universidad de Sassari
Director: Profesor C. Grossi
La sarcoidosis pulmonar*
Profesor C. Grassi
En los últimos decenios han ido adquiriendo
mayor importancia algunas afecciones
pulmonares, cuya sintomatología en
otros tiempos permanecía oculta en el gran
grupo de enfermedades tuberculosas o bien
no er¡¡n descubiertas ni diagnosticadas debido
a su escasa "1 poco caracte rísti ca sintomatología.
La sarcoidosis pulmonar (Sarc. pulm.) o
enfermedad de Besnier-Boe ck-Schauman
(B.B.S.) ocupa un puesto primordial entre
todas estas enfermed ades por su gran frecuencia,
por el gran interés de su sintomatología
clínica y por su etiopatogénesis,
que es un problema aún no resuelto.
La Segunda Conferencia Internacional
sobre Sarcoidosis ha propuesto la siguiente
definición:
" La sarcoidosis es una enfermedad sistemática
granulomatosa con retiología y
patogénesis indeterminada. Afecta con
mayor frecuencia a las glándulas linfáticas
del mediastino y de la periferia, a los pulmones,
el hígado, el bazo, la piel, los ojos,
las falanges y las glándulas parótidas, pero
pudiendo además localizarse también en
otros tejidos u órganos.
La reacción de Kveim es a menudo positiva,
la sensibilidad tuberculínica está a
menudo atenuada y constituyen importantes
datos de laboratorio la hipercalciuria y
la hiperglobulinemia.
Es pactognomónico el característico aspecto
histoló¡:¡ico de los tubérculos eoite-
• Recibido el 9-VI-72.
lioides con necrosis poco acentuada o ausente;
deben ser excluidas la tuberculosis.
las infecciones micóticas, la berioliosis y
las reacciones sarcidóticas locales.
El diagnóstico se basa en un cuadro clínico
de tipo sarcoidótico y en el resultado
positivo de una biopsia o de una reacción
Kveim. "
Quiero subrayar la especial importancia
que tiene diferenciar la sarcoidosis sistémica
de las reacciones sarcoido-similares
provocadas por agentes conocidos.
También Israel y Sones afirman en su
definición de la enfermedad: " Dado que los
característicos tubérculos epitelioides pueden
ser parecidos a los granulomas de la
tuberculosis, de la beriliosis y de las enfermedades
micóticas, el diagnóstico no puede
ser hecho únicamente sobre la base histológica:
debe ser demostrada la afectación
sistemática y deben excluirse otras causas
que pudieran oroducir sarcoidosis locales."
Los datos epidemiológicos son de difícil
valoración, dado que, y sobre todo, porque
la enfermedad es relativamente poco frecuente
y, consecuentemente a menudo el
número de las observaciones es muy exiguo
para una correcta estadística; en segundo
lugar porque al menos una parte de
las distintas incidencias de los casos diagnosticados
en los varios países depende
del distinto grado de conocimientos sobre
la enfermedad por parte de los médicos y
515
también de la eficiencia de los serv1c1os
sánitarios. En fin, teniendo en cuenta que
la afección es muy a menudo asintomática,
las exploraciones radioscópicas generales
son las que permiten el descubrimiento y
el diagnóstico de numerosos casos de sarcoidosis
pulmonar.
A pesar de todas las reservas antes
mencionadas. es posible tener un cuadro
general de la distribución de esta enfermedad
en el mundo. Mientras es rara su aparición
en la zona ecuatorial, es bastante
frecuente en los climas templados o subpo- ,
lares. Por otra parte, hemos de preguntarnos
si el aumento del número de casos
diagnosticados refleja un aumento real de
la enfermedad como consecuencia del
avance de los medios diagnósticos o del
mayor conocimiento de esta forma morbosa.
SEXO
La sarcoidosis parece ser más frecuente
en el sexo femenino.
EDAD
La sarcoidosis se diagnostica muy a
menudo entre los veinte y los cuarenta
años. De todas formas. ninguna edad está
exenta de sarcoidosis, siendo poco frecuente
en los niños, salvo en la raza negra.
RAZA Y SARCOIDOSIS
Gran importancia parece tener en la sarcoidosis
el factor racial. Todos los autores
están de acuerdo en reconocer que en
Norteamérica la enfermedad afecta a los
negros más frecuentemente que a los blancos.
LAS AREAS ENDEMICAS
Un especial interés ha tenido la delimitación
en los Estados U nidos de presuntas
"áreas endémicas" de sarcoidosis, en las
cuales se dieron características ecológicas
iguales y que, en cambio, no se observaron
516
en áreas adyacentes y clasificadas como
" no endémicas" (Dunner y Williams).
Los intentos de relacionar determinadas
situaciones ambientales. suelo, clima, vegetación,
con la aparición de sarcoidosis no
han tenido mucho éxito.
CONDICIONES DE VIDA Y SISTEMAS
DE ALIMENTACION
Ninguna conclusión definitiva han conseguido
establecer hasta ahora las investigaciones
encaminadas al estudio de las condiciones
de vida y de los hábitos alimenticios
de los sarcoidóticos en comparación
con los de los correspondientes grupos de
control. De ello resulta que la sarcoidosis
no está influenciada por particulares factores
sociales.
En vista de que el uso. · o viceversa, la
abstención, de determinados alimentos
pueden tener alguna relación con el problema
de la sarcoidosis, ha sido considerada
recientemente la eventualidad de que la
ingestión de leche cruda actúe como portadora
de micobacterias atípicas, la importancia
de las cuales en la génesis de la
sarcoidosis discutimos en otro lugar de
esta ponencia.
En conjunto, debe reconocerse que los
estudios sobre las relaciones epidemiológicas
entre sarcoidosis y tuberculosis no ha
llegado a ninguna conclusión definitiva.
ASPECTOS ANATOMO-PATOLOGICOS
Caracteristicas histológicas del nódulo
sarcoidótico
El nódulo sarcoidótico está constituido
por acúmulos de células epitelioides pálidas.
con un núcleo vesiculoso, nucleolado,
entre las cuales aparecen, en número variable,
células gigantes plurinucleadas en parte
del tipo de células de Langhans y en
parte del tipo de células !=li!=lantes de cuerpo
extraño; a1reaedor de las células epnelioides
se hallan linfocitos y células plasmáticas
en número inferior al halo linfoplasmocelular
del granuloma tuberculoso.
En el nódulo sarcoidótico falta casi siempre
la necrosis caseosa. pero en la parte central
hay a menudo material necrótico intensamente
eosinófilo con ll~P.cto fibrinoide.
Se encuentra muy frecuentemente material
hialino en el conjunto de los nódulos
sélr.-:oidóticos.
La gran frecuencia de hialinosis en la
sarcoidosis podría ser indicio de que la
enfermedad afecta solamente a los individuos
que tienen respuestas inmunológicas
anormales. ya sea por constitución o por
efecto del agente causal.
Las células gigantes contie nen cuerpos
incluidos de distintos tipos en el 10-30 por
1 00 de los casos.
Los cuerpos concoides (cuerpos de
Schauman, cuerpos calcificados) (figura 1 O)
están constituidos por material extremadamente
basófilo. Los cuerpos asteroides son
inclusiones celulares estrelladas o especulares.
del diámetro de cinco-diez micras.
con aspecto "en telaraña". Un tercer tipo
de cuerpos incluidos está constituido · por
las "centrosferas", formaciones vasculares
homogéneas caracterizadas por la propiedad
de dividirse activamente.
Aplas ha observaao, en 1as Células epnelioides
y en los histiocitos de granulomas
sarcoidóticos. inclusiones granulares intracitoplasmática
s, "parasitarias", incluyendo
la posibilidad que estuvieran en rela ción
con el agente etiológico de la sarcoidosis.
Es especialmente importante, por su significado
biológico. la demostración de
semejanza entre el nódulo sarcoidótico y el
nódulo del test de Kveim, por cuanto constituye
uno u otro argumento a favor de la
especificidad de dicho test. En efecto. el
contenido proteolipídico y enzimático es
idéntico.
Por otro 1aao. Siltzbach aplicando el
método de la inmunofluorescencia en biopsias
cutáneas por test de Kveim y en linfocitos
sarcoidóticos. ha puesto igualmente
en evidencia alrededor y en el interior de
los granulomas. la presencia de fibrinógeno.
pero no de gammaglobulinas ni complementos.
También las observaciones infraestructurales
están a favor de la identidad biológica
entre sarcoidosis espontánea y granuloma
de la reacción de Kveim.
Á de Bronconeumologia 6 · 3
Diagnóstico diferencial
El criterio morfológico para el diagnóstico
ue sarcoidosis. diferenciado de la tuberculosis,
tiene siempre presente que en todos
los campos histológicos el granuloma sar::
oidótico presente la misma estructura,
dimensiones y e_volución con acentuada
deposición de sustancia hialina. mientras
en la tuberculosis los granulomas tienen
forma y dimensiones muy variables con
necrosis caseosa más o men.os amplia,
neta tendencia a la cicatrización, formación
de fibrina entre los grupos de células epitelioides
y necrosis central.
En la sarcoidosis la necrosis caseosa
está ausente y la necrosis fibrinoide, cuando
existe, tiene una posición central. La
presencia de cuerpos incluidos. particularmente
de cuerpos concoides. da al diagnóstico
una mayor seguridad. pero no tiene
valor de especificidad.
Sarcoidosis pulmonar
Tomamos ahora en consideración los
cuadros anatomopatológicos de la sarcoidosis.
La localización pulrr10nar. o mejor, hiliomediastinopulmonar,
representa la forma
más frecuente de sarcoidosis constituvendo.
solamente esta f orma. más del 1::10 por
1 00 de los casos.
En las formas hiliares aparece engrosamiento
bilateral de los glóbulos linfáticos
hiliares y traaueobronquiales.
En la forma parenquimatosa diseminada,
de tipo hematógeno, los nódulos sarcoidóticos
aparecen distribuidos regularmente
por el pulmón, en forma de elementos miliariformes
(micronódulos) o bien más grandes
(macronódulos).
En la forma parenquimatosa de grandes
nódulos los pulmones están sembrados de
estructuras nodulares de un diámetro que
llega a varios centímetros. hialinizadas en
el centro, y con granulomas en evolución
en la periferia.
La forma parenquimatosa estriada se
establece por difusión retrógrada a lo largo
de los linfáticos (difusión hiliodistal, según
Uehlinger) de los nódulos sarcoidóticos.
517
Formación de . cavernas. La constitución 1
de cavernas en el curso de una sarcoidosis
es rara, pero se ha demostrado algunos
casos.
Sarcoidosis bronquial. El conocimiento de
la afectación de la mucosa bronquial en la
sarcoidosis es relativamente reciente.
Con Uehlinger consideramos esencial
distinguir la sarcoidosis de grandes bronquios
de la sarcoidosis de bronquiolos.
Afectación pleural. La afectación de la
pleura en la sarcoidosis es rara.
LOCALIZACIONES SARCOIDOTICAS
EXTRAPULMONAR ES
Sarcoidosis cutánea. La frecuencia de la
afectación cutánea de la sarcoidosis gira
alrededor del 1 5 por 1 OO.
Sarcoidosis hepática. La afectación hepática
en la sarcoidosis es muy frecuente
(dos tercios de los casos, según Fazio y
Minetto), si bien los casos fatales (Porter)
con hipertensión portal e insuficiencia hepática
són muy raros.
Sarcoidosis de la musculatura estriada y
de otros lugares. La afectación de la musculatura
estriada en la ,sarcoidosis es frecuente,
casi del 50 por 100 de los casos
(Wallace y colaboradores, Muratores),
mientras es muy raro en la tuberculosis.
Histologla de la biopsia. Pasamos rápidamente
a describir los cuadros anatomopatológi
cos de la biopsia sin que por el
momento hablemos de su valoración clínica.
Reacción de i del nódúlo dérmico, que ·se desarrolla en el lugar de inyección del antígeno, debe hacerse a las cuatro o seis semanas de la inoculación. Biopsia ganglionar. La biopsia ganglionar es la que se practica más frecuentemente y que nos permitirá describir casos de sarcoidosis que clínicamente son insospechables. Biopsia bronquial La biopsia de la mucosa bronquial ha adauirido recientemente una gran -difusión como medio de diagnós-. tico verdaderamente útil (Schiessele y colab. oradores, Turiaf y colaboradores y Fried- ' man y colaboradores). 518 Biopsia de la mucosa del paladar. Re::ordemos que recientemente Siltzbach y colaboradores han practicado la biopsia del velo palatino (al límite con el paladar blando), obteniendo resultados positivos en 1 O de los 26 pacientes (38 por 1 00). Mediastinoscopia. Carlens sostiene que la mediastinoscopia es más útil que la broncoscopia. Biopsia pulmonar. Reíd y Norriman y Le.vinsky y colaboradores han obtenido unos óptimos resultados diagnósticos mediante la biopsia pulmonar y de un ganglio mediastínico. LOS ESTADIOS DE LA SARCOIDOSIS PULMONAR Como base de la clasificación debemos basarnos esencialmente en los resultados radiológicos y radiográficos. Basándose en los datos clínicos y radiográficos tenemos la subdivisión de Heilmeyer, Wurm y Reindell, que es muy simple y distingue tres estadios sucesivos. Estadio inicial o primer estadio. ::>e hallan afectados los ganglios hiliomediastínicos, a veces sin afectación pulmonar, los ganglios paratraqueales, especialmente los derechos; la adenopatía regresa en la ma'yor parte de ¡ los casos sin dejar secuelas. Fase de afectación pulmonar o segundo estadio. Los ganglios hiliares disminuyen de volumen, y paralelamente en los pulmones aparecen signos de difusión del proceso, que puede tener el aspecto de disemi- , nación hematógena de tipo macromiliar, nodular. Fase de fibrosis o tercer estadio. Las lesiones epitelioides parenquimatosas se transforman en tejido fibroso o hialino con : alteraciones irreversibles de las estructuras 1 afectadas: alvéolos, bronquios y vasos. . 1 Heilmeryer y colaboradores subrayan que · la evolución a través de los tres estadios Sé halla S 1. La sarcoidosis pulmonar. empieza siempre con una adenopatía hiliomediastínica ·. y por ello, no se llega al vigésimo estadio si antes no ha habido e.l desarrollo del primero, así como no pue.~e haber un tercer estadio si éste no ha sido precedido por el segundo .. 2. No es estrictamente necesario que la enfermedad transcurra siempre con los tres estadios completos, ya que puede detenerse en cualquier punto y resolverse completamente o bien dejar restos fibrosos. Semiología radiológica Imágenes fundamentales linfo-glandulares. La alteración linfoglandular está representada por una adenopatía que afecta al sistema linfoglandular del mediastino, y en forma particular, a la región hiliar y paratraqueal. La simetría de las tumefacciones linfaglandulares de los hilios es un elemento importante, pero radiológicamente no siempre es evidentP La bilateralidad de la adenopatía sarcoidótica hiliar es un elemento también característico, pero no constante. Son otros datos característicos, la limpieza de contorno y la no confluencia de las adenopatías sarcoidóticas en lo que se refiere a la ausencia de fenómenos de periadenitis. Otro signo distintivo de la adenopatía hiliar por sarcoidosis es la ausencia de compresiones sobre los bronquios, que conservan sus contornos totalmente regulares. La adenopatfa paratraqueal sigue inmediatamente después de la hiliar en la 'mayor parte de los casos. Imágenes pulmonares fundamentales. Las alteraciones nodulares se distinguen en micronódulos miliares y macronódulos: la distinción entre uno y otro depende de sJ diámetro, que para los micron.óludos no debe superar los t res o cuatro milímetros. La alteración reticular presenta el aspecto de procesos, que se propagan siguiendo la vía linfática. Cuadros pulmonares complejos. Las imágenes de los cuadros pulmonares complejos pueden ser bastantes distintas, ya que podemos encontrar: lesiones específicas y lesiones fibrosas o únicamente lesiones fibros. as cicatriziales, con las complicaciones que ellas producen. Aspectos broncográficos En conjunto, de todo lo que han repetido los diversos autores y de la iconografía de sus publicaciones se obtiene la impre sión, de acuerdo con Turiaf, Sighart, Huzly y colaboradores, que la exploración broncoscópica es útil para conseguir datos de las alteraciones bronquiales donde no pueden obtenerse mediante la exploración broncoscópica, pero la interpretación de estas alteraciones debe ser añadida al conjunto del cuadro clínico radiológico y, sobre todo, histológico, ya que éstos no están por sí m'ismo lo suficientemente completos para conseguir un diagnóstico claro de la naturaleza del proceso pulmonar. Resumamos las principales características radiológicas de la sarcoidosis pulmonar: a) Adenopatías hiliares y paratraqueales, en general bilaterales. simétricas. cor predominio a la derecha, con densidad uniforme y contornos limpios y que se aprecien alteraciones parenquimatosas. b) Alteraciones parenquimatosas reticulares, retículos micronodulares, retículomacronodulares y nodulares-infiltrantes, acompañadas casi siempre por adenopatías hiliares de un volumen medio y con contornos difuminados y raramente con adenopatías paratraqueale s. e) Alteraciones parenquimatosas sarcoidóticas densas, en conglomerados más o menos amplios y más o menos numerosos, lesiones fibroenfisematosas difusas. e nfisematosas circunscritas y bronquiectásicas, alteraciones linfo-glandulares, hilio mediastínicas con alargamiento y estiramiento del mediastino. d) Alteraciones pleurales que van aumentando paralelamente con la evolución de la enfermedad. SINTOMATOLOGIA Comienzo La fiebre es un síntoma inconstante. La fiebre muv elevada se encuentra normal- 519 mente sÓlo en los casos del síndrome de Lofgren y del síndrome de Heerfordt. A veces puede encontrarse una curva febril muy similar a la de la tuberculosis, que puede conducir a errores diagnósticos. Sintomatologia general Las artralgias merecen, como síntoma general, una mención especial. Sintomatologia subjetiva La tos está presente en un tanto por ciento, que va, en las distintas casuísticas, desde un máximo de un 52 por 100 (Cummings, Dunner, Williams) a un mínimo del 14 por 100 (Long cope, Freiman). La expectoración es menos frecuente que la tos. Raramente, en la sarcoidcisis pulmonar aparece hemoptisis. Muy importante es la disnea, que se manifiesta primero sólo como disnea de esfuerzo y que está presente en casi un tercio de los casos, según la mayor parte de los autores; en las fases avanzadas de la enfermedad (11 o 111 estadio) puede haber también disnea de reposo (7, 1 por 100 de los casos). El dolor torácico tiene una frecuencia del 7,6 por 1 OO. En nuestra casuística particular fue del 16,2 por 1 OO. Sintomatologla objetiva. Es verdaderamente escasa. Un slndrome mediatlnico determinado por comprensión de los ganglios sobre las estructuras bronco-vasculares y nerviosas del diastino es excepcional en la sarcoidosis pulmonar y constituye un dato negativo, de gran interés para el diagnóstico diferencial. La pleuritis exudativa es rara en la sarcoidosis, aunque es posible observarla en el segundo estadio o en las fases finales del" tercer estadio de la enfermedad. La pleuritis exudativa hace sospechar siempre una compliación tuberculosa, y Heilmeyer afirma que su aparición va contra la B. B. S. 520 EL SINDROME SINDROME DE BILATERAL DE LOFGREN O LINFOMA HILIAR Una mención especial debe hacerse del síndrome de Lofgren, al cual se le considera como la primera fase de la sarcoidosis. Definición El slndrome del linfoma hiliar bilateral (Bilateral Hilar Lymphoma Syndrome: B.H.L.S.) en la descripción primera del Lofgren ( 1946). en ocasión de la exploración de 185 casos de eritema nudoso, aparece definida con las siguientes características: poliadenopatía hiliomediastínica bilateral; anergia o hipoergía tuberculínica; eritema nudoso, a veces acompañado, como primera manifestación, por los signos clínicos que más frecuentemente se asocien (fiebre, malestar. altralgias). La edad de máxima frecuencia de aparición ha sido determinada pór Lofgren y Lundbeck entre los veinticinco y los veintinueve años. Sintomatologia. En el componente esencial del síndrome debe ser considerada la adenopatía hiliomediastínica, que aparece muy voluminosa, algunas veces de. tamafio muy grande con lobulización bilateral y relativamente simétrica, afectando grupos ganglionares y alguna vez la casi totalidad de la zona linfonoidal hiliomedias-tínica, la intertraqueo- ~ bronquial, interbronquial y paratraqueal. El segundo .dato que cara cteriza síndrome de Lófgren es la energía tuberculínica que es máxima en la fase de desarrollo de la adenopatía, y se atenúa en su fase estacionaria. Curso y evolución. El síndrome de Lófgren puede tener las siguientes modalidades evo1u5ivas: a) Regresión total de las adenopatías. b) Combinación gradual de la adenopatía hiliomediastínica con distintas alteraciones pulmonares. e) Larqa persistencia de la adenopatía. d) Las adenopatías van acompañadas o seguidas de procesos paranquimatosos fibrosos difusos. Como ya hemos dicho antes el síndrome de Lofgren se ha reconocido como el primer estadio de la sarcoidosis. Los exámenes biópticos han confirmado sobradamente este punto de vista. CURSO Y DIAGNOSTICO Heilmeyer y colaboradores manifiestan que en general se consiguen el 30 por 100 de curaciones en el primer estadio y del 40 al 50 por 100 en el segundo estadio; en el 20 al 30 por 100 restante .. la enfermedad se detiene con evidentes secuelas anatómicas o funcionales o bien termina con la muerte del enfermo. Principales localizaciones extrapulmonnares de la sarcoidosis pulmonar. Fácilmente se encuentra localizaciones del proceso en los ganglios periféricos. en las amígdalas. en las glándulas salivales y lacrimales. en la piel (máculo-pápulas. ulceraciones. nódulos sub-cutáneos, lupus pernio. etcétera), en el ojo (iridociclitis de tipo subagudo o crónico que puede conducir a la ceguera). en el sistema nervioso (parálisis monolateral del fácil, hipo e hiperestesia de las extremidades), huesos y articulaciones, corazón. aparato gastrointestinal. hígado, bazo. DIAGNOSTICO Y TERAPEUTICA Cuadro funcional respiratorio en la sarcoidosis. En el primer estadio la funciÓn respiratoria está comprometida sólo en forma muy poco significativa. En el segundo estadio se presenta siempre una alteración más o menos acentuada según la extensión de las lesiones. que afectan a los componentes ventilatorios y alvéolo capilares, y raramente se encuentran afectados los componentes cardio circulatorios. Es característica de este estadio, la presencia de un síndrome de tipo restrictivo. En el tercer estadio la función respira·toria tiene alteraciones más graves. que afecta tanto al componen te ventilatorio como al alvéolo capilar y a la función cardiocirculatoria. Es ca racterístico de este estadio la asociación del síndrome restrictivo y obstructivo. Datos de laboratorio. Las modificaciones sero-hemáticas, demostradas con los exámenes de base de laboratorio, son verdaderamente escasas en las sarcoidosis. Los análisis en este campo no faltan, pero los resultados han sido siempre insatisfactorios. La hípercalcemia (algunas veces asociapa a nefrocalcinosis). la hiperproteinemia a ·cargo especialmente de la fracción gammaglobulínica, la positividad del RA test se encuentra en buen tanto por ciento de casos. Reacción de Kveim Para el diagnóstico tiene una importancia fundamental la reacción de Kveim, que representa una prueba cutánea e histopatológica de gran interés. y que si es positiva. permite un diagnóstico de casi total certeza. La reacción de K veim se efectúa inyectando intradérmicamente un extracto acuoso de tejido sarcoidótico general obtenido de ganglios o bazo ciel oaciente: cuando la -reacción es positiva. en el punto de inyección, después de cuatro a seis semanas, aparece un pequeño nódulo con lesiones de tipo sarcoidótico. Diagnóstico El polimorfismo de la enfermedad, localizaciones y modalidades evolutivas hace 521 muy difícil un diagnóstico basado sobre los normales datos clínicos. Esquematizando los elementos en los cuales se basa el diagnóstico, mencionamos: 1. Examen radiográfico. 2. Examen de laboratorio (hipergammaglobulinemia, hipercalcemia e hipercalciuria, positividad del RA test). 3. Hipoergia o anergia tu berculínica. 4. Biopsia (de los ganglios epitrocleares y de los ganglios preescalénicos; de los bronquios; del hígado; de los músculos; mediastinoscopia). Diagnóstico diferencial. En el primer estadio se hace el diagnóstico diferencial con: 1. Tuberculosis. 2. Linfogranulomatosis maligna. 3. LeÜcemia linfática: 4. Linfosarcoma. 5. Silicosis. 6. Metástasis neoplásicas. - 7. Histoplasmosis y coccidiomicosis . ., En el segundo estadio el diagnóstico di- ferencial se hace con: 1. Tuberculosis miliar. 2. Silicosis. 3. Fibrosis intersticial idiopática. 4. Cáncer bronquiolo-alveolar. 5. Pulmón de estasis. En el tercer estadio debe diferenciarse de todas las enfermedades pulmonares con evolución fibrosante (miliares crónicas en .fase fibrosa, silicosis, lues terciaria, micosis, neoplasias, mucoviscidosis, etcétera). 522 Terapéutica Han sido numerosísimos los intentos de terapia de la sarcoidosis efectuados con las más variadas sustancias. Anteriormente han sido probados, sin éxito, el arsénico, el bismuto, las sales de oro, los antituberculosos, la vitamina B. Esta última se ha demostrado tóxica, dada la hipersensibilidad que los sarcoidóticos tienen a menudo hacia esta .vitamina. En cambio, la terapéutica corticosteroide se ha demostrado muy eficaz, actuando principalmente a través de dos mecanisIJlOS: 1. Acción antlinflamatoria local. 2. Acción bloque<~ mos inmunológicos que son probablemente la base de la enfermedad. Es muy interesante el problema de la elección de pacientes que han de someterse a la terapéutica corticosteroide, dado que muchos enfermos evolucionan a la regresión espontanea y entonces esta terapéutica no es prácticamente útil. En la conferencia internacional sobre sarcoidosis celebrada en Washington en 1960 han sido mencionadas las siguientes indicaciones que deben tenerse en cuenta para la elección del paciente que debe someterse a terapia corticosteroide. Son fas siguientes: 1. Formas oculares activas. 2. Progresiva afectación pulmonar. - 3. Hipercalcemia e hipercalciuria persis-=tente. 4. Afectación del sistema nervioso central con significativa afectación funcional. 5. Lesiones cutáneas desfiguradoras. 6. Sarcoidosis miocárdica. La duración del tratamiento debe ser al menos de tres meses. En general, debe ser prolongada hasta los seis a nueve meses. Ha sido propuesto en la sarcoidosis también el uso de la cloroquina, con resultados bastante satisfactorios, pero netamente inferiores a los que es posible obtener con los corticosteroides. ETIOPATOGENESIS Generalidades Durante muchos años se ha mantenido la hipótesis de la etiología tuberculosa de la sarcoidosis; pero con el tiempo, al lado de esta hipótesis se han formulado otras de nuevas, sin que ninguna de ellas haya podido comprobarse definitivamente. En resumen, las hipótesis principales sobre la etiopatogenia de la sa:coidosis que han sido formuladas hasta 1-joy pueden ser así enumeradas: 1. La sarcoidosis tiene un agente etiológico propio, esoecífico. 2. La sarcoidosis es una forma particular de tuberculosis o bien de infección por microbacterias. 3. La sarcoidosis es una reacción de tipo granulomatoso producido: a) Por distintos estímulos, pero todos con la suficiente intensidad para provocar en la mayor parte de los individuos una igual respuesta biológica con igual manifestación de los tejidQS. b) Por una particular predisposición de cada uno de los organismos que responden en modo análogo a varios estímulos, con formación de granulomas sa rcoidóticos; que por otro lado están desprovistos de actividad sarcoidótica en la mayor parte de los individuos. esto supone también la intervención ex De un mecani smo patogenético especia l que puede ser determinado como una respuesta inmunológica particular. {3 Con un eventual factor genético. que puede condicionar también el factor b). La importancia que los fenómenos inmunitarios pueden tener en la génesis y en la evolución de la sarcoidosis es deducible de la participación de particulares fenómenos: la hialinosis del granuloma, la posible asociación con la periartritis nudosa. la afectación linfoglandular bilateral. el eritema nudoso. la uveítis, las alteraciones articulares, el efecto beneficioso de la terapéutica cortico steroide, etcétera. Infecciones por micobacterias Desde que los primeros estudios histológicos pusieron en evidencia la semejanza entre el granuloma sarcoidótico y el tuberculosos, han sido numerosísimos los estudios que se han dedicado a buscar las pruebas de una etiología micobactérica, tuberculosa o no tuberculosa, de la sarcoidosis que han acumulado una cantidad de datos y de opiniones contrastantes, dando lugar a una discusión que se mantiene aún hoy en día. El bacilo de Koch ha sido aislado muy raramente de las lesiones sarcoidóticas, lo cual, según muchos autores. no tendr.ía gran importancia ya que la enfermedad no sería debida a una verdadera infección, sino a una particular reacción inmunológica al bacilo de Koch por parte de algunos individuos. Numerosas observaciones y consideraciones nos inducen a no descartar del todo la posibilidad del origen tuberculoso de la sarcoidosis, a pesar de que a ellas se oponen otros argumentos que algunos autores consideran ya suficientes para negar la etiología tuberculosa (Lofgren, Lebacq). MICOBACTERIAS ATIPICAS Dado que las lesiones por micobacterias atípicas tienen carácter gra.nulomatoso no caseificante, se ha formulado la hipótesis de qu~· éstas puedan ser la causa de la sarcoidosis. Una correlación que podría estar a favor de esta hipótesis es que la difusión de la sarcoidosis es mayor en las zonas rurales y en los paises donde el consumo medio "per capita" de leche es más elevado. Es conocido suficientemente que la le che puede estar fácilmente con taminada de micobacterias atípicas. Otro dato que podría confirmar el papel de las inicobacterias atípicas en la sarcoidosis ha sido facilitado por las investigaciones de Mankiewiez. Dicha autora ha observado que, mientras los tuberculosos tienen un fuerte título de anticuerpos neutr¡;¡lizantes de los micobacteriófagos, los sarcoidóticos están desprovistos de anticuerpos neutraliza ntes de fagos contra las micobac- 523 terias virulentas y tienen sólo algunos anticuerpos contra los fagos líticos para las micobacterias saprofitas y avirulentas. Habría así en los sarcoidóticos, una incontrolada actividad lítica hacia las micobacterias. Por otro lado poniendo " in vitro" mico~ bacterias fago-sensibles a los mismos fagos se puede observar la aparición de micobacterias atípicas. Partiendo de estas observaciones la autora utilizando medios de cultivo conteniendo suero de conejo antimicobacteriófago ha conseguido aislar siete cepas de micobacterias atípicas de doce muestras de sarcoidóticos. Experimentalmente en el cobayo, Mankiewiez ha podido comprobar cómo la inoculación de pequeñísimas dosis de micobacterias virul~ ntas (1 gamma) y de grandes dosis de partículas de micobacteriófagos fuertes ( 1 O millones) conducen a la aparición de lesiones sarcoido-semejantes en los ganglios y también alguna vez en los pulmones. Las relaciones entre sarcoidosis e· infección por micobacterias atípicas están confirmadas por los trabajos de Cahpman y colaboradores que examinando 280 sueros de sarcoidóticos observaron que cerca del 80 por 1 00 era positivo en lo que se refería a antígenos de micobacterias atípicas. En investigaciones análogas efectuadas por nosotros, el tanto por ciento de positividad ha sido mucho más bajo,oscilando sobre el 20 por 1 OO. B.C.G. En forrT)a repetida en sujetos vacunados con B. C. G. ha sido observado a una distancia del tiempo de vacunación, que oscila de algunos días a varios años, la aparición de adenopatías hiliomediastínicas. El detenido estudio de las varias casuísticas en relación sobre todo a la frecuencia y a· la modalidad de la asociación en'tre vacunación con B. C. G. con sarcoidosis, parece conducir a la exclusión de que la primera pueda de alguna manera provocar la aparición de la segunda. Hongos Reacciones pseudo-sarcoides en el curso de micosis o debidas a ' micetos han sido señaladas (Wilson y colaboradores, Israel, 524 De Lamater y colaboradores, Ti:irnell), pero nunca se ha demostrado una génesis micótica para la enfermedad de B. B. S. Polen de pino En 1958, Cummings, habiendo observado que· la sarcoidosis se encontraba con mayor frecuencia en las zonas ricas en pinos (loblolly pine-Pinus taeda) adelantó la hipótesis de que la enfermedad fuese debida a una hipersensibilidad al polen de pino, pero el mismo Cummings ha debido reconocer que su hipótesis no ha sido confirmada por las sucesivas investigaciones experimentales, clínicas y epidemiológicas. Ha ir-spray Algunas observaciones de Bergman y colaboradores y Edelston sobre la aparición de gránulos PAS positivos y de formaciones granulomatosas pseudo-sarcoides en el pulmón y en los ganglios de sujetos expuestos a una intensa acción de sprays para el cabello (hair spray) hace pensar que el polivinilpirrolidona o alguna macromolécula de los derivados polivinilínicos, que torman parte de estos sprays, podría provocar cuadros de sarcoidosis. Algunas de nuestras investigaciones experimentales han puesto en evidencia que la inhalación de hair-spray por sí misma no puede provocé) r la formación de granuloma.s pseudosarcoidóticos en el pulmón, sino que es necesario un tratamiento a la vez con el coadyuvante de Freund. También otras hipótesis han atribuido un papel etiológico de la sarcoidosis . al germen productor de la lepra, al treponema pálido y a los virus, pero no han tenido la necesaria confirmación. ASPECTOS INMUNITARIOS DE LA SARCOIDOSIS El problema ir.munológico de la sarcoidosis, a pesar de los numerosos estudios dedicados a él, no está aún resuelto. La evolución de la enfermedad, las características histológicas del granuloma sarcoidótico y las de la reacción de Kveim inducen todavía a suponer que un mecanismo inmunitario participa en la evolución o en la génesis de la enfermedad. La anomalía inmunológica fundamental que se encuentra en la sarcoidosis consiste en la abolición de fenómenos de sensibilidad retardada mientras se conservan prácticamente normales las reacciones de tipo inmediato. El estudio de las inmunoglobulinas séricas. de las fracciones. es decir. las que están ligadas a la actividad anticuerpo. ha puesto en evidencia que puede existir un aumento de las lgA y un aumento también. pero más modesto, de las lgM. De todas formas este aumento es especifico ya que aparece también en otras enfermedades infecciosas crónicas. como la tuberculosis. y en enfermedades alérgicas como es el asma. Como ya hemos dicho. la anomalía inmunológica más caracteñstica de las sarcoidosis es la atenuación a la abolición de las reacciones retardadas que demuestran no sólo en lo que se refiere a la tuberculina, sino también con otros antígenos. como son la vacuna diftérica parotídea. la oidiomicina, la tricofitina y otros. Aparece aquí el problema de cuál es el significado que debe atribuirse· a la reacción de Kveim, algunas caracteñsticas de la cual necesitan verdaderamente una reacción inmunitaria. Aunque han sido ya hechas diversas hipótesis sobre este tema ninguna puede ser considerada suficientemente válida para establecer que sea un mecanismo inmunitario la base de la reacción. La hipoergia tuberculínica en la sarooidosis puede llegar hasta la anergia completa, que corresponde a la negatividad de la intradermo inyección de 100 unidades de tuberculina antígeno de Koch. El porcentaje de hipoergia o anergia que se mencionó en las distintas casuísticas va desde el 95 por 1 OO. para Cummings (81 ,5 por 100 en la nuestra) hasta el 40 por 100, para Moyer y Ackermann. De todas formas debemos señalar que estos valores tienen distinto significado según las zonas en las que se desarrolla la investigación, ya que. como sabemos, en los países con un grado de civilización más elevado el porcentaje de positividad en la población normal es oe por sí muy bajo, por lo cual podemos preveer que en los próximos años la negatividad a la reacc1on tuberculímica en la sarcoidosis perderá gran parte de su significado. Las posibles causas señaladas como responsables de la anergia tuberculínica en la sarcoidosis pueden ser esquematizadas en la forma siguiente: 1.0 La hipoergia depende de falta de sensibilización, es decir de ausencia de contagio. En realidad. tanto en la nuestra como en otras casuísticas se ha podido determinar la presencia de secuelas tuberculosas. 2 .0 La hipoergia depende de la incapacidad para conservar la sensibilidad. 3 .0 La hipoergia puede ser superada por el empleo de un antígeno potente. como ha podido observarse utilizando tuberculina depósito en aceite. Se han mencionado también factores de tipo no inmunitario para explicar la falta de reacción cutánea del sarooidótioo. En especial. se ha observado que el suero sarcoidótico puede inhibir la reacción tuberculínica. de tal manera que ya en 1971. Martenstein supone que en el suero sarcoidótico están presentes "anticutinas" es decir factores bloqueadores de la tuberculina. Pero según Magnusson. factores inespeciticos como puede ser la liberación de histamina en el lugar de inyección pueden ser la causa de la reacción de la inhibición y por ello este fenómeno pierde· su valor. Nosotros hemos analizado de nuevo el problema. adoptando distinta técnica. es decir. no poniendo en contacto antes el suero y la tuberculina sino inyectando sucesivamente en la piel de un sujeto sensible a la tuberculina 0 ,1 centímetros cúbicos de suero sarcoidótico v. dos horas después. la tuberculina (en dosis igual a la anterior a la concentración inmediatamente superior y a la inmediatamente inferior). Con esta técnica se ha visto también la capacidad de inhibición del suero sarcoidótico y se ha comprobado que más o menos es igual en todos los estadios. Por otro lado hemos querido ver si es 525 r posible determinar en qué fracción del suero estaba localizada este poder inhibitorio. El aumento de inmunoglobulina A que se observa en el suero sarcoidótico nos ha inducida a intentar establecer si a ésta se le podría atribuir el efecto bloqueante. En efecto. los resultados obtenidos por nosotros en las primeras fracciones indican que éstas desarrollan una acción bloqueadora. Pero cuando fuimos utilizando fracciones cada vez más purificadas, éstas mostraron un poder inhibitorio cada vez más débil en comparación al que habían desarrollado en el suero antes de la purificación. Es probable por ello que ·el poder inhibitorio resida en una fracción sérica muy exigua que acompañe comúnmente a la inmu- 526 noglobulina A. Tal fracción o factor parece que lo posee específicamente el suero sarcoidótico dado que la inmunoglobulina A procedente de sueros normales la posee solo esporádicamente o muy débilmente. Queriendo concluir esta larga, pero aún incompleta relación del estado actual de la sarcoidosis, deberemos todos admitir que, a pesar de la enorme cantidad de trabajo efectuado, el problema de la etiopatogénesis de la sarcoidosis está aún por resolver y presenta interrogantes que estimulan a una má·s intensa investigación . porque su solución será, probablemente, de utilidad, no sólo para· la perfecta delimitación de la sarcoidosis sino también para esclarecer fenómenos de interés mucho más general.