Introducción

Doctor Cortada Macias

Al comenzar el V Simposium creo se

impone hacer una breve síntesis de la labor

efectuada a través de estos años.

La validez del trabajo debe reflejarse en

consecuencias prácticas que canalicen

nuestros esfuerzos hacia el médico y el

paciente, que al fin y al cabo son los que

deben beneficiarse de el los. Estas consecuencias

no deben ser inflexibles, sino

demostrativas de una línea teórico práctica

que ponga en evidencia como está la problemática

del asma en nuestro país. Poco

útiles serían estas reuniones si después no

quedara de ellas una solera, que lentamente

vaya perfilando una actitud colectiva de los

asistentes. Creemos que así ha sido. Es

evidente que el primer Simposium fue algo

así como una toma de posiciones frente a

una enfermedad que preocupa y a la cual

nunca se le había dedicado una intención

de trabajo intensa y sobre todo exclusiva

como la que se proponía el Simposium y

que afortunadamente ha podido realizarse.

En aquella toma de posiciones se hizo

una revisión general del asma. Ello se imponía,

lo repito, para fijar puntos de partida

en muchos de los temas allí esbozados y

que en sucesivas reuniones, o bien se han

ampliado o bien se han llevado hacia nuevas

vías más actuales y válidas. Es realidad

que el concepto y el criterio referentes al

asma han evolucionado a través del tiempo

transcurrido para nuestros simposium. Quizá

la más importante de estas facetas evolutivas

sea la incorporación de la inmunología

en el concepto íntimo de la enfermedad,

en cuanto que ésta admitimos prácticamente

todos es un proceso de etiología

alérgica.

Agustí Vidal. que en nuestras reuniones

se ha ocupado preferentemente de la etiopatogenia

y fisiopatología de la enfermedad

asmática, fue el postulador en nuestro

ambiente del concepto de Fletcher y Burrows

de que en el grupo de las bronconeumopatías

obstructivas crónicas era el

asma la que precisamente tenía una etiología

alérgica, lo que la separaba, según el

criterio de dichos autores, de la bronquitis

crónica y el enfisema, afecciones a las que

los citados autores han dedicado sus mayores

estudios. Este es un criterio válido

mientras no sea exclusivista, ya que algún

tiempo después, en otro simposio, Guy

Trinquet nos hacía hincapié en la presencia

de factores alérgicos en las bronquitis

crónicas. El asunto es de enorme interés, y,

movidos por éste, hemos emprendido un

trabajo sobre ello y que espero poderles

ofrecer en breve; subrayo esto porque precisamen

te fui yo uno de los que más objeciones

interpuso a este concepto.

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El asma, como tal broncopatía, tiene una

importante repercusión funcional cuya exploración

pusieron de relieve en sucesivas

reuniones Cornudella. Coll Colomé y Estada.

Del diagnóstico diferencial, además del

citado Agustf Vidal , nos hemos ocupado

López Botet, a través de un completo estudio

de las secreciones bronquiales, Sastre

Castillo y Cortada. Lo~ últimos, en ocasión

del Simposium dedicado al asma infantil y

cuyas particularidades centró el profesor

Cruz Hernández.

La exploración alergológica tuvo en la

disertación de Lahoz Navarro la virtud de

sintetizar en aporta ciones prácticas lo que

de importante tienen estas técnicas desde

el punto de vista de su aplicación clínica.

Los problemas inmunológicos lle¡:¡aron a

estas reuniones del brazo del citado Lahoz

Navarro, de los profesores Oehling y Segovia

de Arana y de los doctores Sánchez

Cuenca y Subirá. Es a través de estos años

cuando la Inmunología adquiere su papel

preponderante en los estudios referentes al

asma; este es un camino que, iniciado con

brillante empuje, promete resultados tan

esperanzadores que en algún aspecto podemos

considerar como definitivos.

La debatida alergia bacteriana ha tenido

también sus exponentes en las intervenciones

de los doctores AguiJó, Cifre y López

Mejías, refiriéndose este último, especialmente,

al faétor infeccioso bronquial.

El asma. todos lo sabemos, es una afección

de tal importancia que se ha convertido

en un problema laboral y social {nos

habló de ello Subiza Martín) y que, además,

intercurre con diferentes enfermedades;

interrecurrencia que en muchos casos es

algo más que la unión de dos factores en

el tiempo y sobre el mismo organismo. Es,

en muchos casos, una concordia de origen

o bien de factores de desencadenamiento o

bien de relación causa-efecto. De asma y

tuberculosis nos habló el profesor Tello; de

asma y endocrinopatías, el profesor López

Botet; de asma y corazón, el doctor López

Merino y, finalmente, de la acción de factores

alergénicos en otras afecciones endocrinas

nos habló el malogrado doctor Francés

Antonin, al que dedico un sentido recuerdo.

Los aspectos síquicos de la enfermedad

fueron tratados por el doctor Sancho Ripoll;

este es un apartado cuya importancia

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no escapa a ninguno de los presentes. Del

papel de sustancias no neumoalergénicas en

la provocación del asma se habló largamente

a través de estos simposium; el

papel de los alimentos fue expuesto por

Sánchez Cuenca y Ojeda Casas; el de los

medicamentos. por Domínguez Lázaro y

Cortada, y el profesor Drouhet nos habló

de las infecciones micóticas, cándidas principalmente,

en la génesis de algunos procesos

asmáticos.

El doctor López Ruiz nos expuso las características

del asma en Mallorca, y el doctor

Manresa Formosa revisó el concepto

de la mucoviscidosis en ocasión del año

mundial de dicha enfermedad.

Poco a poco fuimos introduciendo en

estas reuniones cuantos temas creímos

pudieran ayudarnos en la constante lucha

que mantenemos para lograr la solución de

los problemas que nos presentan los asmáticos.

Es aquí, al llegar a este punto, cuando

pensamos que estos Simposium no

podrían tener una plena eficacia sin ocuparnos

especialmente del tratamiento de

dicha enfermedad. Pero tampoco ello será

novedad, ya que prácticamente no hubo

reunión en que no se abordara, de una

forma u otra, el tratamiento: López Botet,

hablando de los aspectos medicamentosos;

París Romeu, del quirúrgico {de actualidad

cuando disertó sobre el tema); Salvado

Guiu, de los medios mecánicos {aerosoles,

ventiladores, etcétera); Pérez Guerrero,

de lo referente a la hiposensibilización, y

Guallar Segarra, de lo referente a cinesiterapia

y recuperación , cubrieron ampliamente

este apartado. Y es de especial mención la

aportación de García Echevarría, comentando

las causas que hacen fracasar tantas veces

el tratamiento mejor montado.

Pero creo que es tan preocupante este

apartado que justifica el enfoque que este

año vamos a darle. Del tratamiento del

asma está m os todos pendientes, y creo que

todos los demás temas pueden tener su

cima en este; si hemos luchado para hacer

un correcto diagnóstico, si la diferenciación

con otras broncopatías nos ha preocupado,

si la exploración ha ocupado nuestro tiempo,

todo ello es para poder instaurar un

eficaz y correcto tratamiento. Creo que en

estas dos palabras· se resume lo ideal en lo

referente a este apartado, que en seguida

vamos a aboroar. El tratamiento debe de

ser cÓrrecto, englobando en ello una serie

de premisas que podemos resumir al decir

que la instauración del tratamiento debe de

hacerse sabiendo el porqué. Si en muchas

afecciones predomina aún de un modo

preferente el tratamiento sintomático, sobre

el de fondo es quizá en el asma una

de las enfermedades en la cual esto es

más frecuente; quizá sea debido a su dificultad

diagnóstica, o bien a que en demasiados

casos no es el especialista el que lo

hace. Y ei asma es una enfermedad que

requiere en grado sumo la especialización~

el asmólogo no sólo debe ser un experto

en bronconeumología sino que debe tener

amplias y precisas ideas de inmunoalergia.

También hemos dicho que el tratamiento

debe de ser eficaz; aquí está una amplia

materia de discusión y polémica. ¿Hasta

qué punto curan nuestros pacientes haciendo

así efectivo el tratamiento que les indicamos?

¿Cuántos solucionan su problema

merced a nuestras indicaciones? Evidente y

afortunadamente, cada día en mayor número;

pronto, con la fría realidad de las

estadísticas, veremos lo que sucede en la

experiencia de muchos de nosotros.

En las palabras anteriores va la justificación

del Simposium que ahora iniciamos.

Tenemos a nuestro alcance muchos medios

para tratar el asma; la farmacología pone a

nuestra disposición amplios recursos, a los

::¡ue hemos unido valiosos factores de tipo

mecánico, higiénico, laboral, etcétera. De

nosotros depende su aplicación correcta y

eficaz en cada caso, y ello sólo se podrá

lograr si la clínica, la exploración y el diagnóstico

guían en cada caso la indicación

terapéutica.

Morente Campos. Gracia Malina y Jaldo

se ocuparán del tratamiento de la crisis de

asma; Lahoz Navarro, Sastre Castillo y Pérez

Guerrero, lo harán en lo referente al

mal asmático; creo que en esta primera

parte los ponentes procurarán centrar

qué carácterísticas de todo género permitirán

definir cada uno de estos dos estadías

de la enfermedad, y a la luz de lo que

esta definición aporte instituir el t ratamiento.

Después, los profesores Berner y Gronemeyer

harán lo mismo en lo ·referente a la

desensibilización, y los doctores López Merino.

Llopis Llombart e lnsa Pérez, fijarán

las bases de la terapéutica de las complicaciones

hemodinámicas del asma. quizá

la más importante de las secuelas de esta

enfermedad. Nosotros nos ocuparemos, un

poco como portavoces de los muchos interesados

en el tema, de la desensibilización

al polvo de casa y que, como en seguida

veremos, es según las respuestas al cuestionario

por ustedes remitido, la más frecuente

de las causas de asma en nuestros

pacientes.

Hay que resaltar que las comunicaciones

recibidas hacen referencia de un modo

especial a tres problemas de actualidad: el

tratamiento del asma por el cromoglicato

di sódico {Doctores Labatón, M anresa Formosa

y Manresa Presas y Lanuza Sanchis);

a los extractos Depot {Doctores Muñoz

López, Sánchez Cuenca, García y Basomba,

doctor Fernández de Corres y Conde

Hernández); y al polvo de casa {Profesor del

Rey Calero y Doctor García de Loma). También

aportan su experiencia los doctores Vilurbina

y Guallar Segarra.

No puedo extenderme más, restando

tiempo a mis compañeros. Al volver la vista

atrás y comparar esta numerosa concurrencia

de hoy con aquella pequeña junta

de amigos que fue el primer Simposium,

un sentimiento de labor cumplida preside

mis ideas. Va sostenido por el agradecimiento

a tantos que con su asistencia y

colaboración han hecho posib le todo lo

realizado. Asistenci1 y colaboración que

proyectan hacia el futuro la continuidad de

esta reunión. Gracias a todos.

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