Hemos leído con interés un artículo de Carpe-Carpe et al.1, publicado en su revista el pasado mes de agosto, en el que se analiza la evolución del uso de la ventilación mecánica no invasiva (VMNI) en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en la región de Murcia entre los años 1997 y 2010. En él se concluye que la introducción de dicha modalidad terapéutica ha hecho disminuir el grupo de pacientes que no reciben ventilación asistida, pero no se ha apreciado mejoría de los resultados en términos de mortalidad o estancia media global.
Al inicio de la discusión, los autores afirman que no existen estudios previos en los que se haya analizado, utilizando bases de datos clínico-administrativos, la introducción de la VMNI en todos los pacientes ingresados por una agudización de su EPOC (más de 30.000altas), en la totalidad de hospitales públicos de una zona geográfica (con 1.500.000habitantes), durante un largo periodo de tiempo (14años). Hacen referencia únicamente a un estudio similar realizado en Estados Unidos, sobre pacientes con EPOC en una muestra de hospitales durante un periodo de 10años (1998-2008)2.
Sin embargo, existen estudios previos en España sobre este tema realizados con una metodología similar. En mayo de 2013 nuestro grupo publicó un artículo en el que se analizaban los cambios en la incidencia, en el perfil de comorbilidad, en la duración de la estancia hospitalaria, en los costes y en la mortalidad intrahospitalaria de los pacientes ingresados por una exacerbación aguda de la EPOC durante un periodo de 5años (2006-2010)3. La información fue recogida a partir del Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), que reúne los datos de todas las altas producidas a nivel nacional en la red de hospitales generales del Sistema Nacional de Salud, así como una importante proporción de los hospitales privados. Encontramos una disminución significativa en la incidencia de ingresos hospitalarios por este motivo a lo largo del tiempo, con una reducción concomitante en la mortalidad intrahospitalaria, a pesar del aumento de comorbilidad durante dicho periodo, no detectándose cambios en la duración de la estancia hospitalaria. En relación con el tratamiento, en nuestro estudio evidenciamos cambios en la utilización de soporte ventilatorio durante el periodo de estudio, con un incremento significativo en el uso de VMNI y, de forma paralela, una reducción en el empleo de ventilación mecánica invasiva (VMI) a lo largo del tiempo.
A nivel europeo existen también trabajos similares. Así, por ejemplo, en un estudio multicéntrico realizado en Francia en el ámbito de unidades de cuidados intensivos, en el que se analizaron datos de pacientes ingresados por una exacerbación de la EPOC entre los años 1998 y 2010, se registró un incremento en el uso de VMNI y una disminución en el empleo de VMI4. Los autores evidenciaron, además, que la utilización del soporte ventilatorio no invasivo se relacionaba con el volumen de casos de la unidad, sugiriendo que el aumento de la experiencia favorece el empleo de la VMNI y se asocia con una fuerte tendencia hacia una disminución de la mortalidad.
En otro estudio reciente realizado en Dinamarca se han evaluado, entre los años 2008 y 2011, las tendencias nacionales y regionales en la mortalidad de los pacientes ingresados por una exacerbación de EPOC que habían sido sometidos a un tratamiento con soporte ventilatorio, después de la puesta en marcha de un programa nacional de calidad en esta enfermedad5. Los autores han evidenciado un aumento en la utilización de la VMNI, aunque las variaciones regionales permanecen y no se ha producido una mejoría sustancial en la mortalidad.
Las diferencias en los resultados de los distintos estudios llaman la atención, sobre todo si se tiene en cuenta que hoy en día existe evidencia sólida que indica que la ventilación mecánica no invasiva reduce la mortalidad, la necesidad de intubación y la duración de la estancia hospitalaria en pacientes con una exacerbación de la EPOC. Se requieren, por lo tanto, esfuerzos adicionales para garantizar la implementación y el uso adecuado de la VMNI en las exacerbaciones agudas de la EPOC.