La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad multidimensional, con una gran heterogeneidad fenotípica que no puede ser representada adecuadamente sólo con el volumen espiratorio forzado durante el primer segundo (FEV1). La evaluación de los pacientes con EPOC requiere de un análisis de múltiples variables que engloben la afectación respiratoria y extrapulmonar. Estas variables deben ser viables en la práctica clínica, no redundantes en su información e impactar en la evolución de la enfermedad. El índice BODE (FEV1, disnea, índice de masa corporal y prueba de la marcha de 6min) representa el ejemplo más evidente de este enfoque conceptual y su aceptación en la comunidad científica ha sido creciente en los últimos años. No obstante, otros aspectos de la enfermedad no incluidos en el índice BODE, como la hiperinsuflación pulmonar, las exacerbaciones y las comorbilidades, han demostrado ser relevantes dentro de la EPOC. Además, el desarrollo de las nuevas tecnologías podría permitir la incorporación de las técnicas de imagen y los marcadores biológicos (“biomarcadores”) para una mejor caracterización de la enfermedad y un manejo más específico e individualizado de los pacientes. No obstante, la ubicación de todos estos factores dentro del esquema de evaluación de una enfermedad de elevada prevalencia, como la EPOC, está aún por definir.
Chronic obstructive pulmonary disease (COPD) is a multidimensional disease with wide phenotypic heterogeneity that is not adequately reflected by forced expiratory volume in 1 second (FEV1). Assessment of patients with COPD requires analysis of multiple variables that encompass respiratory and extrapulmonary involvement. These variables should be viable in clinical practice, should not provide duplicate information, and should have an effect on the course of the disease. The BODE index (FEV1, dyspnea, body mass index and the 6-minute walk test) is the most obvious example of this conceptual approach and its acceptance among the scientific community has grown in the last few years. Nevertheless, other aspects of the disease not included in the BODE index, such as pulmonary hyperinsufflation, exacerbations and comorbidities, have been shown to be important in COPD. Moreover, the development of new technologies could allow imaging techniques and biomarkers to be incorporated, which would in turn improve characterization of the disease and allow more specific and individually-tailored patient management. Nevertheless, the role of all these factors in the evaluation of a highly prevalent disease such as COPD remains to be defined.