El tuberculoma constituye una forma de presentación muy infrecuente de la tuberculosis pulmonar (TBC-P)1 en niños. Se trata de un nódulo o masa bien definido o localizado en el pulmón causado por Mycobacterium tuberculosis2-4. Presentamos un caso de tuberculoma gigante como forma de presentación de TBC-P primaria.
Se trata de un varón de 6 años sin antecedentes personales destacables y con historia familiar de TBC-P en abuela fallecida hacía dos años y madre y tías maternas tratadas exitosamente de TBC-P, sin sensibilidad conocida. Refería discreta pérdida de peso y anorexia en los últimos tres meses. Se realizó Mantoux que resultó positivo (20mm) y radiografía anteroposterior de tórax (fig. 1A) que mostró una consolidación pulmonar en lóbulo medio con ensanchamiento paratraqueal derecho y una lesión enfisematosa en el hemitórax derecho. La TACAR pulmonar (fig. 1B-C) objetivó adenopatías mediastínicas derechas y una colección loculada bien delimitada de aspecto necrótico parcialmente calcificado, compatible con un tuberculoma pulmonar de gran tamaño (3,5 x 4cm) e imágenes adyacentes de consolidación pulmonar con componente atelectásico en lóbulo inferior derecho y lóbulo medio y un enfisema lobar por efecto valvular endobronquial. Ante esta situación se instauró tratamiento de TBC-P con isoniazida (5mg/kg/día), rifampizina (10mg/kg/día) y pirazinamida (20mg/kg/día) y se realizó exéresis del nódulo pulmonar mediante toracotomía. El estudio anatomopatológico confirmó el diagnóstico. Tras la cirugía el paciente completó 6 meses de tratamiento antituberculoso, con evolución clínica-radiológica favorable.
A) Rx anteroposterior de tórax: muestra una consolidación pulmonar en lóbulo medio con ensanchamiento paratraqueal derecho y una lesión enfisematosa en el hemitórax derecho. B-C) TACAR pulmonar: muestra adenopatías mediastínicas derechas (C) y una colección loculada bien delimitada de aspecto necrótico parcialmente calcificada (flechas gruesas), de gran tamaño (3,5 x 4cm), e imágenes adyacentes de consolidación pulmonar con componente atelectásico en lóbulo inferior derecho y lóbulo medio (flecha fina).
El tuberculoma constituye uno de los nódulos pulmonares benignos más comunes. Representa el 5-24% de los nódulos solitarios pulmonares resecados5,6, con un tamaño que puede variar desde 1 a 10cm de diámetro2,3,6. Habitualmente se encuentran como nódulos simples3,5, aunque nódulos múltiples no son infrecuentes5. Pueden incluir una cavidad o calcificación2,3,6 y sus márgenes son habitualmente lisos y afilados3,5. Se localizan habitualmente en los lóbulos superiores2,3. Aunque la TBC-P constituye el 80-90% de todas las infecciones de TBC, un tuberculoma pulmonar es una complicación infrecuente de la misma3, pudiendo constituir una manifestación tanto de la TBC primaria como postprimaria3. Histológicamente los tuberculomas constituyen una masa encapsulada por múltiples capas concéntricas de tejido conectivo sin inflamación ni propagación periférica3. Para su diagnóstico, con frecuencia es necesario recurrir a procesos invasivos tales como punción y aspiración o toracotomía abierta, debido a que pueden ir acompañados de procesos malignos3, tal como cáncer de pulmón5. En este sentido la TACAR pulmonar con contraste puede ser útil para la identificación de cáncer de pulmón y tuberculoma en la misma lesión y para valorar la actividad del tuberculoma5. El tratamiento se basa en antituberculosos, acompañados a veces de cirugía5. Durante el tratamiento antituberculoso, algunos tuberculomas bacilos negativos no disminuyen de tamaño e incluso aumentan, dificultando la toma de decisión de tratamientos alternativos4. La PET F-18 fluoro-2-deoxy-D-glucosa (FDG-PET) puede ser útil para monitorizar la respuesta a los antituberculosos4. Según el curso evolutivo, sin tratamiento los tuberculomas pueden ser progresivos, estables o regresivos3. En general la mayoría de los tuberculomas pulmonares reducen su tamaño, incluso tras finalizar el tratamiento antituberculoso3. A veces es necesaria la resección de los tuberculomas mediante toracotomía o alternativamente toracoscopia5. Los beneficios de dicha resección incluyen el diagnóstico de certeza y diferencial, la determinación de futuras estrategias terapéuticas y la disminución de la dosis y duración del tratamiento con antituberculosos5. Como conclusión, decir que presentamos un caso de tuberculoma gigante como forma clínica atípica de primoinfección tuberculosa con buena evolución tras resección quirúrgica y tratamiento con antituberculostáticos.