El enfisema subcutáneo (ES) se define como la tumefacción producida por la presencia de aire o gas en la piel1. Es un problema predominantemente estético que no suele tener complicaciones, salvo que sea muy importante. Se presenta un caso de ES severo por neumotórax iatrógeno tratado mediante un angiocatéter fenestrado según técnica descrita por Beck2 y que se utiliza por primera vez en nuestro centro.
Varón de 77 años de edad con antecedentes de EPOC estadio GOLD III que ingresa para realización de biopsia pulmonar percutánea por estudio de nódulo pulmonar sugestivo de carcinoma broncogénico. Tras el procedimiento se detecta neumotórax que obliga a colocar tubo de drenaje, que solo se mantiene 24h al salirse de forma accidental. Posteriormente desarrolla ES extenso (cara, cuello, miembros superiores y miembros inferiores) y reproducción del neumotórax, colocándose nuevo drenaje con aspiración que resuelve el neumotórax pero no el ES. Se decide retirar el drenaje torácico y manejo conservador. Sin embargo, el ES progresa produciendo disnea, dificultad para la visión y deglución, por lo que se realiza tratamiento mediante la utilización de un angiocatéter fenestrado según la técnica descrita por Beck2, que consiste en la realización de varias fenestraciones de forma espiral a un angiocatéter del tamaño 14G. Se introdujeron 2catéteres fenestrados en el espacio subcutáneo, 2cm lateral a la línea medioclavicular a nivel de la tercera costilla (fig. 1), consiguiendo mejoría inmediata tras su colocación. Se conectó a succión continua y se instruyó al personal de enfermería y familiares para la realización de maniobras de masaje desde las partes distales hacia las mediales para facilitar la aspiración. En menos de 48h el paciente podía abrir los ojos y había desparecido su disnea, siendo dado de alta tras la resolución del cuadro.
Estudios sobre el mecanismo del enfisema pulmonar intersticial, neumomediastino y ES han demostrado que el aire empieza a emigrar desde una rotura alveolar hacia el tejido pulmonar intersticial y seguidamente al espacio perivascular hasta el mediastino2,3. Cuando el paso del aire es mayor que la reabsorción pleural se produce el ES. Esto también podría ocurrir en caso de ES secundario a neumotórax iatrógeno. Se han descrito complicaciones importantes, como malfuncionamiento de marcapasos, compromiso de vía aérea, hipertensión intracraneal o fallo respiratorio, pero son infrecuentes. Un manejo conservador suele ser suficiente para la resolución del ES1, si bien se han propuesto diversas terapias, como realización de orificios en la piel, colocación de tubos de tórax, drenaje pig-tail o drenaje con trocar, que tienen limitada utilidad y asocian riesgos de infección, cicatrices e incomodidad para el paciente1,2. La colocación del catéter fenestrado es fácil, rápida y cómoda, y su mínima invasión hace posible que se reduzca el riesgo de infección y cicatrices en la piel, si bien no se recomienda un uso de más de 72h4. La utilización de esta técnica en el manejo del ES debe ser individualizada en función del contexto clínico y de la gravedad del cuadro, aunque su sencillez, su alta efectividad, su bajo coste, su mínima invasión y su bajo riesgo de complicaciones la posicionan como una buena opción en casos seleccionados.