La neuralgia postherpética es la complicación tardía más frecuente del herpes zoster, presentándose en el 9-19% de los pacientes1. Ocurre debido a la lesión del nervio en el área afectada por el virus y es definida como la persistencia del dolor después de 3 meses de la resolución de la erupción vesicular característica2–4. El principal problema clínico es la persistencia del dolor que interfiere en las actividades diarias del paciente, reduciendo su calidad de vida. La región torácica (nervios de T1 a T12) es la zona más comúnmente afectada en la neuralgia postherpética con una incidencia de hasta el 50%5. Se han sugerido varios tratamientos6–10 incluyendo fármacos, inyecciones de toxina botulínica, bloqueos nerviosos, estimulación nerviosa periférica, intervención quirúrgica, tratamiento por radiofrecuencia pulsada y ablación por radiofrecuencia11.
Dada la escasa evidencia científica publicada de neumotórax iatrogénico tras el empleo de radiofrecuencia convencional, presentamos el caso de una señora de 62 años, sin hábitos tóxicos, diagnosticada de fibromialgia y osteoporosis con infección por herpes zoster torácico en 2011 apareciendo como complicación tardía una neuralgia postherpética. Estaba en seguimiento por la Unidad del dolor, desde 2012 había recibido diferentes tratamientos médicos sin éxito, incluyendo un bloqueo nervioso con anestésicos locales y esteroides en el 2015. En abril del 2016 se inicia tratamiento con radiofrecuencia intercostal convencional, en la que se estimula el área dolorosa sobre el 9.o espacio intercostal derecho a 80° durante 90seg, sin complicaciones. Se realiza una segunda radiofrecuencia sin incidencias a las 12 semanas y en diciembre se lleva a cabo una tercera radiofrecuencia convencional sobre el 5.o espacio intercostal. En esta última sesión de radiofrecuencia la paciente presenta disnea, taquicardia a 110lpm e hipotensión, por lo que se realiza una radiografía de tórax urgente en la que se observa un neumotórax derecho (fig. 1). Se coloca un drenaje pleural tras el cual se observa la reexpansión completa del pulmón derecho. La paciente es dada de alta de neumología a las 48h sin complicaciones.
La neuralgia postherpética por lo general responde a la farmacoterapia, debiéndose emplear antes de intentar cualquier intervención. Los casos refractarios pueden ser tratados con procedimientos mínimamente invasivos no exentos de riesgos como el bloqueo nervioso, tras el cual en un 0,09% de los pacientes se produce un neumotórax, cifra que asciende al 0,42% si se realiza de forma rutinaria a todos los pacientes una radiografía de tórax12, sin embargo esta no es una complicación habitual de las técnicas de radiofrecuencia donde series más amplias de hasta 96 pacientes en las que fue usada para el tratamiento de la neuralgia postherpética no fue descrito ningún neumotórax9.
La radiofrecuencia es una técnica intervencionista mínimamente invasiva que ofrece una alternativa en el manejo del dolor crónico y está siendo cada vez más utilizada en los últimos años en las unidades de dolor crónico.
Dada la localización habitual de la neuralgia postherpética en la región torácica junto al desarrollo de nuevas técnicas para el control del dolor obliga a tener en cuenta posibles complicaciones no contempladas inicialmente, como en el caso de nuestra paciente que presentó un neumotórax en un pulmón sano. El manejo de estos casos comienza por la sospecha clínica, sobre todo en casos con factores de riesgo. El tratamiento dependerá del tamaño del neumotórax. En el caso de nuestra paciente, con repercusión hemodinámica, el drenaje fue colocado de forma urgente.
Todo ello obliga a pesar de la baja incidencia de estas complicaciones a disponer de los medios en estas unidades para su diagnóstico y proceder en el caso de que se produzcan.