La reciente versión de la guía española del manejo del asma (GEMA 4.0) refleja en el apartado de recomendaciones sobre vacunación que: «La vacunacio¿n antigripal y la neumoco¿cica no han mostrado eficacia en la prevencio¿n de exacerbaciones de asma. No obstante, debido a que es una estrategia coste-efectiva, y al elevado riesgo de complicaciones en pacientes con procesos cro¿nicos, la vacunacio¿n antigripal anual deberi¿a ser considerada en pacientes con asma moderada y grave, tanto adultos como nin¿os»1. Esta afirmación, que omite la recomendación de la vacunación antineumocócica, está obsoleta a la luz del conocimiento actual, y está sustentada en una referencia del año 2002.
Numerosos trabajos recomiendan la vacunación antineumocócica del paciente asmático, algunos firmados por la propia Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)2–4. En concreto, el consenso sobre la vacunación antineumocócica en el adulto con enfermedad de base, firmado por 16 sociedades científicas, refiere que «Además de la EPOC, entre las enfermedades respiratorias crónicas que parecen actuar como factor de riesgo se encuentra el asma». Varias recomendaciones de vacunación antineumocócica específicas para sujetos con enfermedades respiratorias, y revisiones sistemáticas recientes, hacen referencia a la necesidad de prevención de enfermedad neumocócica en estos pacientes por su incremento del riesgo4–6.
Diferentes estudios asocian mayor incidencia de enfermedad neumocócica invasora (ENI) en pacientes asmáticos, variable según el grado de afectación. El grupo de alto riesgo —definido como asmáticos con una o más hospitalizaciones o visitas a urgencias, uso de tratamiento de rescate o corticoides orales por periodos largos de tiempo, o utilización de beta-agonistas 3 o más veces el año anterior— es el más expuesto a sufrir ENI. Una revisión sistemática sobre el riesgo de ENI en el paciente asmático concluyó que dado el elevado riesgo de estos pacientes, se deberían incluir dentro del grupo de recomendación de vacunación antineumocócica7.
Igualmente, los datos disponibles en relación con la neumonía neumocócica —forma más frecuente de presentación de enfermedad neumocócica en adultos— muestran un aumento significativo de la incidencia y del riesgo en sujetos con asma respecto a la población sana5. Okapuu et al.6 estudiaron el número necesario de sujetos con asma a vacunar (NNV) para prevenir un caso de ENI, tanto utilizando la vacuna antineumocócica conjugada 13-valente (PCV-13), como la vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente (PPV-23) en el paciente con asma. Asumiendo una eficacia vacunal del 65%, el NNV osciló entre 135 y 839 adultos, siendo equiparable este valor al encontrado para las demás enfermedades contempladas como de alto riesgo y con recomendación de vacunación antineumocócica con ambas vacunas. Además, el estudio CAPiTA (eficacia clínica de la vacunación antineumocócica con PCV13 frente a la neumonía neumocócica), con más de 84.000 sujetos ≥65 años, incluidos pacientes con asma y otras enfermedades respiratorias, ha demostrado la eficacia de PCV-13 para la prevención tanto de la ENI, como de la neumonía neumocócica causada por los serotipos vacunales7.
A la luz de la evidencia expuesta, actualmente se recomienda la vacunación antineumocócica en sujetos con asma, priorizando la administración de una dosis única de PCV-13, seguida posteriormente de la vacunación con PPV-23. Por tanto, dada la importancia, el prestigio y la utilidad clínica de la guía GEMA, solicitamos una rectificación y actualización en el apartado de vacunación, que tenga en consideración las vigentes recomendaciones que se resumen en la indicación de vacunación antineumocócica en pacientes con asma, priorizando las formas graves de enfermedad.
Neumoexpertos en prevención es un grupo nacional de trabajo sobre la prevención de la neumonía, auspiciado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, España. Más información en: http://www.neumoexpertos.com