Presentamos una serie de 6 casos, 4 mujeres y 2 varones, con una mediana de 57 años, todos con comorbilidades que condicionaban un estado de inmunosupresión. Ingresaron con síntomas respiratorios y una radiografía de tórax con infiltrados pulmonares compatibles con neumonía bacteriana, se les inició tratamientos antibióticos empíricos, sin obtener respuesta, con deterioro progresivo junto con cultivos negativos.
Caso 1: Paciente femenina de 18 años, derivada del área urbana con diagnóstico de empiema pleural izquierdo. Presentó una tomografía simple de tórax en la cual se observó un secuestro pulmonar infectado en lóbulo inferior izquierdo. Se le realizó una lobectomía inferior izquierda por toracotomía lateral, sin complicaciones, en el examen de la pieza quirúrgica se encontró una infección por Lophomonas blattarum (fig. 1), por lo que se inició tratamiento con metronidazol. La paciente presentó un postoperatorio favorable y se le dio el alta médica al quinto día, con resolución completa de su cuadro respiratorio.
Caso 2: Paciente masculino de 52 años, procedente del área rural con antecedente de insuficiencia renal crónica, que ingresó con insuficiencia respiratoria aguda grave, se le hizo un hemograma y radiografía de tórax, que fueron compatibles con neumonía adquirida en la comunidad (NAC), por lo que recibió tratamiento antibiótico empírico y oxigenoterapia, sin mejoría. Ante la falta de respuesta se decidió broncoscopia con toma de muestras. El estudio directo mostró parásitos flagelados y se inició metronidazol intravenoso con gran mejoría. El paciente completó 20 días de tratamiento domiciliario, con resolución completa del cuadro.
Caso 3: Paciente masculino de 55 años, procedente del área urbana, con antecedente de tuberculosis pulmonar en tratamiento con isoniazida y rifampicina, ingresó por un cuadro de insuficiencia respiratoria grave que requirió intubación orotraqueal. Por la alta sospecha de sobreinfección se inició antibioterapia empírica, sin mejoría. Ante la falta de respuesta se procedió a una broncoscopia y se observó al examen directo de la muestra protozoos flagelados (Lophomonas blattarum) y se inició tratamiento con metronidazol venoso, obteniendo mejoría progresiva. Permaneció hospitalizado hasta completar 7 días de tratamiento venoso y fue dado de alta con metronidazol oral, en buenas condiciones.
Caso 4: Paciente femenina de 59 años, procedente del área rural, con antecedente de carcinoma renal en remisión, ingresó con un cuadro respiratorio grave. La tomografía axial computarizada de tórax fue compatible con NAC, se inició antibioterapia empírica con mejoría parcial y al examen directo de esputo se observó parásitos flagelados (Lophomonas blattarum), por lo que se complementó tratamiento con metronidazol oral. La paciente mejoró rápidamente y pudo ser dada de alta para completar el esquema en su domicilio.
Caso 5: Paciente femenina de 69 años procedente del área rural, con antecedente de insuficiencia renal crónica en diálisis. Ingresó por síntomas respiratorios, se le realizó tomografía axial computarizada de tórax y hemograma compatibles con neumonía grave, por lo que se le inició antibioterapia empírica, sin mejoría. Con broncoscopia se tomó muestras y en el examen directo se observó Lophomonas blattarum, se inició tratamiento con metronidazol venoso con lo cual presentó mejoría paulatina.
Caso 6: Paciente femenina de 79 años procedente del área urbana, con antecedente de diabetes mellitus en tratamiento con insulina. Ingresó por cuadro de insuficiencia respiratoria grave que requirió intubación orotraqueal, con los resultados de los exámenes complementarios hemograma y tomografía axial computarizada de tórax se dio un diagnóstico de neumonía grave. Se inició manejo con antibioterapia empírica sin respuesta y con deterioro paulatino. Se realizó una broncoscopia en donde se detectó infección por Lophomonas blattarum, se inició tratamiento con metronidazol venoso sin mejoría. La paciente presentó deterioro progresivo y falleció al décimo día.
La especie Lophomonas blattarum es un protozoo de forma redonda, ovoide o piriforme, mide de 20 a 60mm de largo por 12 a 20mm de ancho, posee un citoplasma granular y en su polo apical presenta flagelos con una orientación irregular, que con sus movimientos le ayudan a desplazarse. Estos parásitos se encuentran en el tracto intestinal de algunas termitas y cucarachas, su infección en humanos es rara, y está estrechamente relacionada con estados de inmunosupresión crónica. La forma de trasmisión es por medio de la ingesta directa de las heces fecales de una termita o cucaracha que tenga la infección. La sintomatología simula una infección respiratoria pudiendo dar tos con o sin expectoración, dolor torácico, insuficiencia respiratoria, etc., con una radiografía de tórax con infiltrados pulmonares bilaterales. Por lo que es común que se confunda con una neumonía. Su diagnóstico se confirma por la identificación del parásito en las secreciones respiratorias1–3.
En la literatura existen pocos casos descritos de infección pulmonar por Lophomonas blattarum, la mayoría de estos en China donde en la actualidad se ha reportado 137 casos, en Perú 6, en España 2 y México con Emiratos Árabes con uno cada uno. En las series descritas la mayoría de pacientes diagnosticados son varones, en tanto que en nuestra serie predominan las mujeres, además casi la totalidad de pacientes son adultos (3 niños en Perú y uno en México) con estados de inmunosupresión (69,1% en la literatura vs. 100% en nuestro estudio) o con infecciones pulmonares previas o concomitantes, situación similar a la presentada en nuestra serie4–13.
En la totalidad de pacientes tanto en la literatura como en nuestra serie, los síntomas presentados son los típicos de una infección respiratoria (tos, expectoración, fiebre, dolor torácico), con una radiografía de tórax que asemeja a una neumonía, por lo que es frecuente que sea confundida con esta enfermedad. Su diagnóstico se basa en la observación directa en vivo del parásito en esputo, lavado broncoalveolar, cepillado bronquial o aspirado traqueal, se debe tener cuidado de no confundir al parásito con las células epiteliales bronquiales ciliadas que por su forma y características se asemejan a la morfología de la Lophomonas, la principal diferencia es la movilidad constante que presenta el parásito, pudiéndose observar al microscopio claramente el movimiento de sus flagelos apicales, acción que le sirve para desplazarse4–13.
Su tratamiento se basa en la administración ya sea oral o venosa de metronidazol para pacientes de más de 40kg de peso la dosis es de 500mg/cada 8h/durante 20-30 días, dependiendo de la gravedad de la infección, y para los niños se calcula de 30 a 40mg/kg/día dividida en 3 tomas, no se han encontrado todavía resistencias a este tratamiento hasta la actualidad4–13.
En conclusión, esta es una infección parasitaria rara, que debe sospecharse en personas que tras estar en un lugar endémico presenten una infección pulmonar con mala respuesta al tratamiento antibiótico y con comorbilidades que predispongan a inmunosupresión.