La revista,
ein.presa colectiva
Los ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOGIA son
el órgano de expresión de la Sociedad Española de
Patología del Aparato Respiratorio en particular
y la Neumología española en general. Constituyen,
por lo tanto, la cara que nuestra Sociedad presenta
al público médico nacional e internacional. Todos
y cada uno de nosotros debemos estar interesados
en que la Revista alcance el máximo prestigio, porque
el que tenga va a ser, en definitiva, el de todos y cada
uno de nosotros.
Resulta así que, para bien o para mal, debemos
considerar que su éxito o su fracaso será el de cada uno
de los socios de la SEPAR, el de la misma Sociedad
y hasta cierto punto el de todos los neumólogos
españoles. Se trata, pues, de una empresa colectiva,
no de una aventura individual o de un grupo de la que
los demás pueden desligarse.
No es el esfuerzo de un director ni aun el de una
escuela el que puede prestigiar la Revista sino el de todos.
Ni la tenacidad del Dr. Guallar que la ha hecho nacer
y la ha llevado adelante durante años aun en
circunstancias difíciles, ni la inteligencia, el gusto
y la decisión del Dr. Manresa, ni por supuesto mis
esfuerzos aún por demostrar, serán capaces de suplir
una tarea que, repito, es de todos.
Así pues cumple a todos poner nuestro grano de arena
en esta empresa común de forma que cuando hayamos
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alcanzado y sostenido el nivel que deseamos podamos
mirar la Revista con justo orgullo.
No me parece escandaloso afirmar que estamos todavía
muy lejos de esta meta. Tampoco me parece desalentador
augurar que esta meta no va a ser fácil de alcanzar.
Por el contrario, estas afirmaciones, por las que
pido perdón anticipado, si ha lugar, nos deben servir
de acicate para colaborar con más ahínco. Es necesario
que cada escuela, cada centro, cada uno de los
neumólogos españoles, piense en la Revista lo necesario
para que ésta se nutra de lo que es su pan:
los trabajos que en ella se publican; y de lo que es
su sal y pimienta: la contraposición de los puntos
de vista.
Para que todo ello sea posible es necesario que el
número de originales sea elevado y que de este número
elevado se puedan seleccionar los mejores. De la cantidad
de trabajos tiene que salir, necesariamente, la calidad
superior de la Revista.
Por todo ello me ha parecido que el primer deber
de quien ha sido designado para figurar al frente
de ella durante dos años después de los Dres. Guallar
y Manresa, era el de recabar la ayuda de todos los que
le encomendaron dicha misión. Ojalá que este
llamamiento rinda fruto para que algún día podamos
estar orgullosos de nuestra empresa colectiva.
J. LO PEZ MEJIAS