Estudios realizados en la última década demuestran una prevalencia elevada de consumo de tabaco entre niños y adolescentes, con un incremento más importante entre las niñas y las jóvenes, señalando una divergencia creciente de las tendencias del hábito según el sexo. El objetivo de nuestro estudio ha sido conocer la prevalencia y las diferencias existentes en la experimentación y consumo de tabaco entre niños y adolescentes de ambos sexos y la posible influencia del medio urbano o rural en los mismos.
Participaron en el estudio S14 escolares, de los cuales S09 resultaron válidos para el estudio: 385 alumnos y 424 alumnas, con edades comprendidas entre 13 y 24 años (15,90±1,73) estudiantes de un instituto urbano y otro rural. El estudio incluyó la realización de una encuesta y la medición del monóxido de carbono en el aire espirado en el propio centro escolar.
El 68,2% de los jóvenes afirmaron haber probado el tabaco: 241 alumnos (62,5%) y 311 alumnas (73,3%) (p<0,001). El 27,2% afirmaron ser fumadores habituales: 78 alumnos (20,2%) y 142 alumnas (33,4%) (p<0,001); la edad media de los experimentadores fue de 16,18±1,78 años y de los fumadores 16,55±1,85 años, significativamente superior a la de aquellos que no lo habían probado nunca (15,29±1,43; p<0,001).
En los fumadores habituales el consumo medio de cigarrillos día es de 2,71±1,68, similar en los estudiantes de ambos sexos. El nivel de CO en el aire espirado es de 12,61±6,39 ppm, significativamente superior (p<0,001) al encontrado en el grupo de probadores y de no fumadores (p<0,001). La mañana de la realización del estudio habían fumado 180 alumnos (22,2%), 119 alumnas y 61 alumnos (p<0,001). En total habían fumado el 81,8% de los estudiantes que aseguraron ser fumadores: 78,2% de los alumnos fumadores y 83,9% de las alumnas fumadoras. El nivel medio de CO encontrado en este grupo fue de 13,95±1,69 ppm, significativamente superior al encontrado en los otros grupos estudiados: población no fumadora, probadores o experimentadores de tabaco. No observamos diferencias significativas entre el número de cigarrillos/día que consumen los alumnos que aseguran ser fumadores habituales y el número de cigarrillos que habían consumido esa mañana quienes habían fumado el día de la realización del estudio.
Dentro del colectivo infantil y juvenil se han percibido cambios en algunos aspectos relacionados con el consumo de tabaco. En nuestro estudio hemos observado que prácticamente todos los aspectos vinculados a la experimentación y consumo de tabaco son significativamente superiores en las niñas y las adolescentes.
Studies carried out in the past ten years have found the prevalence of smoking among children and adolescents to be high, with the greatest increase observed for girls and young women, indicating increasing gender-related differences. The aim of our study was to determine the prevalences and differences among children and adolescents of both sexes with regard to experimentation and use of tobacco products and to determine any possible influence related to urban or rural environment.
Eight hundred fourteen students participated, with 809 providing valid data for study: 385 males and 424 females ranging in age from 13 to 24 years old (15.90±1.73 years). The subjects studied in either an urban or a rural school. Data was collected on campus by questionnaire and carbón monoxide in expired air was measured.
Smoking had been tried by 68.2%: 241 males (62.5%) and 31 females (73.3%) (p<0.001). Habitual smoking was reported by 27.2%: 78 males (20.2%) and 142 females (33.4%) (p<0.001). Mean ages of experimenters (16.18±1.78 years) and smokers (16.55±1.85 years) were higher than the mean age of non-experimenters (15.29±1.43) (p<0.001).
Habitual smokers consumed a mean 2.71±1.68 cigarettes/day and consumption was similar for both sexes. CO in expired air was 12.61±6.39 ppm in these smokers, significantly higher (p<0.001) than that found in experimenters and non smokers (p 0.001). One hundred eighty students (22.2%), 119 females and 61 males (p<0.001), reported having smoked on the morning of the study. In total, 81.8% of the students who described themselves as smokers had smoked that morning: 78.2% of the males and 83.9% of the females. CO in this group was 13.95±1.69 ppm, significantly higher than that found for the other groups (non smokers or experimenters). We found no significant differences between number of cigarettes/day smoked by students who reported being habitual smokers and the number consumed the morning of data collection by students who had smoked the day of the study.
Changes can be observed in patterns of tobacco use among children and young people. We found that nearly all aspects related to experimentation and consumption of tobacco are significantly higher in females.