López-Padilla et al.1 han publicado un exhaustivo estudio bibliométrico sobre la autoría de mujeres en Archivos de Bronconeumología. Con cierto optimismo concluyen que las mujeres participan más en los últimos años en las posiciones primeras e intermedias de las autorías, pero no en las últimas. Es una afirmación estadísticamente cierta; podemos ver que durante 2006-2010 el 31,2% de los artículos originales tenía a una mujer como primera firmante y en los últimos años (2016-2018) esta cifra se había incrementado al 34,5%. Sin embargo, con los mismos resultados, la conclusión también podría haber sido completamente contraria. Con datos del propio artículo, en 2006 la proporción de mujeres colegiadas era del 42% y en 2016 de casi el 50%. Esto permite una interpretación menos optimista, porque si se tiene en cuenta la proporción de colegiadas el porcentaje de mujeres como primeras autoras debería haber sido del 37% en el último período para mantener la ratio previa. Es decir, hay proporcionalmente menos mujeres como primeras firmantes en el período 2016-2018 que en los años anteriores.
Algo similar habíamos observado previamente nosotros en los artículos editoriales2. Estos artículos reflejan el prestigio o la influencia científica de sus autores, porque se realizan por encargo de los comités editoriales3. En un estudio de autoras de artículos editoriales obtuvimos que solo el 16% de los publicados en Archivos de Bronconeumología estaba firmado en primera posición por mujeres, y este porcentaje no se modificaba significativamente en los distintos años2. Aunque la desigualdad de género en la autoría ocurre en prácticamente todas las revistas y campos científicos3, los datos de Archivos de Bronconeumología no son especialmente satisfactorios. Por ejemplo, en Medicina Clínica, una revista española que publica artículos de múltiples especialidades médicas, las mujeres eran firmantes del 40% de los documentos científicos, aunque, de nuevo, eran solo primeras firmantes del 18% de los editoriales4.
Se han señalado diversos factores que influyen en la desigualdad de las mujeres en sanidad, como el modelo de jerarquía y de liderazgo con una orientación de tradición masculina5. Sin embargo, es llamativo que esto ocurra en una especialidad, como la neumología, que tiene o ha tenido numerosas mujeres en la presidencia de sus sociedades científicas nacionales y territoriales y en jefaturas asistenciales. Como evidencia de la implicación científica de las neumólogas, en el momento actual (junio de 2020) con datos disponibles en la web de SEPAR hay más mujeres que varones en los comités científicos de los grupos de la sociedad. No obstante, hemos visto que su aparición como primeras firmantes es muy baja1,2.
Se han descrito barreras estructurales, organizativas y personales que dificultan el acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad en actividades científicas6 y un menor reconocimiento por las sociedades científicas7. Parece que, entre otros motivos, una causa importante en la dificultad de las mujeres para publicar podría ser la diferencia en el control del tiempo en el trabajo8. Este término puede incluir desde percepciones subjetivas hasta las cargas que suponen las obligaciones familiares y domésticas.
Los datos de la participación femenina en el liderazgo de las publicaciones científicas, incluso con la más optimista de las interpretaciones, son decepcionantes. Es necesario identificar las causas y quizás también plantear medidas concretas como facilitar la gestión del tiempo en el trabajo o favorecer la visibilidad de las investigadoras en los artículos de encargo editorial. Existen propuestas internacionales para intervenir en esta cuestión identificando los factores culturales, los específicos de cada país y otros factores interdisciplinares9. Algunas revistas ya han desarrollado políticas editoriales para facilitar la visibilidad femenina en las publicaciones científicas10.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.