Hemos leído con gran interés la Carta al Director1 firmada por Mascarós et al., en representación del «grupo de neumoexpertos en prevención», grupo auspiciado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, en colaboración con laboratorios Pfizer (http://neumoexpertos.org/conflicto-de-intereses). Dichos autores cuestionan la ausencia de recomendación de la administración de la vacuna antineumocócica en la población asmática, en la última edición de la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA 4.0)2. Sus argumentos descansan en que recientes documentos de consenso elaborados por expertos, la recomiendan, y que nuevos estudios han constatado su eficacia3,4.
Las guías de práctica clínica (GPC) basadas en la evidencia, proponen recomendaciones cuando existen pruebas científicas que las apoyen. En el caso de la vacuna antineumocócica, lamentablemente dicha evidencia es débil (o inexistente). De ahí, que ni GEMA 4.0, ni tampoco las guías internacionales más prestigiosas, como la Global INitiative for Asthma (GINA) o la de la British Thoracic Society (BTS), la recomienden. De los 2 estudios que según Mascarós et al. proporcionan las nuevas evidencias en las que basar su eficacia, el de Okapuu et al.3, es tan solo un simple ejercicio aritmético resultante de cruzar bases de datos, en el que el número de casos a tratar (NNT) se establece de forma hipotética, pues no se desprende de un ensayo clínico prospectivo. Y el de Bonten et al. (estudio CAPITA)4, si bien proporciona evidencia para la indicación de la vacuna antineumocócica PCV-13 en mayores de 65 años, no se puede utilizar como argumento que avale su indicación en la población asmática, pues no efectuó un subanálisis específico en dicho grupo de pacientes. Y el hecho de que grupos de expertos en recientes consensos la recomienden, sin basarse en estudios sólidos para su defensa, proporciona tan solo evidencia de nivel bajo (o inexistente). Evidencia, de la que en general las GPC, huyen.
No obstante, dado que la población asmática tiene un mayor riesgo de padecer enfermedad neumocócica invasiva5, y de que la vacunación antineumocócica es eficaz para prevenir dicha infección en la población general, si bien la evidencia para su indicación en la población asmática es débil (o inexistente), el Sistema Nacional de Salud español (http://www.msssi.gob.es) ha recomendado recientemente su administración en pacientes con asma grave. Los firmantes de la GEMA 4.0, en su mayoría médicos clínicos, consideramos que la vacunación antineumocócica de la población asmática grave, probablemente sea beneficiosa, pero como redactores de una GPC basada en la evidencia, al no tener las pruebas en las que sentar con rigor dicha indicación, nos obliga a ser restrictivos en su recomendación. Por todo lo expuesto, en estos momentos ir más allá en la indicación de la vacunación antineumocócica en la población asmática, nos parece inapropiada. Los firmantes de la GEMA procederían a incluirla en un futuro ante la aparición de nueva y sólida evidencia que la avale.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses en relación con el contenido del documento.