El objetivo de este estudio ha sido evaluar la eficacia de un plan de intervención mínima personalizada para dejar de fumar en un grupo de fumadores que acuden a la consulta de neumología.
Se diseñó un estudio abierto de 6 meses de seguimiento, multicéntrico, en cuatro consultas de neumología de otras tantas ciudades del Estado español.
Se incluyeron fumadores que acudían a una consulta de neumología con y sin enfermedad respiratoria. Se les agrupó de acuerdo a la fase de abandono del consumo del tabaco: precontemplación y contemplación.
Se valoró el grado de dependencia física a la nicotina, y utilizamos la versión revisada del test de Fagerstrom. Se midieron las concentraciones de monóxido de carbono (CO) en el aire espirado.
A los fumadores en fase de precontemplación se les aconsejó el abandono del consumo del tabaco y se les suministró un folleto con información sobre el tabaquismo. A los fumadores en fase de contemplación, además de todo lo anterior, se les dio una guía práctica para dejar de fumar. El consejo de abandono del tabaco fue distinto para cada una de las fases.
Los fumadores fueron revisados en dos ocasiones: a las 8 semanas y a los 6 meses, respectivamente. Se valoró el éxito de la intervención para la abstinencia (era obligatorio demostrar concentraciones de CO en el aire espirado ≤ 10ppm) y el cambio de fase de abandono.
Un total de 313 sujetos se incluyeron en el estudio: 222 varones (70,9%) y 91 mujeres (29,1%). La edad media fue de 47,3 (10,4). De éstos, 92 estaban en fase de precontemplación y 221 en fase de contemplación.
A los 6 meses de seguimiento, el 43% (40 sujetos) de los 92 precontempladores había cambiado de fase de abandono y, de éstos, 21 sujetos (23%) habían dejado de fumar.
A los 6 meses de seguimiento, el 28% (61 sujetos) de los 221 contempladores había cambiado de fase y, de éstos, 20 sujetos (9%) habían dejado de fumar.
La intervención mínima personalizada, tanto en los sujetos con enfermedad como sin ésta, demuestra buenos resultados desde el punto de vista de éxito en la abstinencia y en el del progreso en la fase de abandono.
The aim of this study was to evaluate the efficacy of a minimal-intervention smoking cessation program tailored to meet the needs of patients in a pneumology practice.
Six-months open study was designed, multicenter, involving four pneumology practices in different Spanish cities.
Smokers with or whithout respiratory disease who consulted a pneumologist were included. Patients were grouped according to their phase in the self-change process toward smoking cessation: precontemplation or contemplation.
The level of physical dependence on nicotine was assessed using a revised version of the Fagerström test. CO in exhaled air was aiso measured.
Precontemplators were advised to quit smoking and given a booklet about smoking addiction. Contemplators were additionally given a practical guide to quitting. Advice on quitting was different for the two different phases.
Smokers were reexamined twice: 8 weeks and 6 months later. We evaluated the success of the physician's intervention of encouragement to abstain (a level of CO in exhaled air [10ppm was required]) and we recorded change of phase in the cessation process.
Three hundred thirteen subjects were enrolled: 222 men (70.9%) and 91 women (29.1%). After 6 months, 40 (43%) of the precontemplators had changed phase and 21 of them (23%) had stopped smoking; 61 (28%) of the 221 contemplators had changed phase and 20 of them (9%) had quit smoking.
Personalized minimal intervention in subjects with or without disease gives good results in terms of success in quitting as well as progress toward cessation.