En el año 2008 se publicó el documento «Manejo de la neumonía adquirida en la comunidad en los servicios de urgencias»1 elaborado por TIR-SEPAR (Área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) e INFURG-SEMES (Grupo de estudio Infecciones en Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) con el objetivo de servir de herramienta para disminuir la variabilidad clínica y mejorar el manejo integral de la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) desde los Servicios de Urgencias Hospitalarios (SUH). En él se define NAC cuando existe «una presentación clínica infecciosa aguda compatible y su demostración radiológica». Uno de sus puntos fundamentales, sin duda, se basa en la importancia de administrar cuanto antes la primera dosis del antimicrobiano, y que esta sea además la indicada por los expertos, como nos recomiendan algunas de las guías más relevantes2,3. Esto no solo puede ser posible en el SUH, si no que debe ser un objetivo irrenunciable hoy en día4. La realidad nos demuestra que conseguirlo no es fácil y tendremos en contra muchos factores adversos (saturación del SUH, ingresos pendientes de camas, número total de urgencias/día, número de pacientes asignados por médico) que han demostrado ser predictores independientes del retardo en la administración en las 4 primeras horas del antibiótico en el SUH en la NAC5. Pero para lograrlo nos propusimos: mejorar el triaje o primera valoración del paciente, la detección precoz del enfermo con NAC y/o criterios de sepsis, implantar un protocolo de manejo del paciente con sospecha de NAC (documento SEMES-SEPAR antes referido) y la realización sistemática de una escala pronóstica para adecuar mejor la decisión del ingreso o alta y así determinar y administrar precozmente el tratamiento adecuado6. Es conocido que la adherencia a las guías de práctica clínica ha demostrado una reducción de la mortalidad, mejora la adecuación y precocidad de los tratamientos y optimiza el uso de pruebas complementarias aumentando la tasa de diagnósticos conseguidos desde el SUH. Por ello, diseñamos un estudio prospectivo observacional, simple ciego desde el 1-6-2008 al 30-9-2008 (grupo control) y del 4-10-08 al 15-1-09 (grupo estudio) de pacientes adultos diagnosticados de NAC en el SUH. Con el objetivo de analizar el cumplimiento, diferencias y mejoría en el manejo de la NAC tras implantar «las mencionadas recomendaciones SEMES-SEPAR 2008 para el SUH», comparando un grupo previo y otro posterior a su implantación. Para el análisis comparativo utilizamos el paquete SPSS14.0 (t de Student, U de Mann-Whitney y la prueba de χ2 corregida por Yates para las proporciones, considerando diferencia significativa p<0,05). En la tabla 1 se muestran algunos de los resultados obtenidos. La selección e inclusión de los pacientes y su posterior seguimiento en el tiempo se realizó por colaboradores independientes, hasta tener 100 casos confirmados consecutivos en cada grupo, que definieron como «manejo adecuado» (tratamientos y medidas) el citado documento SEMES-SEPAR. Entre los 2 grupos se hicieron sesiones clínicas y se facilitó y explicó a todos los médicos del SUH el documento, solicitando su aplicación sistemática a partir del 4-10-08. La incidencia de la NAC supuso el 0,56 vs. 0,59% de los enfermos atendidos en el SUH (6–7 casos/1.000hab/año en los 2 grupos). La edad ±DS (62±21 vs. 65±19 años). El índice de comorbilidad de Charlson (media±DS) fue de 1,9±1,6 vs. 2,1±1,8, que ponderado en función de la edad ascendía a 4,1±2,1 vs. 4,5±2,3. El grupo estudio y el control tuvieron una distribución de casos sin diferencias significativas respecto a los grupos de riesgo de la escala de Fine (PSI: Pneumonia Severity Index). Podemos afirmar que la implementación de la guía ha permitido mejorar de forma significativa el proceso asistencial de la NAC en nuestro SUH. Se consigue aumentar el tratamiento empírico adecuado, mayor diagnóstico etiológico, mejor adecuación de solicitud de pruebas complementarias microbiológicas, menor estancia hospitalaria, menor duración de tiempo de antibiótico y menor tasa de reconsultas. Y como esperábamos al realizar el estudio un mayor índice de administración de antimicrobianos adecuados en las primeras 4h de estancia del paciente en el SUH. En relación a la mortalidad en porcentaje absoluto durante los 30 días posteriores al ingreso (imputada por los colaboradores del estudio al propio proceso infeccioso o por complicaciones derivadas de él), es menor en el grupo estudio (8 vs. 11%) aunque sin diferencias significativas posiblemente por el tamaño de la muestra.
Resultados comparativos antes y después de implantar las recomendaciones INFURG-SEMES – TIR-SEPAR
Resultados | GC | GE | Diferencia |
N=100 | N=100 | ||
Criterios de SG/SS (%) | 8 | 10 | NS |
Tratamiento antimicrobiano empírico adecuado (%) | 62 | 97 | p<0,05 |
Administración antibiótico en menos de 4h (%) | 31 | 90 | p<0,05 |
Duración del tratamiento antibiótico (días) | 12,5 | 9,1 | p<0,05 |
Estancia hospitalaria (días) | 8,6±6,2 | 6,3±4,4 | p<0,05 |
Solicitud adecuada de pruebas complementarias/microbiológicas (%) | 18 | 74 | p<0,05 |
Consecución diagnóstico microbiológico final (%) | 22 | 47 | p<0,05 |
Altas en la primera visita desde el servicio de urgencias (incluye observación menos de 24h) (%) | 38 | 42 | NS |
Ingreso en UCE (24–72h) (%) | 23 | 26 | NS |
Ingreso en planta (%) | 30 | 24 | NS |
Ingreso en UCI (%) | 9 | 8 | NS |
Reconsulta durante los 30 días posteriores tras el alta inicial desde urgencias (%) | 17 | 8 | p<0,05 |
Mortalidad total acumulada a los 30 días (%) | 11 | 8 | NS |
GC: grupo control (antes de las recomendaciones); GE: grupo estudio (posterior a la implantación de las recomendaciones); N: número total pacientes de cada grupo; NS: diferencias no significativas; PSI: Pneumonia severity index; SG: sepsis grave; SS: shock séptico.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.