Presentamos el caso de un paciente de 69 años, exfumador, diabético y dislipémico, remitido desde otro centro con el diagnóstico de adenocarcinoma pulmonar obtenido mediante fibrobroncoscopia que mostró una tumoración en el orificio del bronquio segmentario anterior del lóbulo superior derecho. La tomografía por emisión de positrones (PET-TC) informaba de una masa hipercaptante (SUVmáx. de 15g/ml) paramediastínica en el LSD compatible con tumoración maligna, una adenopatía paratraqueal inferior derecha con centro graso sin captación de FDG y una lesión paratraqueal superior derecha de 8mm discretamente hipermetabólica (fig. 1A-B) que se interpretó como adenopatía. Ante estos hallazgos se estadificó como T3NxM0. Al tratarse de un paciente candidato a tratamiento quirúrgico con intencionalidad radical, se consideró imprescindible la obtención de muestras para descartar la afectación N2.
A) El corte axial de TC torácica en ventana de mediastino muestra un nódulo paratraqueal derecho alto. B) El corte transversal de PET-TC evidencia una lesión paratraqueal superior derecha discretamente hipermetabólica. C) Imagen ultrasonográfica de la adenopatía paratraqueal derecha baja de 13×10mm con centro graso. D) Imagen nodular hipoecogénica subglótica de 8×7mm que corresponde a quiste tiroideo.
Se llevó a cabo la ultrasonografía endobronquial sectorial (ecobroncoscopio Olympus BF-UC 180F, Olympus, Tokio, Japón), que objetivó una adenopatía paratraqueal derecha baja de 13×10mm con centro graso (fig. 1C) que se puncionó y resultó ser negativa para células malignas, y un nódulo hipoecogénico en la región paratraqueal derecha alta, prácticamente subglótica, de 8×7mm (fig. 1D) y que el modo Doppler descartó que se tratara de un vaso sanguíneo. Las características ecográficas de dicha lesión eran sugestivas de quiste, y en la punción se obtuvo un líquido que el análisis patológico demostró células foliculares en placas y grupos, abundantes macrófagos y hemosiderófagos sobre un fondo de material coloide, todo ello compatible con quiste tiroideo.
La existencia de falsos positivos de la PET-TC en la estadificación mediastínica del cáncer de pulmón hace imprescindible la confirmación cito-histológica a partir de técnicas mínimamente invasivas como puede ser la ecobroncoscopia. En este sentido, trabajos publicados recientemente reportan un valor predictivo negativo de la PET-TC del 95%1.
La mayor parte de nódulos tiroideos detectados en pacientes con neoplasia pulmonar suelen corresponder a lesiones benignas. No obstante, las metástasis en tiroides en el cáncer de pulmón han sido descritas por algunos autores2. Es por este motivo que la confirmación citológica es esencial ante un paciente con enfermedad maligna pulmonar.
El quiste tiroideo consiste en un nódulo de contenido líquido localizado en el tiroides y diferenciado del resto del parénquima. Se han publicado algunos trabajos sobre las implicaciones clínicas y el manejo aconsejado en pacientes neoplásicos a los que se detecta una captación por PET en el tiroides. La prevalencia de este hallazgo oscila entre el 1,2 y el 4,3% de los casos. El riesgo de malignidad de estas lesiones puede alcanzar el 33%, corresponden a carcinomas de tiroides (medular o papilar) y en ningún caso se trataba de metástasis de la neoplasia primaria. Además, el valor del SUVmax no es útil para diferenciar entre benignidad y malignidad de estas lesiones, por lo que la confirmación cito-histológica es muy recomendable3,4.
Tras revisar la literatura, hasta la fecha solo hemos identificado un único caso publicado en un paciente con cáncer de pulmón de célula pequeña5.
Queremos destacar, por un lado, la importancia de confirmar los hallazgos en mediastino positivos por PET-TC en pacientes con cáncer de pulmón, y por otro la utilidad de la ultrasonografía endobronquial sectorial para la identificación y punción sin complicaciones de quistes tiroideos.