Sr. Director: A propósito de la excelente revisión de Rodríguez y Madrid1 sobre tuberculosis pulmonar como enfermedad profesional, quisiéramos llamar la atención sobre la tuberculosis en personal sanitario y sobre los pocos datos de que disponemos en España. En este sentido, aportamos el estudio realizado en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona2.
Entre 1988 y 2002 se detectaron 21 casos de tuberculosis en miembros del personal sanitario, de los cuales 8 eran varones y 13 mujeres, con una edad media de 29,5 años (rango: 22-46 años). La categoría profesional más frecuente fue la de médicos residentes con 8 casos (38%) y el lugar de trabajo fue urgencias con 10 casos (48%). La categoría profesional y el lugar de trabajo se describen en la tabla I. En todos los casos se realizó estudio de contactos de la mayoría de los familiares convivientes y se descartó un origen extrahospitalario por no detectarse ningún caso índice. Dos de los 3 casos del Servicio de Anatomía Patológica se relacionaron con la realización de la autopsia de un paciente con tuberculosis ósea y diseminada no conocida, aunque no se pudo confirmar por bacteriología debido a problemas técnicos con el cultivo de la micobacteria. La forma de tuberculosis más frecuente fue la pulmonar, con 13 casos (61,9%), seguida del derrame pleural con 6 (28,6%). Hubo un caso de tuberculosis ósea concomitante con pulmonar y 2 de tuberculosis de partes blandas por punción percutánea accidental. Todos los casos curaron con esquema de tratamiento de 9 o 6 meses. La incidencia anual de tuberculosis en personal sanitario en nuestro hospital en el período estudiado osciló entre 0 y 302,4 por 100.000 personas expuestas. Comparada con la incidencia de la población general de Cataluña en el mismo período, y excepto en 4 años en que no se declaró ningún caso de tuberculosis en el hospital, siempre fue superior.
Los resultados de nuestro estudio confirman que la tuberculosis es un factor de riesgo laboral para personal sanitario3 y ponen de manifiesto la existencia de un aumento de casos de tuberculosis en este colectivo, especialmente en las áreas de los servicios de urgencias, donde los médicos residentes permanecen expuestos muchas horas a lo largo de su formación, y en las áreas donde se manipula material de riesgo como son, fundamentalmente, el laboratorio de microbiología y el departamento de anatomía patológica. En este sentido, destacamos el riesgo de transmisión de la tuberculosis durante el acto de la autopsia por los trabajadores de dicho departamento4,5. Las principales razones de la alta incidencia de tuberculosis en el colectivo sanitario serían, en nuestra opinión, el descuido en el aislamiento de los casos potenciales de tuberculosis pulmonar, el poco o mal uso de las mascarillas protectoras y la deficiente ventilación de los espacios físicos destinados a las urgencias. Además, queremos resaltar la importancia de un adecuado programa de prevención de la tuberculosis en el ámbito hospitalario, dirigido y supervisado por los servicios de medicina preventiva, neumología y enfermedades infecciosas de cada hospital, donde se promueva el diagnóstico y tratamiento tempranos, así como el conocimiento del estado tuberculínico del personal sanitario. Al igual que Rodríguez y Madrid1, creemos que para evitar la tuberculosis entre los sanitarios, y especialmente en las personas jóvenes que se van incorporando al mundo sanitario, los esfuerzos deben dirigirse a alcanzar y mantener unas medidas de prevención eficaces en el hospital, sobre todo en las áreas donde hay mayor riesgo de contagio.