Las técnicas de ventilación mecánica no invasiva (VNI) han demostrado su utilidad en el tratamiento de pacientes con insuficiencia respiratoria de diverso origen. Los problemas más frecuentemente relacionados con esta modalidad ventilatoria son la aparición de sequedad nasal y orofaríngea, lesiones cutáneas en los puntos de apoyo de la mascarilla nasal, irritación ocular por fuga aérea y epistaxis. La aerofagia aparece hasta en la mitad de los pacientes con VNI y puede ser motivo de abandono del tratamiento. Fármacos que aceleran el tránsito gastrointestinal, modificaciones en la regulación del respirador y cambios de la modalidad ventilatoria pueden ayudar a mejorar este problema. Cuando los síntomas derivados de la distensión abdominal por VNI son intensos y persistentes, se debe excluir la coexistencia de patología abdominal subyacente. Presentamos el caso de dos pacientes con estas características a quienes se les realizó una gastroscopia que objetivó la existencia de un carcinoma gástrico. Pensamos que en los pacientes con síntomas persistentes por aerofagia, que no se controlan con las medidas habituales, es preciso realizar una endoscopia digestiva con objeto de descartar la existencia de patología gástrica silente
Noninvasive mechanical ventilation (NIV) techniques have proven useful in treating patients with respiratory insufficiency of various etiologies. The problems most frequently associated with this ventilatory technique are the appearance of nasal and oropharyngeal dryness, pressure sores where the nasal mask touches the skin, ocular irritation due to air leakage and epistaxis. Aerophagia appears in up to half the patients with NIV and may lead to discontinuing treatment. Drugs that accelerate gastrointestinal transit, changes in the respirator settings or changing the ventilatory modality may help to ameliorate the problem. When the symptoms arising from abdominal distension due to NIV are intense and persistent, the coexistence of an underlying abdominal pathology must be ruled out. We report the cases of two patients with these characteristics in whom gastroscopy revealed gastric carcinoma. We think that patients with persistent symptoms of aerophagia that cannot be controlled by the usual measures should undergo endoscopic exploration to rule out silent gastric disease