En el asmático, la modificación que se produce en los volúmenes pulmonares, tras inhalación de un broncodilatador, puede resultar en un cambio del segmento de volumen al cual se midan los flujos espiratorios forzados. Nosotros hemos analizado en 15 asmáticos, el comportamiento de los volúmenes pulmonares tras la administración de 200 mcg de salbutamol y su repercusión en el flujo espiratorio al 50% de la capacidad vital forzada (V·50) en la curva de flujo-volumen, utilizando tres métodos: curvas basal y postbroncodilatador independientes; curvas superpuestas al punto de máxima inflación, midiendo el V·50 postbroncodilatador en el punto de la capacidad vital forzada correspondiente al V·50 de la curva basal; curvas situadas a partir del volumen residual correspondiente, midiendo el V·50 como en el método anterior. La capacidad vital forzada (FVC) aumentó un 6,6% y el volumen residual (RV) disminuyó un 15,9%. La capacidad pulmonar total (TLC) globalmente permaneció inmodificada aunque en tres casos disminuyó. En los pacientes en los que la TLC no se modificó, el incremento del V·50 fue significativamente mayor (p < 0,01) por los métodos II (Δ V·50; 69,9%) y III (Δ V·50; 72,3 <%), que por el método I (Δ V·50; 56,6%), mientras que no hubo diferencias entre estos dos métodos excepto por pequeñas discrepancias debidas a la variabilidad en la determinación del RV. Por tanto, como en la mayoría de los casos la TLC no se modifica pero sí aumenta la FVC, el método I sistemáticamente infraestima la respuesta broncodilatadora. Por el contrario en los que la TLC disminuye puede sobrestimarla el método II. Aunque el método III seria el ideal, no es práctico y se obtiene la misma información observando el comportamiento de la FVC además de los flujos espiratorios. Estos métodos podrían ser útiles, sin embargo, para estudios comparativos entre diferentes fármacos.
The changes in lung volumes that occur in the asthmatic patient after inhalation of a bronchodilator may result in a change of the volume segment used for estimating forced expiratory flows. We have analyzed in 15 patients the changes in lung volumes after the administration of 200 mcg of salbutamol and their influence on the expiratory flow at 50% of forced vital capacity (V·50) in the flow-volume curve by using three methods: baseline curves and independent post-bronchodilator curves; curves superposed to the maximal inflation point measuring post-bronchodiiator V·50 on the forced vital capacity corresponding to the baseline curve V·50; curves situated from the corresponding residual volume by measuring V·50 as in the previous method. Forced vital capacity (FVC) increased 6.6% and residual volume (RV) decreased 15.9%. The overall total lung capacity was not modified although it diminished in three cases. In those patients with non-modified TLC, the increase of V·50 was significantly higher (p < 0.01) by methods II (Δ V·50: 69.9%) and III (Δ V·50: 72.3%) than by method I (Δ V·50: 56.6%), while there were no differences between these two methods except for small discrepancies due to the variability of RV determination. Therefore, since most of the times TLC is not modified but FVC increases, method I systematically underestimates the bronchodilator response. On the other hand, method II may overestimate it when TLC diminishes. Although the ideal method would be method III, it is not practical and the same information is obtained by observing the changes of FVC in adition to the expiratory flows. Nevertheless, it could be useful in comparative studies of different drugs.