Sr. Director: La hiperhidrosis se define como la secreción de sudor excesiva, espontánea e incontrolable en la superficie cutánea, por encima de lo requerido para el control de la termorregulación. Puede constituir un importante estigma social y afectar considerablemente a las actividades diarias del paciente, sus relaciones personales y sus actividades laborales, con el consiguiente impacto negativo sobre la calidad de vida general1,2. La simpatectomía torácica endoscópica bilateral se ha consolidado en los últimos años como una técnica efectiva, permanente y segura en el tratamiento de la hiperhidrosis primaria localizada e intensa de los miembros superiores3. Los pacientes que desarrollan sudor reflejo posquirúrgico que no responde a los tratamientos médicos convencionales pueden beneficiarse de la aplicación tópica de glucopirrolato al 2%.
Durante un período de 13 meses se ha realizado un estudio clínico, observacional y controlado en 10 pacientes con sudor reflejo posquirúrgico que no respondía a los tratamientos convencionales. La distribución por sexos fue similar y la edad media, de 25 años. El tratamiento tópico con la solución de glucopirrolato se hacía a la dosis de 20 gotas (1ml) una vez al día, preferentemente por la noche. En caso que no fuera efectivo, se aumentaba la dosis a 2 aplicaciones al día. La primera visita de control se efectuó a las 2 semanas de iniciado el tratamiento para comprobar la tolerancia a éste. Posteriormente, se realizaron entrevistas trimestrales, donde se valoró la mejoría de la sudación mediante una escala graduada subjetiva (0: sin mejoría; 10: mejora total) y un cuestionario que los pacientes respondían en cada visita y donde se registraban los efectos adversos del tratamiento. La duración de éste fue de un año.
Los pacientes tratados han presentado un grado medio de mejoría de la sudación en la escala graduada subjetiva de 7,62 (intervalo: 5-9). Sólo 2 han presentado efectos adversos4,5 (alteración de la visión y urticaria), que no han condicionado la retirada del tratamiento. En ninguno se ha observado retención urinaria, que se indica en algún artículo6.
Nuestras conclusiones son las siguientes: de entre las diversas formas farmacéuticas en que se puede formular una preparación tópica de glucopirrolato (solución, crema o loción), la solución acuosa es de sencilla elaboración y cómoda aplicación para el paciente. Durante el período de estudio no se apreciaron variaciones importantes del pH, que se mantuvo en un valor de 5-6 durante los 3 meses, por lo que podemos asegurar una estabilidad satisfactoria a un pH similar al de la piel (pH cutáneo de aproximadamente 5,5). A pesar de los escasos pacientes en quienes se ha probado la solución acuosa de glucopirrolato al 2%, los resultados son muy satisfactorios.
Todos ellos presentan mejoría en la escala de sudación (de 5 a 9 puntos), con una buena tolerancia al tratamiento. Por lo tanto, la solución acuosa de glucopirrolato al 2% puede representar un tratamiento alternativo en los pacientes que no han respondido a tratamientos previos. Sin embargo, el elevado coste del producto respecto a otros tratamientos similares, así como la dificultad para obtenerlo, puede limitar su aplicación.