Queremos agradecer los comentarios, así como las aportaciones de los datos de su artículo1, que no estaba publicado en el momento de elaborar la normativa2. Una puntualización inicial: la normativa no se ha publicado en ningún suplemento. Por otra parte, la normativa de diagnóstico y tratamiento de las bronquiectasias2 es la primera que se realiza no sólo en España, sino también en el ámbito internacional. Su objetivo fue mejorar, facilitar y unificar el manejo de los pacientes con bronquiectasias, sea cual sea su etiología, priorizando el interés en el manejo de la afectación pulmonar, que es la que marca el pronóstico. Lamentablemente, por la extensión limitada del texto, no pudimos centrarnos en otros temas, fuera del control neumológico de estos pacientes, como hubiéramos deseado, y tampoco se menciona el impacto que esta entidad pudiera tener en otros órganos, en otras localizaciones o en la enfermedad de base que las produce.
Las bronquiectasias no son una enfermedad en sí mismas como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, sino una lesión de la estructura bronquial que es el resultado final de causas o enfermedades diferentes que pueden, o no, producir alteraciones en otras áreas de la vía respiratoria o en otros órganos. En la normativa se menciona que “Pueden asociarse a sinusitis, en especial las debidas a fibrosis quística, discinesia ciliar primaria, inmunodeficiencias primarias, síndrome de Young, síndrome de las uñas amarillas o panbronquiolitis difusa”2. Y en la figura 1 también se hace mención a la otitis2. En este sentido, creemos que sería más adecuado hablar de causas de bronquiectasias que pueden afectar a la vía aérea superior, que de bronquiectasias en general.
En el único artículo original sobre el tema publicado antes de la normativa por los autores de la carta, se compara a los pacientes con bronquiectasias y síntomas nasales con la población general3. Demuestran que los pacientes con bronquiectasias tienen peor calidad de vida, pero sin aclarar cuál es la influencia de las bronquiectasias y cuál la de la afección nasal. En su estudio no se incluye la realización de tomografía computarizada de senos paranasales, tan sólo la endoscopia nasal, y se concluye que la presencia de pólipos nasales no tiene un impacto adicional en la calidad de vida3. Por lo tanto, en referencia a este estudio, no puede afirmarse que los pacientes con bronquiectasias y rinosinusitis crónica tienen peor calidad de vida que los pacientes con bronquiectasias sin sinusopatía crónica.
Siempre es deseable contar con diferentes especialistas que estén interesados y puedan colaborar en el manejo de estos pacientes. Leeremos con atención su próxima publicación, que todavía está en prensa en el momento de escribir esta carta, a fin de tomarla en consideración si tenemos la oportunidad de participar en futuras actualizaciones de la normativa.