El uso del cigarrillo electrónico ha constituido un motivo de discusión y a la vez de preocupación a nivel de salud pública con relación a sus efectos a largo plazo sobre el control del tabaquismo1. La prevalencia del uso de este dispositivo es variable en los distintos países de Europa2. Sin embargo; se ha reportado que el uso de este dispositivo es más frecuente en el grupo comprendido entre 15 y 24 años3; y que el ser estudiante está asociado al uso del cigarrillo electrónico4. Por otro lado; en el ámbito nacional se sabe poco acerca del consumo y las percepciones que tienen los jóvenes españoles sobre el uso de este dispositivo. En este contexto se ha realizado el presente estudio; cuyo objetivo fue conocer las percepciones que tienen los universitarios sobre el cigarrillo electrónico y el nivel de uso de estos dispositivos por los estudiantes.
El estudio fue de tipo transversal, cuya población de referencia estuvo formada por los estudiantes de grado matriculados en el curso académico 2015-2016 de la Universidad de Almería y el tamaño muestral calculado fue de 373 estudiantes. Los datos se recogieron mediante un cuestionario autoadministrado de tipo online, que constaba de un total de 14 ítems y recogía información sobre variables sociodemográficas, hábito tabáquico, actividad física, conocimiento, uso y percepciones del cigarrillo electrónico. Para la realización del estudio se envió una invitación con el enlace del cuestionario a los correos electrónicos de los 10.897 estudiantes de grado matriculados. Contestaron el cuestionario 771 estudiantes; de los cuales 745 estaban adecuadamente cumplimentados.
La edad media de los participantes fue de 21,9±3,9 años; el 31,9% eran fumadores, el 60,9% eran no fumadores y el 7,1%, exfumadores. El 22,6% de los participantes ha usado alguna vez el cigarrillo electrónico, y el 1,7% lo usa diariamente (tabla 1). En el análisis de regresión logística se encontró que los fumadores (OR=9,41) y exfumadores (OR=3,82) tenían mayor probabilidad que los no fumadores para usar el dispositivo (tabla 2).
Características sociodemográficas, percepciones sobre el cigarrillo electrónico y su uso
Uso del cigarrillo electrónico | |||||
---|---|---|---|---|---|
No (577) | Sí (168) | Valor de p | |||
N.° | Porcentaje | N.° | Porcentaje | ||
Edad (media±DE) | 21,8±4,0 | 22,3±3,8 | 0,06* | ||
Sexo | 0,07** | ||||
Varón | 241 | 74,4 | 83 | 25,6 | |
Mujer | 336 | 79,8 | 85 | 20,2 | |
Facultad | 0,02** | ||||
Ingeniería | 93 | 78,8 | 25 | 21,2 | |
Educación | 115 | 83,9 | 22 | 16,1 | |
Ciencias de la salud | 58 | 72,5 | 22 | 27,5 | |
Ciencias económicas | 100 | 82 | 22 | 18 | |
Ciencias experimentales | 42 | 72,4 | 16 | 27,6 | |
Derecho | 48 | 67,6 | 23 | 32,4 | |
Humanidades | 49 | 80,3 | 12 | 19,7 | |
Psicología | 56 | 80 | 14 | 20 | |
Trabajo social | 16 | 57,1 | 12 | 42,9 | |
Grado | 0,35** | ||||
Primero | 168 | 75,3 | 55 | 24,7 | |
Segundo | 132 | 75,4 | 43 | 24,6 | |
Tercero | 106 | 76,8 | 32 | 23,2 | |
Cuarto | 171 | 81,8 | 38 | 18,2 | |
Hábito tabáquico | <0,01** | ||||
Fumador | 125 | 52,5 | 113 | 47,5 | |
Exfumador | 38 | 71,7 | 15 | 28,3 | |
No fumador | 414 | 91,2 | 40 | 8,8 | |
Actividad física | 0,16** | ||||
No | 196 | 74,5 | 67 | 25,5 | |
Sí,<3 veces/sem | 187 | 76,6 | 57 | 23,4 | |
Sí, ≥3 veces/sem | 194 | 81,5 | 44 | 18,5 | |
Religión | 0,11** | ||||
Cristiano | 286 | 79,9 | 72 | 20,1 | |
Musulmán | 8 | 88,9 | 1 | 11,1 | |
Ateo/agnóstico | 259 | 74,9 | 87 | 25,1 | |
Otras | 24 | 75 | 8 | 25 | |
Percepción de nocividad | 0,61** | ||||
Es menos nocivo | 283 | 77,7 | 81 | 22,3 | |
Es igual de nocivo | 169 | 78,6 | 46 | 21,4 | |
Es más nocivo | 34 | 63 | 20 | 37 | |
No es nocivo | 20 | 83,3 | 4 | 16,7 | |
No lo sé | 71 | 80,7 | 17 | 19,3 | |
Percepción de eficacia para dejar de fumar | <0,01** | ||||
No es eficaz | 338 | 76,1 | 106 | 23,9 | |
Sí es eficaz | 132 | 72,9 | 49 | 27,1 | |
No lo sé | 107 | 89,2 | 13 | 10,8 | |
Percepción del potencial adictivo | <0,01** | ||||
Es menos adictivo | 190 | 72 | 74 | 28 | |
Es igual de adictivo | 289 | 82,3 | 62 | 17,7 | |
Es más adictivo | 18 | 47,4 | 20 | 52,6 | |
No lo sé | 80 | 87 | 12 | 13 | |
Frecuencia de uso del cigarrillo electrónico; n=745 | |||||
Uso diario | 13 | 1,7 | |||
Uso ocasional | 6 | 0,8 | |||
Usado para probar | 149 | 20 | |||
No ha usado | 577 | 77,4 | |||
Razón más importante para comenzar a usar el cigarrillo electrónico; n=168 | |||||
Para dejar de fumar | 27 | 16,1 | |||
Para disminuir el consumo de tabaco | 20 | 11,9 | |||
Por curiosidad | 111 | 66,1 | |||
Por recomendación de amigos | 4 | 2,4 | |||
Porque puede usarse en lugares donde está prohibido el cigarrillo convencional | 6 | 3,6 |
Modelo de regresión logística de los factores relacionados con el uso del cigarrillo electrónico*
Factores | OR | IC 95% | Valor de p |
---|---|---|---|
Hábito tabáquico | |||
No fumador | Ref. | ||
Exfumador | 3,82 | 1,72-8,46 | <0,05 |
Fumador | 9,41 | 5,82-15,23 | <0,05 |
Sexo | |||
Varón | Ref. | ||
Mujer | 0,60 | 0,37-0,95 | <0,05 |
Percepción de adicción | |||
Menos adictivo | Ref. | ||
Igual de adictivo | 0,47 | 0,29-0,76 | <0,05 |
Más adictivo | 2,26 | 0,96-5,29 | >0,05 |
Variables independientes especificadas en el modelo: edad, sexo (1: varón; 2: mujer); religión (1: cristiano; 2: musulmán; 3: ateo/agnóstico; 4: otras); hábito tabáquico (0: no fumador; 1: exfumador; 2: fumador); actividad física (0: no; 1: sí); percepción de efectos nocivos (0: no es nocivo; 1: es menos nocivo; 2: igual de nocivo; 3: es más nocivo); percepción de eficacia para dejar de fumar (0: no; 1: sí); percepción de adicción (0: menos adictivo; 1: igual de adictivo; 2: más adictivo).
En nuestro estudio, la mayor parte de los participantes (59,6%), pensaba que el cigarrillo electrónico no es eficaz como ayuda para dejar de fumar. El predominio de esta opinión coincide con lo reportado por Valero-Juan y Suárez del Arco5; y difiere con el estudio de Choi y Forster6, donde un importante porcentaje (44,5%) pensaba que el dispositivo sí puede ayudar a dejar de fumar. Por otro lado; la publicidad del producto, que entre sus diversos mensajes ha sugerido su uso para dejar de fumar7, ha sido regulada en España desde el año 2014. Mediante dicha normativa de regulación se prohíbe atribuir al dispositivo una eficacia no reconocida por un organismo competente8. El alto porcentaje de percepción de no eficacia del cigarrillo electrónico, obtenido en nuestro estudio, posiblemente esté relacionado con la regulación de la publicidad de estos dispositivos.
Nuestro estudio muestra también, que el mayor porcentaje de alumnos (47,1%) piensa que el cigarrillo electrónico es igual de adictivo que el cigarrillo convencional. El predominio de esta opinión puede deberse, entre otros factores, a algunas características del cigarrillo electrónico como su capacidad para poder liberar nicotina, su apariencia y uso similar al cigarrillo convencional. En relación con la percepción de nocividad, la mayor parte de estudiantes (48,9%) respondió que el cigarrillo electrónico es menos nocivo que el cigarrillo convencional; coincidiendo el predominio de esta percepción con lo reportado por Choi y Forster6.
Por otro lado; en relación con la razón para iniciar el uso del dispositivo, la mayoría (66,1%) indicó que fue por curiosidad. Esto puede deberse a que la mercadotecnia de las empresas que fabrican estos dispositivos puede provocar que dichos productos resulten atractivos para los jóvenes9. Otro factor que puede influir es que, para algunos jóvenes puede representar un símbolo de sofisticación o modernidad9. Estos factores podrían inducir a la curiosidad por usar dicho dispositivo o por experimentar la sensación que produce este producto. En el estudio de Biener et al.10, también se reportó que la razón más frecuente en los participantes para probar los dispositivos fue la curiosidad; mientras que en el estudio de Tavolacci et al.11 el motivo más frecuente fue para dejar el consumo de tabaco.
En los participantes que han usado el cigarrillo electrónico existe un claro predominio de fumadores (67,3%). Esto indica la presencia de usuarios duales, es decir de estudiantes que consumen el cigarrillo convencional y a la vez el cigarrillo electrónico12. En otros estudios también se reporta este predominio6,12,13. La relación significativa entre el consumo de tabaco y el uso del cigarrillo electrónico encontrado en nuestro estudio también es compatible con otros estudios realizados en estudiantes14,15. Por otro lado; la relación entre el uso del cigarrillo electrónico y el ser exfumador, puede deberse a que el dispositivo puede atraer el interés en este grupo de personas, y producir la reaparición de su hábito de consumo de tabaco6 llevándoles a usar el dispositivo para probarlo, o para usarlo de manera más frecuente.
El nivel de uso del cigarrillo electrónico encontrado en nuestro estudio es casi igual al reportado por Tabolacci et al.11, donde el 23% de los alumnos lo había usado; y algo superior al encontrado por Goniewicz y Zielinska-Danch14, que reportaron un 19%. En el estudio de Choi y Forster6, el nivel encontrado fue del 7%; mientras que en el estudio de Sutfin et al.13, menos del 5% lo había usado. El alto porcentaje obtenido en nuestro estudio, nos sugiere un creciente interés por el dispositivo en los estudiantes.
Finalmente, como conclusiones del estudio mencionamos que, la mayor parte de estudiantes piensa que el cigarrillo electrónico no es eficaz como ayuda para dejar de fumar y que es igual de adictivo que el cigarrillo convencional; la razón más frecuente para el uso del cigarrillo electrónico por los estudiantes es la curiosidad; y que el consumo de tabaco está relacionado con el uso de cigarrillo electrónico.