Paciente varón de 75años con antecedentes de cardiopatía valvular y fibrilación auricular permanente que ingresa por insuficiencia respiratoria hipoxémica grave en el contexto infección bronquial por virus Influenza A H1N1. Como tratamiento recibió oseltamivir y bromuro de ipratropio (BI) en nebulización a través de mascarilla facial. El día posterior al ingreso se apreció en el examen físico anisocoria con midriasis fija de la pupila derecha (fig. 1A). Dado que el paciente se encontraba asintomático, sin cefalea, dolor ocular ni focalidad neurológica, se opta por actitud expectante y retirada de BI nebulizado. A las 24h de interrumpir el tratamiento se observa resolución de la alteración pupilar, con pupilas isocóricas y normorreactivas (fig. 1B).
El empleo generalizado de los broncodilatadores en nebulización es una práctica cada vez más extendida. Se han descrito distintas complicaciones asociadas a su uso, y concretamente asociadas al BI se encuentra la anisocoria, como la descrita, o más graves, como la precipitación de glaucoma de ángulo agudo1. Detectar a los potenciales pacientes en riesgo, valorar otras formas de administración como los dispositivos bucales o el empleo de gafas de protección podrían ser medidas importantes a considerar para evitar el desarrollo de estas complicaciones2.