Hemos leído con interés la carta enviada a Archivos de Bronconeumología en relación con nuestro articulo «Ventilación mecánica no invasiva en pacientes con síndrome de obesidad hipoventilación. Resultados a largo plazo y factores pronósticos»1, carta que agradecemos y que trataremos de responder.
Compartimos que el no disponer de datos de comorbilidad es la mayor limitación del estudio, sobre todo teniendo en cuenta que el objetivo fundamental de este era establecer factores pronósticos de mortalidad. Sin embargo, en el diseño original de la base de datos no contemplamos la inclusión de aquella y no hemos querido realizar una búsqueda retrospectiva en las historias clínicas que hubiera reducido la calidad de los datos. Si bien haber introducido comorbilidad en el análisis hubiese sido interesante, su ausencia no interfiere con los resultados encontrados: que los pacientes con síndrome de apnea del sueño y los que tienen una menor alteración de la función ventilatoria cuando entran en programa de ventilación, son aquellos que tienen mejor pronóstico.
En cuanto a los aspectos metodológicos que preocupan a los autores de la carta, tanto el inicio como el control de la técnica de soporte ventilatorio en los pacientes sigue las normativas de recomendación. La presión de soporte (PS) mínima utilizada era de 10cm de agua que se incrementaba según respuesta gasométrica y tolerancia, hasta 16. Cuando con la PS inicial no se conseguía una saturación del 90%, se incorporaba oxígeno suplementario hasta alcanzar dicha saturación, si bien la FiO2 se modificaba posteriormente en función de las cifras gasométricas y de saturación alcanzados con la PS eficaz o máxima. La elección de pruebas de análisis estadístico para comparación se ha realizado en función del tamaño muestral y la distribución de normalidad, habiéndose utilizado pruebas no paramétricas, asumiendo penalización en resultados.
Aunque para el análisis evolutivo de la función pulmonar e intercambio gaseoso se han incluido todos los pacientes hasta el momento de su salida del programa de ventilación, el análisis de supervivencia se ha llevado a cabo de forma exclusiva con los pacientes que han seguido en ventilación hasta producirse el evento muerte, por lo que los pacientes que salieron del programa por mal cumplimiento no han sido introducidos en dichos análisis. Como bien dicen los autores de la carta y ha sido confirmado por un estudio de muy reciente publicación2, la adherencia es un factor fundamental para que la ventilación no invasiva sea efectiva.
Consideramos especialmente relevante la monitorización nocturna de los pacientes. Aceptando que son necesarios estudios que permitan poner en valor el control mediante poligrafía y/o polisomnografía, no nos cabe duda que resulta fundamental disponer de control de la eficacia de la ventilación en términos de PaCO2, el valor que directamente se relaciona con la ventilación alveolar. En nuestra opinión, corroborada por otros autores3, esto es fundamental y nosotros lo hemos realizado de forma rutinaria: tanto al inicio de la ventilación como en todas las visitas de seguimiento se ha llevado a cabo una gasometría de madrugada, con el paciente en ventilación.
En resumen, aun con la limitación de no disponer de datos que evalúen el impacto de la comorbilidad, consideramos importante haber podido poner de manifiesto, en un estudio a largo plazo, que el grado de alteración ventilatoria constituye un factor de mal pronóstico en los pacientes con síndrome de obesidad-hipoventilación que precisan ventilación no invasiva, mientras que asociar un síndrome de apnea del sueño es un factor protector. Pensamos que la monitorización de la PaCO2, para asegurar un soporte ventilatorio efectivo, es fundamental en la obtención de resultados.
FinanciaciónNo existe fuente de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.