Presentamos el caso de una paciente que se intervino de artroplastia total de rodilla. Como antecedentes presentaba fibrosis pulmonar secundaria a esclerodermia, con patrón restrictivo moderado; neurinoma en L5 y siringomielia L4-L5. Intervenida anteriormente de una fractura de tibia y peroné, con secuelas de pie equino parético. Una tomografía computarizada (TC) de tórax realizada en 2015 evidencia un divertículo traqueal posterior de 16mm, en tercio superior de la tráquea, con un orificio de comunicación de 4mm (fig. 1).
Mediante broncoscopia se consigue visualizar la entrada del divertículo traqueal, colocándose el neumotaponamiento del tubo endotraqueal distalmente a dicha entrada. Se eligió esta técnica para asegurar que la parte distal del tubo endotraqueal quedara en esta ubicación, y evitar así la posible complicación de sobredistensión y rotura del divertículo, asociados a ventilación mecánica1. Durante la intervención no se apreciaron alteraciones clínicas ni variaciones en la dinámica ventilatoria, manteniéndose presiones normales en la vía aérea, y se extubó a la paciente sin incidencias tras la cirugía2.
El uso del broncoscopio puede ser de utilidad para la intubación orotraqueal en pacientes con divertículos traqueales conocidos, para asegurar la correcta colocación del tubo, y así evitar las complicaciones derivadas de la ventilación mecánica.