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Tumoración maligna. ¿Timoma?
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Tumoración linfoide. ¿Timoma?
TIMO Tumoración maligna indiferenciada. ¿Timoma? Anteriores
Timoma + Miastenia gravis.
L:a. epidermoide de timo.
Neurinoma
NEUROGENOS l Gangl ioneuroma Posteriores T. neural baja malignidad ¡
Carci nosarcoma
T. células plasmáticas
Rabdomiosarcoma
Reticulosarcoma
l Mesotelial
QUISTES
Pericardio
es muy variable, sin que esto implique ningún
pronóstico. oues de los cuatro tumores mediastínicos
que fueron hallados casualmente
a rayos X. dos de ellos resultaron tumoraciones
malignas. El dolor es e síntoma más
constante en todos ellos. Otros síntomas
están relacionados con las estructuras que
atraviesan el mediastino, taies como
V. C. S .. disfagia. etcétera.
Vías de acceso: Han sido exclusivamente
dos: La esternotomía media par todos los
tumores de localización anterior.
La toracotomía derecha o izquierda a través
del quinto espacio.
Se han realizado cinco esternotomías medias
y diez toracotomías derechas e izquierdas.
Se han realizado ocho extirpaciones com-
Posterior ¡ Anteriores
f Anteriores
pletas. dos parciales, las dos con intento de
descompresión de la V. C. S. en enfermos
que presentaban su síndrome a causa de la
obstrucción y cinco biopsias.
Los diagnósticos anatomopatológicos fueron:
tres tumoraciones indiferenciadas maliqnas
oue con interrogante se podían etiquetar
de timoma~ . Otro~ dos de oriqen tí mico.
un timoma con miastenia gravis y un carcinoma
epidermoide de timo, tres de origen
neurogénico, un quiste mesotelial, un q uiste
de pericardio. un carcinosarcoma extrapleural,
un tumor células plasmáticas. Rabdomiosarcoma.
Reticulosarcoma.
De los 1 5 hay tres tallecimientos: uno a
los cuatro meses y los otros dos en la segunda
semana. Estos dos debidos a insuficiencia
respiratoria y ~s dos correspondían a tumoraciones
malignas indiferenciadas.
Equilibración del mediastino en el
posoperatorio de tórax
Doctores V . Tarazona , E. Blasco y F. París Roméu
En el curso posoperatorio de la Cirugía
pulmonar, las neumonectomías son las intervenciones
que más repercuten sobre el
RESUMEN
mediastino. La estabilidad de éste depende
de la presión diferencial entre ambas cavidades
pleurales. Un aumento de la presión
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en el lado de la neumonectomfa va a provocar
un rechazamiento contralateral del
mediastino con compresión en el pulmón
restante; por el contrario. una depresión
exagerada lo atraerá produciendo acodamientos
vasculares, que junto con los mecanismos
reflejos pueden abocar a un
shock cardioqénico. Al mismo tiempo el
vacío favorecerá la exudación del espacio
pleural.
Los métodos de drenaje empleados en el
posoperatorio de las neumonectomías son
los siguientes:
a) Tórax cerrado: Supone la práctica de
punciones nleurales n;:ora extraer el exudado
y equilib'rar las presiones. Su repetición
resulta incómoda para el cirujano y no
consigue siempre una evacuación del tórax
correcta. reteniéndose coágulos que constituyen
una fuente de irritación y exudación.
b) Drenaje bajo clamp y vaciado intermitente
del seroma acumulado: Empleado
por nosotros en una primera época, no nos
permite un control constante de las presiones
ni de la cantidad ni naturaleza del líquido
intratorácico. A la vez, las maniobras
repetidas sobre los tubos aumentan las
posibilidades de infección.
e) Drenaje bajo Bulau: Lo creemos peligroso
por el grave desplazamiento mediastínico
que puede llegar a producir.
d) Sistema de Laforet y Boyd: Es el que
hemos empleado en las 23 últimas neumonectomías.
Su sencillez de manejo y ausencia
de complicaciones nos hace considerarlo
como el método óptimo para la equilibración
del mediastino. Se compone de
tres frascos: el primero de ellos sirve de
recipiente y los otros dos mantienen las
presiones intrapleurales dentro de ciertos
límites, funcionando como válvula de escape
cuando :;us c1rras rebasan el valor de
+ 1 ó 2 cm. de H20 y- 13 cm. de H~O.
t:n ciertos casos hemos efectuado el estudio
manométrico intrapleural mediante
una cámara de Elema-Scholander adaptada
a un canal del Mongograph 81, con registro
en la respiración normal. forzada o en
los golpes de tos. Al mismo tiempo se. han
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medido en un espirómetro los volúmenes
de aire que salen del tórax en la espiración
a través del frasco de descarga positiva, y
los que toma de la atmósfera en la inspiración.
Las qráficas siquientes comisoonden al
caso núm. 2 1, demostrando que las presiones
intratorácicas del lado operado, mantenidas
con el sistem.a de Laforet y Boyd, oscilan
con la respiración normal entre + 5 y - 3
cm. de H20. mientras que en la respiración
forzada llegan a + 8 y - 16 cm. de H20. Tan
sólo con los golpes de tos se alcanzan cifras
de+ 29 y- 34.
En la diapositiva que a continuación se
proyecta se comparan los regi stros manométricos
del mismo enfermo, utilizando el
drenaje a lo Bulau, el sistema de Laforet y
Boyd y el tórax cerrado. Con esta experiencia
hemos observado que en la respiración
normal y forzada el sistema de Laforet y
Boyd mantiene las presiones intrapleurales
del lado operado cercanas a las del hemitórax
opuesto, aventajando, por tanto, al
tórax cerrado. Por el contrario, con los golpes
de tos, el cierre hermético de la caja
torácica se opone mejor al desplazamiento
mediastínico que si tiene u.n tubo de descarga.
Esto puede soslayarse en el citado
sistema de Laforet clamplando las conexiones
en el momento de la tos.
En el enfermo núm. 20 se ha estudiado el
trasiego de aire entre el sistema de equilibrio
y el exterior, que con respiración forzada a un
ritmo de 38 resp/min. alcanzó la cifra de 845
cc/min. Estas cifras pueden estar ·sometidas
a variación según el desplazamiento estático
previo, las características de elasticidad del
tejido mediastínico y el tamaño y amplitud
de la motilidad toracodiafragmática.
En los 23 casos en los que se ha empleado
este sistema, se ha encontrado el
mediastino centrado en la radiografía posoperatoria
y después de retir¡¡r el drenaje a
los dos o tres días pocos pacientes necesitaron
punciones evacuadoras del tórax.
Para terminar, queremos resaltar que el
empleo de este sistema no ha aumentado
el porcentaje de empiemas posoperatorios.
En nuestra estadística sólo ha habido un
caso de contaminación no imputable al
método, y que se solucionó favorablemente
sin necesitar Cirugía de colapso.