El cromoglicato disódico en el
tratamiento del asma bronquial
Doctor P. lobatón
Dentro de los medios terapéuticos que
tenemos en el asma bronquial, la aparición
de un nuevo medicamento: el "cromoglicato
disódico", un inhibidor de la anafi laxis,
ha supuesto un decisivo avance en la lucha
contra esta enfermedad.
En efecto , esta nueva sustancia tiene
para mí dos propiedades que la hace distingu
irse completamente de todo lo que
teníamos hasta hoy; una, su actuación es
inhibiendo la liberación de los mediadores
de la reacción anafiláctica desencadenadas
por la unión antígeno-anticuerpo. y, otra.
su carencia casi absoluta de efectos secundarios.
No se trata. por tanto, de un nuevo broncolítico,
mucolítico, antihistamínico, corticoide,
ni derivado teofilínico.
I lusionados con estas propiedades, nosotros
hemos rea lizado un trabajo a doble
r:iego por e l cromoglicato disódico y un
placebo inerte con 50 enfermos afectos de
asma bronquial alergénico-primario, que
inhalaron indistintamente una u otra sustancia.
primero durante un período de un
mes cada una. (En prensa.)
Para valorar los resultados se tomaron
en cuenta los datos subjetivos facilitados
por los enfermos, que iban anotando la inten
·sidad de sus síntomas según la graduación
dada, y otra parte objetiva, que consistió
en un estudie de la función respiratoria
que se realizaba antes de la prueba y cada
dos semanas durante los dos meses que
duraban ambos tratamientos.
Al estudiar individualmente las fichas que
rellenaron los pacientes, pudimos comprobar
que 41 mejoraron subjetivamente. 87,2
por 1 00,_ mientras estuvieron inhalando la
sustancia activa. Cindo de estos enfermos
también experimentaron alguna mejoría
cuando se trataron con el placebo.
En cuanto a los efectos secundarios que
pudieran observarse, nosotros no hemos
encontrado, ni se han publicado previamente
otros, más que un ligero picor o carraspeo
en la garganta y algo de tos tras la
inhalación de las primeras cápsulas (como
era de esperar al in spirar cualquier polvo).
pero en ninguno de nuestros pacie ntes
supuso una dificultad para continuar el tratamiento.
Nosotros administramos el medicamento
en cápsulas que contenían 20 miligramos
de cromoglicato disódico y 20 miligramos
de lactosa, y el placebo en cápsulas idénticas
que contenían lactosa 35 miligramos y
sulfato sódico anhidro, cinco miligramos.
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(Este último r>llra imoartir un ligero sabor
amargo, similar al del principio acttvo.)
Tanto unas cápsulas como otras fueron .
administradas con un aparato especial registrado
en Inglaterra con el nombre de
"Spinhaler", el cual, tras perforar las cápsulas,
impulsa el polvo contenido en el las
hasta el árbol traqueobronquial por medio
rle unas pequeñas hélices que son activadas
por el propio esruerzo mspiratorio del
paciente.
La dosis que nosotros utilizamos en este
trabajo fue de cuatro cápsulas al día con
intervalos regulares. ya que un régimen de
seis horas entre la inhalación de cada cápsula
proporciona un buen nivel de protección.
Sin embargo, cuando hemos seguido
la evolución de estos enfermos a largo plazo
pudimos comprobar que la dosis había
que ir ajustándola en cada enfermo debido
a sus necesidades, pudiendo ir rebajándose
paulatinamente hasta una cápsula al día
para estar libre de síntomas. No obstante,
la dosis inicial debe ser siempre de cuatro
cápsulas al día, y en algunos casos incluso
se hace necesario utilizar hasta seis cápsulas
al comienzo.
Otro de los hechos más positivos que
hemos podido observar, aunque ya sobre
esto ha habido muchas publicaciones previas,
es la reducción significativa que estos
enfermos hacen del consumo de esteroides,
que en casi todos los enfermos puede
reducirse y en muchos suprimirse su administración,
por un lado y, por otro, la disminución
en el número de veces en que estos
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enfermos tienen que recurrir a sus inhaladores
broncolíticos habituales.
Cuanto más evidente sea el componente
alérgico de la enfermedad (datos positivos
en la historia familiar y personal, eosinofilia
en sangre y esputo, buena respuesta previa
a corticoides. y cambios signifi cativos en el
V. E. M. S. tras la administración de un
broncolítico), tanto .mejores serán los resultados
que se obtienen con la administración
del cromoglicato disódico.
La edad es o tro factor importante antes
de dedicarse a administrar este medicamento.
Debido a que la propia fuerza inspiratoria
del enfermo es necesaria para inhalar
el producto, niños menores. de cinco
años obtienen poco beneficio de ello en
nuestra experiencia. Sin embargo, Sánchez
Villares ha publicado previamente muy
buenos resultados en pequeños de tres y
cuatro años.
Los resultados son también pobres por
encima de los cincuenta años, aunque no
se pueda tener una norma fija, ya que. más
que la edad es el t iempo de la evolución
de la enfermedad lo que cuent a. De todas
formas los pacientes que tengan ya algún
grado de enfisema broncopulmonar obtienen
muy escaso beneficio de esta medicación.
Es evidente que nos encontramos ante
una nueva 2rma, que manejada correctamente
va a cambiar f avorablemente el
pronóstico y la vida de nuestros enfermos
asmáticos. Esperamos que pronto pueda
ser posible su empleo en nuestro país.