Los seudoaneurismas de las arterias intercostales (SAI) son raros y difíciles de diagnosticar, y pueden surgir como complicación de cualquier intervención realizada a través de los espacios intercostales. Por lo general son asintomáticos hasta que su apertura hacia la cavidad pleural produce un hemotórax. Presentamos el caso de un paciente con un SAI después de una resección pulmonar a través de una toracotomía. Como el seudoaneurisma no se sospechaba, el paciente se reoperó por hemotórax a los 21 días de la primera cirugía, sin que se observara ningún punto de sangrado dentro de la cavidad pleural. Diez días después de la segunda cirugía el paciente presentó un nuevo episodio de hemotórax. Mediante la realización de una angiografía se le detectó el SAI. La angiografía selectiva de la décima arteria intercostal se llevó a cabo utilizando un catéter tipo cobra. La embolización del SAI se realizó utilizando un microcatéter, a través del cual se liberaron microcoils en la arteria afectada, primero distalmente y después proximalmente al SAI, hasta su oclusión completa1,2 (fig. 1). Un drenaje pleural fue suficiente para evacuar el hemotórax del paciente.
Este caso muestra la importancia de sospechar la presencia de un SAI ante episodios de hemotórax no justificados por otras causas, con el fin de llevar a cabo un diagnóstico y un tratamiento apropiados (fig. 1).