Queremos agradecer a Hueto et al. el interés mostrado en nuestro trabajo sobre la situación de la espirometría en España, así como el análisis comparativo que hacen con respecto a la situación de la espirometría en atención especializada de centros públicos de su comunidad autónoma mediante una encuesta realizada por ellos en 20121. Como indican, al comparar ambas encuestas, los resultados son considerablemente distintos. Adicionalmente, Hueto et al. indican que en la metodología del estudio 3E por comunidades2 no se informa del tipo de centros entrevistados ni la especialidad que se evalúa. Igualmente, indican que en la metodología del estudio 3E no se menciona cuáles fueron los criterios considerados correctos para el test broncodilatador y calidad para la espirometría. En este sentido, es necesario hacer 3 puntualizaciones:
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En primer lugar, no sorprende que los resultados sean distintos a los publicados por su grupo1,3. Es conocido que una metodología distinta sobre un mismo problema, puede generar resultados distintos. En su caso han evaluado la situación de la espirometría en hospitales públicos de atención especializada. Sin embargo, como se explica en la metodología del artículo principal del proyecto4, así como en la de los artículos subsiguientes2,5, el estudio 3E incluyó todo centro sanitario donde se atendían a pacientes adultos con enfermedades respiratorias. En otras palabras, el objetivo no era dar una visión centrada en los centros hospitalarios públicos, sino mostrar una realidad más amplia de la situación de esta técnica diagnóstica en nuestro país.
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En segundo lugar, los criterios de calidad de la espirometría y del test broncodilatador están extensamente explicados en el artículo que comentan2 y en otro posterior5. Como se comenta en la metodología de estos trabajos, se emplearon 8 criterios de calidad para las espirometrías y 5 criterios para el test broncodilatador. Es importante tener presente que el estudio 3E es una encuesta telefónica, no una auditoría clínica. Por tanto, los criterios de calidad evaluados son los obtenibles mediante este método. En ningún momento se evaluó la calidad técnica de las espirometrías, de lo que contamos con alguna experiencia previa en nuestro país6.
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Finalmente, en tercer lugar, es importante recordar que existen muchos estudios y revisiones de epidemiología geográfica sobre las posibles falacias de interpretar lo micro desde lo macro7, especialmente en un estudio con «ruido» inherente, como es una encuesta telefónica, anónima y por terceros. Por tanto, es importante tener presente que la interpretación desde el terreno de una encuesta de salud debe considerarse en su contexto global. No es sorprendente encontrar que, debido a factores inherentes a la metodología empleada, como variabilidad del muestreo, algunos resultados pueden ser inesperados. La solución a esta situación es realizar nuevos trabajos desde otra perspectiva o metodología que completen la información disponible. Por esto nos parece especialmente relevante la carta al director de Hueto et al., puesto que complementa nuestros datos y ayuda a entender mejor el cuadro global de la situación de la espirometría en nuestro país. Estamos seguros que estos datos en su conjunto son útiles para el seguimiento e implementación de la Estrategia Nacional de la EPOC en España.
Comité directivo: Myriam Calle, Joan B Soriano y Jose Luis Lopez-Campos
Grupo de trabajo (por orden alfabético de la Sociedad Científica a la que representan):
AIRE. Borja Garcia Cosio e Isabel Mir
ASTURPAR. Cristina Martínez González
NEUMOCAN. Ana Velázquez
NEUMOMADRID. Jose Miguel Rodríguez González-Moro
NEUMOSUR. Aurelio Arnedillo
SADAR. Luis Borderias Clau
SEAR. Juan Antonio Riesco Miranda
SEPAR. Juan Ruiz Manzano (Presidente) y German Peces Barba
SOCALPAR. Jose Luis Viejo Bañuelos
SOCAMPAR. Encarnación López Gabaldón (Presidente)
SOCAP. Eduard Monso Molas (Presidente)
SOGAPAR. Marina Blanco Aparicio
SOMUPAR. Juan Luis de la Torre Alvaro (Presidente)
SVNEUMO. M. Cruz González Villaescusa
SVNPR. Juan Bautista Galdiz