Nos propusimos buscar marcadores de hipercoagulabilidad patológica atendiendo a la edad, sexo o factores desencadenantes de enfermedad tromboembólica venosa (ETV) en el seguimiento de un grupo de pacientes que habían sido diagnosticados de ETV. Consideramos los siguientes datos de los pacientes: edad, sexo y factores desencadenantes de la ETV, que categorizamos en: coyunturales o transitorios, permanentes y desconocidos. Se practicó estudio de hipercoagulabilidad a los menores de 55 años, a aquellos en los que el factor desencadenante de la ETV fue desconocido o a aquellos con historia familiar y/o personal previa de ETV. El estudio de hipercoagulabilidad se llevó a cabo a los 3 meses aproximados tras el episodio agudo trombótico y fue repetido en los casos patológicos para confirmar el diagnóstico.
Desde abril del 1993 hasta julio del 1996 hemos seguido en nuestra consulta externa a 297 pacientes, diagnosticados de ETV. De los 297 pacientes, se realizó estudio de hipercoagulabilidad a 187 (63%) de los que 86 (46%) fueron normales y 101 (54%) patológicos. No se encontró ninguna relación significativa entre edad, sexo o factores desencadenantes con los resultados del estudio de hipercoagulabilidad realizado en el seguimiento.
Concluimos que no hay que atender solamente a los factores desencadenantes de ETV para asentar la indicación del estudio de hipercoagulabilidad, puesto que la presencia de hipercoagulabilidad patológica no se limita a aquellos pacientes con supuestos marcadores clínicos.
We proposed to search for markers of hypercoagulable States in function of age, sex or factors that trigger venous thromboembolic disease (VTD) in a group of patients so diagnosed. The following patient data were analyzed: age, sex and triggering factors of VTD categorized as associativetransient, permanent or unknown. In patients under age 55 years of age in whom the triggering factor of VTD was unknown, and in those who had a family and/or personal history of VTD, coagulability was assessed approximately three months after the episode of acute thrombosis and was repeated during follow-up.
From April 1993 to July 1996 we saw 297 patients diagnosed of VTD and performed 187 coagulability tests (63%). Eighty-six were normal (46%) and 101 (54%) abnormal. No significant relations were found for age, sex or triggering factors and the results of follow-up coagulability testing.
We conclude that factors known to trigger VTD are not the only ones relevant for indicating the need to order the assessment of coagulability, given that the presence of coagulopathy is not confined to patients with supposed clinical markers.