Se revisan 127 pacientes afectos de cáncer broncopulmonar que se acompaña de un derrame pleural homolateral. Esta circunstancia clínica tiene un significado de mal pronóstico, por la sospecha de que la etiología del derrame sea neoplásica metastática.
Los autores encuentran un 30% (38/127) de pacientes en que el derrame pleural es de etiología paraneoplásica, no metastásica, pudiendo ser resecables el 22%. Al mismo tiempo, encuentran que la cantidad de derrame pleural encierra un significado distinto si es masivo o sólo detectable por la TAC o durante la toracotomía. En el primer caso operan al 20% (20/101), de los que la mitad serán resecables y en el segundo al 69% (18/26). La toracoscopia es rentable para los primeros y la toracotomía para éstos últimos.
El hallazgo de pacientes con citologías positivas en el líquido pleural, sin existencia de metástasis visibles y con histologías pleurales negativas, es una novedad que explicamos en nuestros casos como posible descamación de tumores pulmonares periféricos, que invaden pleura visceral y en ocasiones la costal, sobre un pequeño derrame pleural de naturaleza para-maligna.
La localización de las metástasis, satélites casi siempre al tumor pulmonar, y su evolución en las distintas pleuras son descritas por los autores.
This study reports 127 patients with bronchopulmonary cancer associated with homolateral pleural effusion. This clinical situation may imply a bad prognosis since pleural effusion may be secondary to neoplasic metastases. The authors found that 30% (38/127) of patients had nonmetastasic pleural effusion, thus being the tumor potentially resectable in 22% of patients. According to the degree of pleural involve-ment, patients with massive pleural effusion were operated on in 20% of cases (20/101) and half of them were resectable. Patients with mild pleural effusion detectable only by compu-terized axial tomography (CAT) or during surgery were operated in 69% (18/26) of circumstances. Thoracoscopy was useful for massive effusion and thoracotomy for mild pleural involvement. The finding of a positive citologic examination in pleural fluid withour any evidence of visible metastases and with a negative histologic examination of the pleura supports the hypothesis that in our cases neoplasic cells carne from a peripheral pulmonary tumor invading the visceral or costal pleura and accumulate into a paramalignant pleural effusion. The authors also report the location of metastases, which are commonly satelites to the pulmonary tumor, and discuss their evolution into the different pleuras.