El registro del diagrama flujo/volumen
nos permite diagnosticar el síndrome de
Herzog, en el cual, durante la tos o bien por
una espiración forzada, se aplasta totalmente
la tráquea, dando lugar a la característica
sintomatología. El diagnóstico es
factible por el acelerograma y el diag rama
flujo, volumen, siendo el trazado muy diferente
del aplanado flujo crítico de los colapsos
bronauiolares.
En esta rápida visión de los puntos fisiopatológicos
más destacados de la obstrucción
de la tráquea y grandes bronquios
quiero presentar lo que ocurre cuando en
uno de los bronquios existe una disminución
de calibre; al crearse una "compliance
dinámica", dependiente, por tanto, de la frecuencia
ventilatoria, diferente en cada lado,
se produce aire péndulo, que a la vez que
aumenta el trabajo ventilatorio es un factor
importante en la aparición de una hipoxemia.
Se presenta un claro caso de obstru cción
bronquial tumoral, con aire péndulo, el cual
desaparece al ser irradiado.
Por último, quiero solamente indicar que
si un proceso conduce a una fijación de
tráquea y grandes bronquios, puede dificultar
la ventila ción. Bien conocido es que el
descenso inspiratorio del íleo es de gran
importancia para la ventilación de los vértices
pulmonares.
Repercusión sobre el mediastino
de los traumatismos torácicos
Doctor F. París Roméu
La -progresiva aceleración y mecanización
de la vida moderna trae consigo un aumento
de accidentes, especialmente de
tráfico y de trabajo, con sus correspondientes
procesos traumáticos.
El mediastino, como región anatómica del
tórax portadora de vísceras vitales y como
órgano central situado entre dos espacios
pleurales simétricos, sometido a. una misma
presión negativa, participa en la patología
traumática del tórax cuando la fuerza
viva rompe el normal equilibrio.
El autor, después de esbozar la estadistica
de su Servicio (figuras 1 y 2) sobre los
distintos procesos traumáticos del tórax,
centra su exposición en la repercusión que
el traumatismo tiene sobre el mediastino.
1. Penduleo y bamboleo mediastlnico,
como consecuencia de la respiración paradójica.
En el traumatismo cerrado, cuando
se producen fracturas costales a nivel de
diversos arcos, se puede provocar una respiración
paradójica de grave repercusión
fisiopatológica. Es el clásico "volet" de los
270
franceses o "flail chest" de los anglosajones,
que lo podemos definir er:i lengua hispánica
como el póstigo torácico, el tórax
fláccido traumático o el tórax volante batiente.
Según la gravedad de esta alteración, se
puede producir desde un simple balanceo
pendular periódico, regido por el ciclo respiratorio,
hasta un grave aleteo mediastínico.
En la inspiración, la parte de la pared
torácica desconectada de la caja viene a
hundirse, con lo que se anula la presión
negativa intrapleural del lado afecto y el
mediastino es desplazado hacia el otro lado.
Lo contrario ocurre en la espiración (figuras
3 y 4). Esto trae como consecuencia
la producción de un aire péndulo que, aunque
sea discutido por Carey y colaborado-
. res, tenemos que admitirlo, al mismo tiempo
se produce una dificultad hemodinámica
de entrada y salida de sangre al sistema cardiopulmonar.
Este trastorno es importante en los grandes
descalabros de la pared torácica cuanTRAUMATISMOS
TORACICOS
Servicio de Cirugía Torácica. Ciudad Sanitaria " La Fe"
(Febrero 1969-0ctubre 1971)
CONTUSIONES TORACICAS 54
(Volets en 8) 1
Fracturas costales unilaterales ........................................... .
Fracturas costales bilaterales ..... ............ ............................ .
Fracturas costales + esternales ............. ............................ .
Fractura esternal aislada ..................................................... .
Contu sión sin fractura .......................................................... .
37 casos
9 casos
4 casos
3 casos
1 caso
Heridas torácicas .............................................................. .................................................. ...................... ...... 6 casos
Herida traqueal.............................................................................. ............ ...................................................... 1 caso
Neumotórax traumático sin lesión ósea ..................................................................................................... 1 caso
Pleuresías postraumáticas ........................................................................................................... .................. 2 casos
Total ..................................................................................................................................................... :.... 64. casos
Figura 1 .
LESIONES TRAUMATICAS INTERNAS
Síndrome gaseoso con neumotórax .................. 37
Enfisema subcutáneo sin neumo tórax .............. 6
Neumopericardio ................................................... 1
Derrames serohemáticos..................................... 27
Hematoma mediastfnico ...................................... 1
Desgarro pulmonar por metralla........................... 2
Desgarro diafragma ................................................. 2
Conmoción cardiaca ................................................. 1
Balín i ntrapleural ...................................................... 1
Pleuresía postraumática ......................................... 3
Fi11ura 2 .
l
-
Figura 3 .-Comparación de la caja torácica a
un fuelle. En los traumatismos torácicos,cuando
se producen fracturas costales múltiples, la
parte d'esconectada d11 la caja torácica se hunde
en la inspiración y abomba en la espiración,
dando lugar a la respiración paradójica.
do afectan sobre todo a la región lateral o
anterior del tórax. Para corregirlo se han
implantado distintos medios.
Hasta hace poco tiempo la síntesis de
los focos de fractura estaba desacreditada,
ya que no conseguía un montaje firme y no
suprimía el movimiento de charnela a nivel
de la zona lesionada. Por ello la tendencia
general terapéutica , después del advenimiento
de los respiradores. fue consegu ir
una estabilización neumática interna. Sin
embargo, esta última no está exenta de
inconvenientes, pues no evita la cicatrización
en depresión, añade los problemas de
una traqueotomía mantenida durante un
cierto tiempo y, en ocasiones, preci sa de
una curación prolongada.
Recientemente nosotros hemos introducido
en nuestro centro una técnica origina l
de fijación costal cruenta . mediante prótesis
de stenium, capaz de consegu ir una
perfecta estabilización del tórax flá ccido
traumático.
En las figuras siguientes se muestra
nuestro proceder con sus dos variantes (figura
5): la osteosín tesis intramedular posterior,
y cerclaje a lámbrico percostal anterior.
y una segunda variante consistente en
dos prótesis intramedulares enclavijadas en
los extremos costales intactos, anterior y
posterior. Estas dos varillas se cruzan sobre
la región del "vole(', fijándolas entre sí e
incluyendo la zona costal móvil. En las fi_gu-
271
t-igura 4 . Aleteo mediastínico como consecuencia d~ la respiración paradópca
Figura 5 Tecnica dP. f i1ación costal c rue n ta mediante protesis orig ina les de sternunt
ras 6, 7, 8 y 9 se pueden apreciar diversos
casos sometidos a esta técnica.
En el traumatismo abierto, el pistón batiente
es sustituido por la entrada del aire
a través de la brecha torácica en la inspiración,
y su salida en la espiración. Es el clásico
neumotórax abierto con su expresión
clínica de traumatopnea (figura 1 O).
2. Derrames líquidos y gaseosos. El
neumotórax o las colecciones serohemáticas
o quilosas pueden producir un despla-
272
zamiento estático del mediastino, con la
correspondiente compresión pulmonar, no
sólo del lado afecto, sino también del pulmón
contralateral. Esto se provoca cuando
se crea un mecanismo hipertensivo.
Por el contrario, si el neumotórax no tiene
un mecanismo valvular y sólo logra colapsar
el pulmón sin alcanzar unas cifras
tensionales importantes, se produce un
balanceo pendular periódico, regido por el
ciclo respiratorio, sin grave repercusión tiFigura
6 Osteosintes1s 111tran1edular posterior y cercla1e alámbnco percostal anterior . de uno de los casos.
Figura 7 .-Aadiografia posoperatona del caso número 1 .
siopatológica. El mediastino se desplaza en
la inspiración hacia el lado. donde reina
una mayor presión diferencial intrapleural.
Esto ha sido estudiado con ocasión de los
neumotórax terapéuticos por Forlanini .
Monaldi. Parodi, Condorelli. Culotta y, entre
nosotros, por Zapatero y M ingarro.
3. Enfisema mediastínico y otras colecciones.
Clásicamente se describe la entrada
del aire en el mediastino a través de las
vías: a) directa; b.' subserosa; c) subfascial.
y d) intersticial (figura 11 ).
1::1 enfisema mediastin1co pueae llegar a
provocar trastornos de espacio en esta región.
haci endo desaparecer las funciones
amortiguadoras y dificultando el normal
funcionamiento de los órganos que lo atraviesan:
drenaje venoso. tránsito esof ágico.
tránsito aéreo y fonación.
Sin embargo, la mayoría de las veces el
trastorno no es llamativo ni grave y el enfi-
273
Figura 8.- Radiografia posoperatoría del éaso número 2 .
Figura 9.- Radiografia posoperatoría del caso número 3 . A la derecn«, se puede apreciar la motilidad toracodíafrag'métíca
después de extirpar las prótesis.
274
--
-
Figura 10 .-Esquerna de la respiración en P.I traumatismo ·abierto.
Figura 11 .-Vías de entrada del aire en el enfisema mediastínico.
275
serna subcutáneo cérvico-facial es su más
clara expresión. Raramente la irrupción
brusca de aire en el mediastino puede llegar
a producir un cuadro compresivo, que
precisa la práctica de una mediastinotomía.
En lo que concierne a las rupturas vasculares
o colecciones hemáticas, no tenemos
gran experiencia. En nuestra estadística,
sólo existe un caso de hematoma mediastínico
leve, que no precisó evacuación. Sin
embargo, las rupturas de los grandes vasos
pueden revestir extraordinaria gravedad,
oscilante entre el hematoma pulsátil (causa
de letalidad) y la forma menos alarmante
que desemboca a la formación de un aneurisma
traumático. Pero esto pertenece más
bien al terreno de la cirugía cardiovascular.
Por úJtimo, queremos destacar que cuando
estas colecciones se acompañan de infección
se produce graves mediastinitis,
añadiéndose al problema mecánico el cuadro
taxi-infeccioso. Nuestra experiencia se
basa sólo en las mediastinitis, consecuencia
de esofagoscopias, de las que no vamos
a hablar por creer que se salen del tema
de esta cómunicación.
Los métodos broncológicos en el diagnóstico
de las mediastinopatías
Doctor F. Coll Col orné
En Patología mediastínica, las exploraciones
broncológicas, aun sin suministrar los
excelentes resultados que proporcionan en
las afecciones broncopulmonares, son de
gran interés al permitirnos en unos casos
asegurar la existencia del proceso; gracias
a la biopsia descubrir la identidad del proceso
en otras, y, por ú !timo, en ciertas
afecciones, dictaminar el diagnóstico de
inoperabilidad.
Se exponen los diferentes métodos broncológicos
utilizados y los resultados obtenidos,
presentando una clasificación, desde el
punto de vista broncológi co, de las diferentes
afecciones mediastínicas con la visión
endoscópica que se logra mediante la fotografía
endobronquial, y finaliza su comunicación
con las .siguientes conclusiones:
1. La tomografía t raqueobronquial, la
broncografía estática y la broncoscopia,
con el posible empleo de las técnicas de
punción transtraqueobronquial, son explo·raciones
broncológicas de gran utilldad en
el diagnóstico ·de las mediastinopatías.
276.
RESUMEN
2. La punción transtraqueobronquial, vía
endoscopia, permite efectuar análisis químicos,
bacteriológicos, citológicos e histológicos,
y ser a la vez instrumento para realizar
el neu mo-mediastino diagnóstico. Por
su simplicidad y al ser asociada esta técnica
a la exploración broncoscópica, esta vía,
en ciertas ocasiones, puede suplir a la clásica
Condorelli.
3. Desde el punto de vista broncológico
dividimos a los procesos mediastínicos en
cuatro grandes grupos: desviaciones, procesos
inflamatorios, tumoraciones y afee-·
ciones seudotumorales.
4. La contraindicación broncoscópica en
las mediastinopatlas puede presentarse en
ciertos tumores malignos en que la compresión
va acompañada de un manifiesto
desequilibrio neurovegetativo y una mala
tolerancia a la anestesia. En los demás
casos, aneúrisma de aorta incluido, la exploración
puede realizarse mientras se proceda
con prudencia.