Se presenta un estudio prospectivo sobre 148 pacientes diagnosticados de CPCNM intervenidos con finalidad terapéutica y seguidos entre 5 y 7 años, en los que se analiza el valor pronóstico de la invasión ganglionar mediastínica (N2) y su supervivencia a S años según sus diferentes características. De ellos, 42 pacientes (28,4%) eran N2. La supervivencia para esta población fue del 9%. De este grupo se seleccionaron 27 pacientes T2N2 (cuya supervivencia fue del 13%) y se dividieron según la infiltración ganglionar fuera intranodal (supervivencia del 39%) o extracapsular (supervivencia del 5%) (p ≤ 0,05). Así mismo, se consideró el valor pronóstico de las diferentes áreas ganglionares según los mapas propuestos por la American Thoracic Society (ATS). No hubo supervivientes para las áreas 2, 8 y 9 y ninguno sobrevivió más de 18 meses cuando estuvieron invadidas más de dos áreas. Por otra parte, se encontraron diferencias significativas en la supervivencia para la invasión de las áreas 10 y 11. Las conclusiones fueron: a) el N2 analizado de forma global tiene tan escasa supervivencia que no justifica la cirugía salvo bajo criterios de selección; b) la invasión extracapsular proscribe la cirugía con intenciones curativas; c) el valor pronóstico de las áreas ganglionares no está completamente esclarecido; sin embargo, las áreas 2, 8 y 9 parecen tener peor pronóstico que el resto, así como la infiltración de más de dos áreas, y d) el área 10 está mejor ubicada como N2 que como N,.
In this prospective study of 148 surgically treated patients with non-small cell carcinoma of the lung (NSCCL) who were followed for 5 to 7 years, we analyzed the prognostic value of mediastinic lymph node invasion (N2) and survival after 5 years depending on different characteristics. Forty-two (28.4%) patients were N2. Survival in this sample was 9%. Twenty-seven T2N2 patients (among whom survival was 13%) were selected from this group and classified according to whether lymph node invasion was intranodal (survival 39%) or extracapsular (survival 5%) (p ≤ 0.05). We also evaluated the prognostic value of different ganglionic areas in accordance to the maps suggested by the American Thoracic Society (ATS). There were no survivors for areas 2, 8 and 9, and no patient with invasion of more than two areas lived more than 18 months. Significant differences in survival were found among patients with invasion of areas 10 and 11. We conclude a) that global analysis of N, is of such little value in predicting survival that surgery is not justified unless screening criteria are applied; b) that extracapsular invasion rules out surgical treatment; c) that the prognostic value of ganglionic areas is not entirely clear, although the prognosis seems to be poorer for invasion of areas 2, 8 and 9 or invasion of more than 2 areas, and d) that invasion of area 10 would appear to be better classified as N2 than as N1