El método de preservación estándar más utilizado en el trasplante pulmonar es la infusión de solución pulmopléjica a través de la arteria pulmonar (AP). El presente estudio prospectivo analiza la función inicial del injerto pulmonar y cardíaco cuando se utiliza una perfusión pulmonar bifásica, retrógrada a través de la aurícula izquierda (AI) y anterógrada a través de la AP.
Se evaluaron 26 injertos cardíacos y pulmonares (9 unilaterales y 17 bilaterales), entre enero de 1996 y marzo de 1997, preservados mediante cardioplejía y pulmoplejía (bifásica). Los indicadores de la viabilidad del injerto recogidos fueron: la relación de la presión arterial de oxígeno (PaO2) con la fracción inspirada (FiO2), la presión media sistémica (PSM), la presión media de la arteria pulmonar (PAPM), el gasto cardíaco (GC), las resistencias vasculares pulmonares (RVP) y las resistencias vasculares sistémicas (RVS). Estos parámetros se obtuvieron al ingreso en la unidad de cuidados intensivos y en las primeras 24h. Así mismo, se realizó un seguimiento de un mes de los trasplantes cardíacos, evaluando la morbimortalidad.
Tras el trasplante, la mayoría de los pacientes presentaban un cociente de oxigenación (PaO2/FiO2) mayor de 252mmHg en las primeras 48h. Los parámetros hemodinámicos también se mantuvieron en cifras normales tras la cirugía y 24h más tarde. El tiempo medio de isquemia fue de 245min para los trasplantes unilaterales, 215 para el primer pulmón en los bipulmonares y 300min para el segundo. Tres pacientes presentaron en el postoperatorio inmediato disfunción del injerto pulmonar y fueron tratados satisfactoriamente con óxido nítrico (ON). Ninguno de los pacientes con trasplante cardíaco presentó fallo cardíaco primario o dilatación del ventrículo izquierdo.
Concluimos que la preservación pulmonar bifásica consigue una viabilidad funcional inicial del injerto satisfactoria. Los injertos cardíacos extraídos simultáneamente presentaron una buena función en el paciente sometido a trasplante sin precisar aporte farmacológico o mecánico.
The standard, most widely applied way of preserving a lung for transplantation is infusión through the pulmonary artery (PA) of a pulmonaryplegic solution. In this prospective study, we analyzed the initial function of the pulmonary and cardiac graft after biphasic infusión of a solution introduced retrograde through the left auricle and antegrade through the PA.
Twenty-six heart and lung grafts (9 unilateral and 17 bilateral) were preserved by cardioplegia and pulmonaryplegia (biphasic) between January 1996 and March 1997. Indicators of graft viability recorded were the ratio of arterial oxygen pressure (PaO2) to inspired fraction (FiO2), mean systemic pressure (MSP), mean pulmonary artery pressure (MPAP) cardiac output, pulmonary vascular resistance (PVR) and systemic vascular resistance (SVR). The variables were recorded upon arrival of the grafts in the intensive care unit and in the first 24h. Morbidity and mortality after heart transplants were recorded throughout a follow-up period of one month.
After transplantation, most patients had a oxygenation coefficient (PaO2/FiO2) greater than 252 mmHg in the first 48h. Hemodynamic parameters were aiso kept within normal ranges immediately after surgery and 24h later. Mean ischemic time was 245min for unilateral transplants, 215 for the first lung in double lung transplants, and 300min for the second lung. In the early postoperative period, 3 patients suffered lung graft dysfunction, which was treated satisfactorily with nitric oxide (NO). No heart transplant patient suffered primary heart failure or left ventricular dilatation.
We conclude that biphasic pulmonary preservation achieves satisfactory initial functional viability of the graft. Heart grafts removed simultaneously functioned successfully in the transplanted patient withouth additional pharmacological or mechanical support.