El abandono del consumo de tabaco es una medida terapéutica de primer orden para todos los pacientes afectados de bronconeumopatías. En el caso de las bronconeumopatías crónicas, continuar fumando empeora su curso clínico y aumenta el número de agudizaciones. En una consulta especializada normalmente se insiste en la necesidad de abandonar el consumo de tabaco. El presente estudio se ha realizado con el objetivo de determinar entre los pacientes que son controlados en un dispensario de neumología el porcentaje de los mismos que fuma y niega hacerlo. Se estudiaron de forma consecutiva 125 sujetos. Inicialmente, durante una visita ordinaria se les preguntaba acerca de su hábito tabáquico y, posteriormente, sin previo aviso, se determinaba, mediante un cooxímetro, el monóxido de carbono (CO) espirado. Si la cantidad de CO era superior a 10 ppm se consideraba que el sujeto fumaba. Definimos como paciente “mentiroso” el que negaba fumar y tenía una cantidad de CO en el aire espirado superior a 10. Observamos que de los 125 casos estudiados, 21 (17%) fumaban pero lo negaban en el interrogatorio. En los varones este porcentaje alcanzaba el 21% y en los que decían ser ex fumadores la cifra era del 27%. Los valores más elevados los encontramos en los pacientes afectados de enfermedad pulmonar obstructiva crónica: el 34% era considerado mentiroso.
Por tanto, un porcentaje considerable de enfermos mienten durante la visita médica. Así, casi una tercera parte de los individuos afectados de enfermedad pulmonar obstructiva crónica nos intenta engañar, siendo éste un grupo especialmente sensible a los efectos tóxicos del tabaco.
Quitting smoking is a first-line treatment for patients with bronchial diseases. Continued smoking worsens the clinical course of chronic broncho-pulmonary diseases and increases the number of exacerbations. Specialists commonly insist on the need to quit smoking. This study sought to determine whether a percentage of patients seen in a respiratory medicine clinic continued to smoke while denying doing so. One hundred twenty-five subjects were studied consecutively. At a regular visit they were first asked about smoking; later, without prior warning, exhaled carbon monoxide (CO) was measured by co-oximetry. If CO was over 10 ppm, the subject was considered to have been smoking. We defined a patient as a “liar” if he or she denied smoking but had a reading of CO in exhaled air over 10. Of the 125 cases studied, 21 (17%) smoked while denying doing so. Among men the percentage was 21%, and among ex-smokers, the figure was 27%. The highest value, 34%, was found among patients with chronic obstructive pulmonary disease (COPD).
We conclude, therefore, that a substantial proportion of patients lies to their physicians. A third of COPD patients, who are particularly sensitive to the toxic effects of smoking, try to mislead their doctors.