El neumotórax espontáneo es una enfermedad con una incidencia de 7,4 a 18 casos/100.000 hab./año en hombres y de 1,2 a 6 casos/100.000 en mujeres. En la mayoría de los casos su patogenia se asocia con bullas, blebs y enfisema subpleural. También es conocida la asociación entre bullas enfisematosas pulmonares y cáncer de pulmón, pero es muy raro que dicha neoplasia predisponga a la aparición de un neumotórax como manifestación clínica inicial, con una incidencia por enfermedad tumoral pulmonar del 0,03%, siendo aún más raro la relación con metástasis pulmonares1.
Presentamos un caso de neumotórax en un paciente afecto de metástasis pulmonares de carcinoma medular de tiroides, descubierto durante la intervención quirúrgica para el tratamiento del neumotórax.
Varón de 21 años de 191cm de talla y 55kg de peso, con antecedentes personales de síndrome de malabsorción intestinal, en estudio por sospecha clínica de síndrome de Marfan. En el transcurso de un estudio radiológico baritado digestivo refiere dolor en el hemitórax izquierdo. En la exploración física se observó una disminución del murmullo vesicular en el hemitórax izquierdo. En la radiografía de tórax se evidenció un neumotórax espontáneo izquierdo. El paciente fue sometido a las 24h a videotoracoscopia, y en el transcurso de ella se observó el parénquima con aspecto distrófico, con micronódulos blanquecinos por toda la superficie pulmonar. Ante dichos hallazgos intraoperatorios se practicó biopsia pulmonar de lóbulos superior e inferior para el estudio anatomopatológico de los nódulos.
La biopsia fue informada como metástasis de carcinoma neuroendocrino, probable carcinoma medular de tiroides. Se realizó gammagrafía tiroidea, tomografía computarizada (TC) y ecografía cervical, que confirmaron una tumoración tiroidea y adenopatías yugulocarotídeas y submentonianas. De igual modo, la TC de tórax mostró numerosos nódulos pulmonares sugestivos de metástasis pulmonares, de diferentes tamaños, no superiores a 1cm (fig. 1).
Se practicó tiroidectomía total, que confirmó un carcinoma medular de tiroides. El paciente fue remitido a tratamiento oncológico adyuvante.
La aparición de neumotórax espontáneo en neoplasias pulmonares, ya sean primarias o metastásicas, es muy rara. En este tipo de pacientes la causa del neumotórax se asocia al rápido crecimiento del tumor. Por ello el pronóstico desde el punto de vista oncológico es pobre, ya que se diagnostica en un estadio avanzado de la enfermedad. Existen diferentes teorías que relacionan el neumotórax con las metástasis pulmonares. Una de ellas es que puede estar relacionado con necrosis tumoral2, y la causa de la comunicación entre los bronquiolos y la cavidad pleural, que produce un neumotórax3, puede ser la rotura de un nódulo tumoral por necrosis o la necrosis de una metástasis subpleural. Otras teorías4 apuntan al mecanismo valvular que ejercen los nódulos tumorales periféricos, los cuales pueden obstruir estructuras bronquiolares y producir una distensión por aumento de presión en el parénquima, ya debilitado, dando lugar a bullas y a neumotórax por rotura de estas. Finalmente, Chen et al.5 relacionan neumotórax producidos por émbolos tumorales con necrosis a distancia. El neumotórax causado por metástasis pulmonares aparece frecuentemente en el osteosarcoma, con una frecuencia del 5 al 7%, aunque también se ha descrito en otros tumores sarcomatosos y en otros tumores tras adyuvancia5. Sin embargo, en la literatura médica son escasos los neumotórax por metástasis pulmonares de cáncer de tiroides6.